"De ni?o, lograba poner paz en toda discusi¨®n"

Umair Dar a?ora la majestuosa silueta del Himalaya que de ni?o divisaba desde la llanura de su Punjab natal. Tambi¨¦n echa en falta los cultivos de arroz basmati -"el mejor del mundo", dice- regados por las aguas de los r¨ªos que cruzan la provincia paquistan¨ª. En su nuevo hogar de Badalona el basmati nunca falta en la mesa y Umair prefiere seguir comi¨¦ndolo con las manos, como se hace en su pa¨ªs, porque "el metal del tenedor altera su sabor". Incluso alguna vez se concede un capricho nost¨¢lgico y le pide a su madre que le d¨¦ el arroz de su mano, como cuando era ni?o, algo que resulta dif¨ªcil de imaginar por su f¨ªsico corpulento y su madurez.

Con 23 a?os atesora una larga trayectoria como mediador intercultural, reconocida con el Premio al Voluntariado de la Fundaci¨®n Esplai en la categor¨ªa de j¨®venes voluntarios. Umair explica que con su trabajo de integraci¨®n de inmigrantes no hace m¨¢s que devolver a la sociedad el apoyo que ¨¦l recibi¨® cuando, a los 15 a?os, lleg¨® a Catalu?a con su familia. "En el aula de acogida del colegio los profesores me cuidaban como si fueran mis segundos padres. Me hicieron sentir feliz aqu¨ª, y si eres feliz es que est¨¢s integrado".

Mediador intercultural, lamenta el auge del discurso xen¨®fobo

En el restaurante de la Fundaci¨®n Esplai, en el humilde barrio de Sant Cosme de El Prat de Llobregat, Umair no duda al elegir el segundo plato: merluza. "En mi pa¨ªs hay grandes r¨ªos, pero no hay mar, y el pescado es tan caro que solo pueden comerlo los ricos", explica. Pero habla tanto que la merluza queda casi intacta en el plato.

Su ciudad es noticia porque CiU ha decidido entregar la alcald¨ªa a Xavier Garc¨ªa Albiol, el candidato del PP investigado por la Audiencia de Barcelona por su discurso xen¨®fobo durante la campa?a. Es un jarro de agua fr¨ªa para las numerosas entidades sociales en las que Umair colabora, que trabajan "con mucha dedicaci¨®n y poco ruido" para evitar una fractura social en una ciudad con casi un 15% de inmigraci¨®n, aunque en algunos barrios, como el de Umair, el porcentaje supera el 30%. "Destruir es mucho m¨¢s f¨¢cil que construir", advierte. Al temor a que el nuevo Gobierno municipal pulverice tantos a?os de labor a favor de la cohesi¨®n social, se suma su profundo disgusto porque en su ciudad "ha calado el discurso f¨¢cil y falso del PP, que vincula inmigraci¨®n con delincuencia" y porque CiU ha allanado el camino del poder al candidato xen¨®fobo. Se siente traicionado porque en los ¨²ltimos a?os ha colaborado codo con codo con el concejal de convivencia, de CiU. Culto y vivaracho, Umair ha sido en los ¨²ltimos a?os el interlocutor de la comunidad paquistan¨ª con el Ayuntamiento. Desconoce si podr¨¢ seguir si¨¦ndolo, pero lo que s¨ª sabe es que nadie le arrebatar¨¢ la pasi¨®n con la que, desde las entidades sociales, ense?a catal¨¢n y castellano a otros inmigrantes, participa en actos informativos sobre la cultura isl¨¢mica o realiza tareas de acompa?amiento y acogida de reci¨¦n llegados.

El sabor de la crema catalana le arranca una sonrisa. Y se concede unos segundos de silencio para comerla. Con dotes de gran comunicador y madera de l¨ªder, Umair, estudiante de Ciencias Pol¨ªticas en la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, es un mediador nato. "De ni?o, en casa y en la escuela, me interpon¨ªa en cualquier discusi¨®n para poner paz", recuerda. "Y siempre lo lograba", apostilla, sin dejar de sonre¨ªr.