"Vi violencia y odio en los agresores: los ojos del fascismo"

D¨ªa de resaca en el Parlament, tras una de las jornadas m¨¢s complicadas desde la restauraci¨®n democr¨¢tica. Los diputados, que lucharon con ah¨ªnco el mi¨¦rcoles para dar sensaci¨®n de normalidad pese a los altercados, vivieron ayer una jornada tranquila. Exceptuando las medidas de seguridad, el desierto parque de la Ciutadella y un ligero cambio del orden del d¨ªa, se respiraba el mismo ambiente calmado que invade los jueves la C¨¢mara. Poco antes de las siete de la ma?ana, los diputados recibieron un mensaje: se suspend¨ªa la convocatoria acordada el d¨ªa anterior para reunirse en un punto si hab¨ªa problemas. Los indignados ya no esperaban en la Ciutadella.

"Han pasado de indignados a fracasados", valoraba en los pasillos el diputado de Converg¨¨ncia i Uni¨® Josep Maria Llop. El primer representante invidente de la C¨¢mara pas¨® un mal rato cuando un grupo intent¨® quitarle su perra gu¨ªa, Annabelle. Su hija, de cinco a?os, le vio por televisi¨®n: "Me pregunt¨®: 'Papi, ?te la quer¨ªan quitar?'. 'No les he dejado que se llevaran a Annabelle', le respond¨ª". Tuvo que zafarse de los indignados y luchar para sostener al animal. Ayer se restaba importancia: "No me siento ning¨²n h¨¦roe. Solo soy un peque?o instrumento al servicio de la casa del pueblo".

"?Olvidado? ?De eso nada!". Joan Boada, diputado de Iniciativa per Catalunya (ICV-EUiA), respondi¨® con esa firmeza a las puertas del Parlament cuando se le pregunt¨® por lo ocurrido. La imagen se vio mil veces por televisi¨®n y por la red: su entrada a la carrera en el recinto de la Ciutadella para acceder a la C¨¢mara. "Vi en los agresores violencia y odio; tambi¨¦n los ojos del fascismo. Y es preocupante", explica para subrayar que tuvo suerte de no ser agredido por las botellas y latas que le lanzaron y que hubo polic¨ªas y otros ciudadanos que le protegieron. Boada deplor¨® el dispositivo policial que, a su juicio, dej¨® a la inmensa mayor¨ªa de diputados sin protecci¨®n.

Montserrat Tura tambi¨¦n accedi¨® a pie en la C¨¢mara e, igual que Boada, fue rociada con pintura: a la diputada socialista la marcaron con una cruz negra. Al salir de la C¨¢mara, un grupo de j¨®venes se le acerc¨® para pedirle disculpas: "Me quer¨ªan dejar claro que se distanciaban, que cre¨ªan que marcar a las personas por tener la representaci¨®n popular iba en contra de lo que pensaban". Tura, que evit¨® criticar el dispositivo policial, espera que los incidentes "sirvan de lecci¨®n".

Tampoco sali¨® indemne el diputado socialista y exconsejero Ernest Maragall, que accedi¨® a pie al Parlament, aunque lo hizo protegido por los Mossos y rodeado de una nube de indignados que no dejaron de increparle. Maragall opt¨® por pasar p¨¢gina. "Creo que mi experiencia personal no es lo m¨¢s importante", apunt¨® el diputado, que juzg¨® los incidentes como un "intento de secuestro" del Parlament. Sobre el dispositivo policial, el exconsejero piensa que era "mejorable" y critica la falta de previsi¨®n del Ejecutivo, ya que "estaba cantado que se iban a producir tensiones". Maragall hizo corresponsables a los indignados de lo sucedido, por ser "los que convocaron y organizaron la protesta".

Albert Rivera, de Ciutadans, entr¨® el mi¨¦rcoles por primera vez en su vida en un furg¨®n policial y encima fue para ir a votar. "Fue surrealista. Ni Dal¨ª lo habr¨ªa hecho mejor", cuenta. El diputado sostiene que hubo falta de previsi¨®n policial y avisa de que los pol¨ªticos tienen que saber leer el mensaje de indignaci¨®n de la ciudadan¨ªa y que no estuvo bien que el pleno empezara con muchos diputados a¨²n refugiados en una comisar¨ªa. "Est¨¢ muy bien la sensaci¨®n de normalidad pero era el debate de los Presupuestos y me perd¨ª la intervenci¨®n del consejero Andreu Mas-Colell", dijo.

Una de las m¨¢s afortunadas fue la portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) en el Parlament, Anna Sim¨®, que accedi¨® al recinto de la Ciutadella en helic¨®ptero. Pero ello le cost¨® cierto periplo, ya que intent¨® hasta cinco veces, a pie y en coche, acceder al parque, sin ¨¦xito. Eso le ahorr¨® sufrir el acoso de los violentos, pero aun as¨ª la diputada asegura que lo vivi¨® "con una mezcla de tristeza e indignaci¨®n". Sim¨® reproch¨® a los miembros del movimiento que no frenaran las acciones violentas y asegur¨® que no hay que ser "reduccionista" con los agresores. "Eran suficientemente numerosos y estaban suficientemente organizados para poner en jaque mate al sistema", remach¨®.