Bill Clements, patriarca de la Tejas republicana
Fue el primer dirigente conservador en gobernar tras 27 dem¨®cratas
D¨¦cadas antes de que George W. Bush encarnara el papel de pol¨ªtico protot¨ªpico de Tejas, de estilo campechano, calzado con botas de vaquero y dado a llamar a las cosas por su nombre, hubo alguien que forj¨® esa imagen y que le abri¨® al partido republicano las puertas del Gobierno del segundo Estado m¨¢s grande de Norteam¨¦rica. Bill Clements fue ese hombre, magnate del petr¨®leo y primer gobernador republicano de Tejas desde 1876. Falleci¨® el 29 de mayo a los 94 a?os, seg¨²n su familia. En su puesto, logr¨® su cometido: tras sus dos victorias, en 1978 y 1986, Tejas se convirti¨® en un s¨®lido basti¨®n conservador, tanto en elecciones estatales como federales.
Ya lo escribi¨® el diario The New York Times en noviembre de 1978: "La victoria republicana refleja un cambio de partidos en el sureste del pa¨ªs". As¨ª fue. Clements gan¨® el cargo tras 27 gobernadores dem¨®cratas consecutivos. La agencia United Press International le defin¨ªa, tras su toma de posesi¨®n, como "un tipo duro del crudo", por el modo en que amas¨® su fortuna, comerciando entre pozos de petr¨®leo. Aquellas empresas le permitieron gastarse siete millones de d¨®lares en su primera campa?a electoral. Nacido en Dallas en 1917, prest¨® servicio en Washington, donde fue subsecretario de Defensa bajo los mandatos de Richard Nixon y Gerald Ford, entre 1971 y 1975.
Ya en su toma de posesi¨®n como gobernador de Tejas pronunci¨® una frase que hoy en d¨ªa cualquier candidato republicano utilizar¨ªa sin ambages: "El prop¨®sito del Gobierno no es ofrecer prosperidad a los ciudadanos, sino facilitarles que ellos mismos consigan esa prosperidad". Para ello quiso reducir el gasto p¨²blico despidiendo a 25.000 funcionarios, algo que no logr¨® porque los dem¨®cratas ostentaban una c¨®moda mayor¨ªa absoluta en el congreso estatal. Emple¨® su poder, sin embargo, para vetar medidas de los progresistas. Lo hizo en hasta 54 ocasiones, debilitando notablemente a los sindicatos.
Clements se convirti¨® en gobernador en los peores a?os de la estanflaci¨®n, de estancamiento econ¨®mico y aumento de precios. La econom¨ªa le impidi¨® lograr la reelecci¨®n en 1983. Se volvi¨® a presentar en 1986 y gan¨® por segunda ocasi¨®n, en un contexto de recuperaci¨®n econ¨®mica y de gran popularidad del presidente republicano Ronald Reagan. "Esto es el mayor negocio de Tejas y lo gestionamos como si fuera un tenderete de refrescos", dijo tras sus primeros cuatro a?os y tras haber perdido sus segundas elecciones. "Se os acab¨® jugar a ser pap¨¢s Noeles", les dijo a los legisladores dem¨®cratas cuando gan¨®.
Su segundo mandato, sin embargo, se vio enfangado desde sus primeros meses por un esc¨¢ndalo relacionado con pagos irregulares a jugadores de f¨²tbol americano afiliados a la Southern Methodist University. No se volvi¨® a presentar a las elecciones, aunque no hay l¨ªmites a cu¨¢ntas veces puede hacerlo un gobernador en Tejas. A Clements le sucedieron dos dem¨®cratas que solo duraron una legislatura en el cargo. Tras aquellos interludios, dos gobernadores muy similares al pol¨ªtico fallecido ocuparon el mismo cargo: George W. Bush y Rick Perry. Hoy, los republicanos parecen all¨ª imbatibles.
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