Las desigualdades sociales en China desatan una oleada de protestas violentas
Un fuerte dispositivo de antidisturbios ha sido desplegado en la ciudad de Zengcheng, en la provincia sure?a de Guangdong (Cant¨®n), donde el pasado fin de semana miles de trabajadores chinos emigrantes se volvieron contra el Gobierno local y quemaron edificios oficiales, atacaron coches de polic¨ªa y se enfrentaron a las fuerzas del orden, en respuesta al ataque sufrido el viernes por una vendedora ambulante embarazada por parte de unos agentes de seguridad. Los antidisturbios instalaron controles en las calles y patrullaron la ciudad, que ayer permanec¨ªa tranquila.
Los choques se desataron despu¨¦s de que trascendiera que Wang Lianmei, de 20 a?os, hab¨ªa sido tirada al suelo cuando los agentes intentaban desalojarla de la calle en una operaci¨®n contra la venta callejera. Fue la chispa que encendi¨® un estallido de rabia, que pone de manifiesto la frustraci¨®n que alberga una gran parte de la poblaci¨®n china. Las causas de esta frustraci¨®n son las grandes diferencias sociales, la corrupci¨®n, los continuos abusos de poder y las subidas de los precios, en especial los alimentos y la vivienda. Pek¨ªn anunci¨® ayer que la inflaci¨®n alcanz¨® en mayo el 5,5%, la cifra m¨¢s alta desde julio de 2008.
Vecinos de Zengcheng aseguraron a la agencia Associated Press que han recibido instrucciones de no salir por la noche y de no difundir fotos de los disturbios en Internet. Las im¨¢genes de los coches ardiendo se propagaron durante el fin de semana por tel¨¦fono e Internet antes de que los censores pudieran borrarlas.
Los due?os de las f¨¢bricas han recibido instrucciones de vigilar a sus empleados. Los directivos de m¨¢s de 1.200 empresas de la zona fueron convocados el lunes y recibieron orden de que presten atenci¨®n para saber d¨®nde est¨¢n sus trabajadores. La mitad de los 800.000 habitantes de Zengcheng son emigrantes de otras provincias, especialmente de Sichuan.
Las protestas sociales se han convertido en frecuentes en la ¨²ltima d¨¦cada en China, pero las ¨²ltimas semanas han sido especialmente turbulentas. El mes pasado se registraron en la regi¨®n de Mongolia Interior las mayores manifestaciones en dos d¨¦cadas. Las protestas fueron desencadenadas por la muerte de un pastor local, atropellado por un cami¨®n de transporte de carb¨®n. Adem¨¢s, cientos de emigrantes atacaron edificios del Gobierno a principios de junio en Chaozhou (Guangdong), para pedir que la empresa en la que trabajaban les pagara los salarios que les deb¨ªa. Y miles de personas se manifestaron violentamente en la ciudad de Lichuan (provincia de Hubei), despu¨¦s de que un respetado funcionario local muriera mientras se encontraba bajo custodia policial. El funcionario fue detenido por aceptar supuestos sobornos, pero su familia cree que la causa fue que acus¨® a otros funcionarios de corrupci¨®n en operaciones de expropiaci¨®n.
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