La pesca artesanal naufraga
La UE alerta de que el 60% de los profesionales dejar¨¢n la actividad esta d¨¦cada
En una caseta blanca del embarcadero del puerto de Aiguadol? (Sitges), sentado en un taburete, un hombre mayor va haciendo nudos en una cuerda de nailon. Es Jes¨²s Vallecillo, el ¨²nico armador artesanal de redes que queda en Sitges. "Si alguien quiere aprender a m¨ª no me importa ense?arle, pero no hay nadie interesado", susurra mientras mueve ¨¢gilmente las manos entre los hilos. Los pescadores del puerto le pagan 20 euros por cada red de trasmallo, que a veces tarda hasta ocho horas en acabar. Cuando ¨¦l ya no est¨¦, los dem¨¢s pescadores deber¨¢n encargarlas a Barcelona.
Es una muestra del dif¨ªcil momento que atraviesa la pesca artesanal, que a diferencia de la de arrastre no da?a el fondo marino. En Catalu?a, 600 embarcaciones (m¨¢s de la mitad del total) la practican y de ellas sacan el sustento un millar de pescadores.
La Comisar¨ªa Europea de Pesca alerta de que en 2020 quedar¨¢n apenas el 40% de los profesionales que practicaban este tipo de pesca, la m¨¢s sostenible y respetuosa con el medio ambiente, en 2007. La causa: el descenso de las capturas -causada por la contaminaci¨®n y la sobrepesca- y el dif¨ªcil equilibrio entre unos costes siempre en aumento y un precio del pescado que no siempre hace rentable la dura actividad de echarse a la mar.En 2007 fue cuando en Barcelona, tras las obras de ampliaci¨®n del puerto, la flota de barcos de pesca artesanal pas¨® de 18 a 2. "Esto era rico en bogavantes, langostas y todo tipo de pescado, pero ahora es un cementerio. Fue un desastre ecol¨®gico", afirma Rafael Aguilar, uno de los dos pescadores que decidieron quedarse. Las consecuencias de aquellas obras a¨²n se notan: aunque se delimit¨® una zona espec¨ªfica para verter el lodo de dragar el puerto, los pescadores denuncian que no se respetan esos l¨ªmites.
Aguilar empez¨® a los 14 a?os y lleva m¨¢s de 30 en el oficio, as¨ª que conoce bien la diferencia entre la situaci¨®n actual y el pasado. Ahora tiene que trabajar una media de seis horas m¨¢s para conseguir la misma pesca, casi siempre en caladeros m¨¢s lejanos.
En Sitges hay una flota "de 12 peque?as embarcaciones con 15 pescadores en total que se dedican a los artes menores", explica Enrique del Campo, presidente y patr¨®n mayor de la Cofrad¨ªa de Pescadores de Sitges. Realizan pesca de bajura, as¨ª que no pasan m¨¢s de un d¨ªa en el mar, conocen el litoral como la palma de su mano y pescan con palangre o trasmallo. En Espa?a este tipo de pescadores representa m¨¢s del 76% del total, seg¨²n Miquel Ortega, de OCEAN2012, una campa?a que lucha para que en la pr¨®xima reforma de la Pol¨ªtica Pesquera Com¨²n Europea se tenga muy en cuenta la sobreexplotaci¨®n. As¨ª se conseguir¨ªa proteger a los pescadores artesanales y al medio.
Hay muchos problemas que est¨¢n ahogando la pesca artesanal. Las regeneraciones de playas con arena del fondo remueven las puestas de los peces. Por otro lado, "la ca¨ªda del precio del pescado en la subasta est¨¢ haciendo mucho da?o", dice Jos¨¦ Juan L¨®pez, secretario de la Cofrad¨ªa de Barcelona. Es el resultado de las importaciones baratas y de la sobrepesca, a la que Espa?a, gran consumidor, tambi¨¦n contribuye.
Pero a¨²n hay esperanza. Sigue habiendo j¨®venes a los que les apasiona este oficio. Es el caso de Oriol Serra, que empez¨® a cogerle el gusto cuando iba a Sitges a veranear. A los 37 a?os ya posee una embarcaci¨®n que compr¨® hace cuatro. "En mi familia no hay pescadores. Yo empec¨¦ de chaval¨ªn a subirme a los barcos de alg¨²n pescador y as¨ª iba aprendiendo". Al principio no cobraba nada, pero de eso hace ya m¨¢s de 15 a?os. Ahora calcula que gana cerca de 1.700 euros netos al mes trabajando solo. "Es como montar una empresa", asegura Toni Mart¨ªnez, otro joven de la flota. "Comprar un barco requiere una inversi¨®n de 30.000 euros", a?ade Mart¨ªnez mientras limpia las redes y va separando en diferentes cubos la sepia, los langostinos, el lenguado, la lubina y las doradas que ha pescado hoy. A su lado, las decenas de modernos yates que rodean a los ¨²ltimos pescadores de Sitges ilustran el dif¨ªcil entorno en el que deben sobrevivir.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.