Descripci¨®n de la mentira
No es f¨¢cil, hoy, hablar de pol¨ªtica. La dificultad no surge, como en un pasado no muy lejano, de las falsas esperanzas depositadas en fant¨¢sticos metarrelatos, sino de la opacidad de los centros de decisi¨®n pol¨ªticos y econ¨®micos. No hace demasiado tiempo, ciertos tecn¨®cratas insist¨ªan en reservar s¨®lo a los expertos la capacidad de opinar en pol¨ªtica, mientras que sesudos liberales negaban toda teor¨ªa de la conspiraci¨®n. Hoy, la crisis nos ha ense?ado a ver las ansias del mercado detr¨¢s de razonamientos econ¨®micos, pretendidamente rigurosos, mientras Wikileaks saca a la luz las intrigas del poder. De ah¨ª que esta muestra comience por desenmascarar a los servicios secretos (Dora Garc¨ªa, Lene Berg), muestre las insuficiencias de narraciones como la de la crisis de Lehman Brothers (Tiravanija) y sugiera que quien puede contar las cosas est¨¢ tan empe?ado en ofrecer lo trivial como en pasar de puntillas sobre lo relevante (Zhou Xiaohu).
Sin realidad no hay utop¨ªa
Centro Andaluz de Arte Contempor¨¢neo
Avenida de Am¨¦rico Vespuccio, 2
Isla de la Cartuja. Sevilla.
Hasta el 10 de julio
A esta descripci¨®n de la mentira se a?ade las que llamar¨ªamos actas del hundimiento. Primero, el del comunismo sintetizado en un mordaz ep¨ªgrafe del rumano Muresan, "el comunismo nunca existi¨®", y matizado en la conversaci¨®n de Phil Collins con exfuncionarios de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana. Pero hay otro colapso, el que los desenfados financieros han causado en el capitalismo, que se manifiesta en las im¨¢genes del archivo de Garc¨ªa And¨²jar, en el banquero que confiesa su anarquismo por ser ¨¦ste, dice, la esencia del libre mercado, y en la iron¨ªa del grupo sueco Superflex que propone afrontar la crisis con terapias de hipnotismo (cuando despierte, la crisis no habr¨¢ existido jam¨¢s).
C¨®mo afecta esta situaci¨®n a la democracia es otro apartado de la muestra porque sin duda perdemos referencias y si hay quien se echa a la calle contra los recortes salariales y la mengua de los derechos, no faltan quienes lo hacen resucitando el fantasma nacionalista o ritos fundamentalistas, o abandon¨¢ndose a histerias deportivas. De ello da cuenta el polaco Zmijewski, a la par que Carlos Motta atiende al lenguaje de los grafiti, l¨²cidamente burl¨®n ante las restricciones partidistas: "Me gustas cuando votas porque est¨¢s como ausente". En su trabajo, m¨¢s reflexivo, Oliver Ressler, construye un extenso v¨ªdeo preguntando a especialistas qu¨¦ es la democracia.
Un ¨²ltimo apartado se dedica a la geopol¨ªtica: desde las trampas ocultas en ciertos tratados de libre comercio (Federico Guzm¨¢n) hasta la persistencia de la larga sombra del colonialismo (Fernando Bryce). La muestra es as¨ª un tenaz esfuerzo por dar pistas para la reflexi¨®n pol¨ªtica, m¨¢s all¨¢ del recetario de algunos partidos, el culto a la crispaci¨®n de otros y las disputas corporativas de ciertos c¨ªrculos de poder. La exposici¨®n dispone numerosas vi?etas de El Roto que a veces preludian algunos temas tratados y se estructura con acierto y respeto en los espacios de la antigua Cartuja. Merece la pena decirlo: desde la primera edici¨®n de la bienal, ha sido el arte contempor¨¢neo quien ha dado las mejores claves para el conocimiento adecuado y la mejor comprensi¨®n del antiguo monasterio.
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