Flores para mi fea
El pintor Sorolla y su esposa Clotilde se enviaron azahares y jazmines durante a?os en sus cartas. El jard¨ªn de su casa madrile?a, hoy museo, celebra un curso de arreglos florales que recuerda su historia de amor
Mi querida Clota, llego ahora de buscarte una docena de claveles y unas violetas. Son para ti, no las hab¨ªa m¨¢s hermosas. Tu Joaqu¨ªn". La carta, fechada en 1914, pertenece al extenso epistolario entre Sorolla y su esposa Clotilde. Cuando viajaba, el pintor escrib¨ªa a diario a casa. Misivas breves y cotidianas, casi como emails, para no perder la rutina del cari?o. A veces firmaba "tu viejo", a veces llamaba a Clota "mi fea, mi doble fea". Se desped¨ªa "mil besos", salvo cuando ella le dec¨ªa manirroto y entonces, medio en broma, ¨¦l escrib¨ªa "besos a los ni?os, pero para ti... ?ninguno!".
En muchas de esas cartas hab¨ªa flores. "El bisabuelo compraba violetas en Las Ramblas o recog¨ªa jazmines en Sevilla y los met¨ªa en el sobre, o mandaba ramos de rosas en tren para que llegasen frescos a Madrid", cuenta Blanca Pons Sorolla. "Clotilde respond¨ªa poni¨¦ndole al d¨ªa sobre si el rosal amarillo de casa hab¨ªa ya florecido".
"El jard¨ªn era una creaci¨®n art¨ªstica m¨¢s de Sorolla", contin¨²a la bisnieta, "lo dise?¨® para poder pintar en ¨¦l, pero tambi¨¦n para disfrutarlo en familia". Bajo la p¨¦rgola donde cenaba el pintor con los suyos, el Museo Sorolla, que se aloja en su casa madrile?a, ha organizado un curso de arreglo floral. La idea es componer un bouquet como los que montaban Clotilde y sus hijas para que los pintase Sorolla. La profesora/florista, Sally Lerma Hambleton, pasea antes al grupo por los jardines del museo. "Cuando el pintor viv¨ªa aqu¨ª, a principios del siglo XX, esto estaba cuajado de flores, pero hoy los altos edificios colindantes dan demasiada sombra". Sobreviven los arrayanes tra¨ªdos por el pintor desde la Alhambra, pero las escasas rosas se espigan patilargas buscando la luz entre los rascacielos. El rosal amarillo, el favorito de Clotilde, ya no est¨¢. "Cuando muri¨® Sorolla, la planta enferm¨®, y tres a?os despu¨¦s, cuando muri¨® Clotilde, el rosal tambi¨¦n muri¨®", cuenta la bisnieta.
El pintor dise?¨® tres jardines para su casa. En el primero la inspiraci¨®n fue Sevilla, donde compr¨® una graciosa fuente de chorrito. El segundo es granadino, con un camino de agua copiado de la Alhambra, rodeado de arrayanes, aspilistras y una colecci¨®n de esculturas arqueol¨®gicas. El tercer jard¨ªn es el que m¨¢s ha cambiado, era de gravilla, pero fue enlosetado porque el p¨²blico tra¨ªa demasiado polvo al museo. En ¨¦l est¨¢ la fuente de las Confidencias, con dos esculturas cuchicheando. En verano la llenaban de calas y nen¨²fares.
Sorolla tambi¨¦n particip¨® en el dise?o de la casa, un llamativo palacete andalucista que proyect¨® Enrique Mar¨ªa Repull¨¦s, uno de los arquitectos m¨¢s famosos del momento. En lo que fue su estudio de altos techos est¨¢n reunidos sus cuadros de jardines. Los de La Granja y La Alhambra, el Alc¨¢zar y los patios sevillanos... pero sobre todo el suyo. Siempre lleno de flores, donde ten¨ªa su sill¨®n de pintar. Tambi¨¦n est¨¢n los ni?os en un sof¨¢ sujetando ramos de rosas, o Clotilde en el despacho, escondida tras una azalea. Clotilde est¨¢ en casi todos. Incluso en los que no sale: tras los cuadros de jarrones llenos de flores que ella cortaba y colocaba para que ¨¦l las pintase.
Las aprendices de Clotilde apuntadas al curso no cortan las flores del jard¨ªn en sombra. A cambio hay una mesa con un incre¨ªble buf¨¦ libre de p¨¦talos y verde: matricardia, crasper¨ªa, girasoles, salal, esparraguera... De rosas de pitimin¨ª color tiramis¨² a masculinos cardos. Por no hablar de las peon¨ªas, gigantes y esponjosas como... ?tut¨²s?
La profesora va dando consejos sobre cortar, clavar y combinar colores para que aquello quede bien. Y queda precioso. De cuadro. Solo tiene una pega. Cuando, de vuelta a casa, la gente pregunta de d¨®nde ha salido el ramo, una no puede decir: "Me lo regal¨® mi viejo, que me llama doble fea, pero me quiere tanto que cada d¨ªa, est¨¦ donde est¨¦, me manda flores".
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