Fulgor y 'muerte' de Joaqu¨ªn Ripoll
El presidente de la Diputaci¨®n de Alicante, apeado de la primera l¨ªnea pol¨ªtica
Jos¨¦ Joaqu¨ªn Ripoll (Alicante, 17 de mayo de 1957) lo ha sido casi todo en pol¨ªtica: concejal, senador, diputado en las Cortes Valenciana, consejero de Administraciones P¨²blicas y de la Presidencia en la Generalitat, y, en estos ¨²ltimos ocho a?os, presidente de la Diputaci¨®n de Alicante. Pero la carrera pol¨ªtica del ¨²ltimo exponente del zaplanismo se ha frenado en seco.
El pulso que durante los ¨²ltimos a?os ha mantenido con el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y su imputaci¨®n en cinco presuntos delitos, por cohecho, fraude, tr¨¢fico de influencias, revelaci¨®n de secretos y actividad prohibida a los funcionarios, en el caso Brugal, ha sido letal. Ahora no volver¨¢ a ser presidente de la Diputaci¨®n, como ¨¦l pretend¨ªa y seg¨²n dec¨ªa hab¨ªa acordado con la direcci¨®n del PP. Su futuro pol¨ªtico, por ahora, es una inc¨®gnita, aunque deja claro que no se ir¨¢ del PP y que lo que ha decidido es "dedicar m¨¢s tiempo" a su mujer, Margarita de la Vega, amante de los viajes, las fiestas y los amigos y el lujo.
Ripoll se enfrent¨® a Camps en los congresos de Altea y de Orihuela
El conflicto entre los dos sectores lleg¨® a expresarse con peleas callejeras
Ripoll, Pitu como le llaman sus amigos desde la ¨¦poca en la que estudiaba en los Jesuitas, abandona, forzosamente, la primera l¨ªnea de la pol¨ªtica alicantina, y su marcha abre un mar de dudas sobre el futuro del partido, pero en especial plantea numerosos interrogantes sobre el elenco de colaboradores que durante los ¨²ltimos a?os han comido y vivido gracias a ¨¦l.
Ripoll empez¨® su carrera discreta como concejal en Alicante en 1987. Es un hombre tenaz, paciente y un estratega pol¨ªtico al que le gustan los grandes eventos. El presidente de la Diputaci¨®n, y a su vez del PP, ha conseguido en estos ¨²ltimos a?os que el partido sea hegem¨®nico en la provincia de Alicante, y como destac¨® en la ¨²ltima ejecutiva: "Con unos resultados mejores que en Valencia". En las pasadas elecciones municipales el PP consigui¨® el 47,6% de los votos, 864 concejales, 103 mayor¨ªas en Ayuntamientos, de las cuales 75 fueron absolutas. "Mejores resultados que toda la izquierda en su conjunto, jam¨¢s nadie hab¨ªa conseguido esta victoria, ni el PSOE en 1983", dijo Ripoll al valorar el resultado de las municipales, y destac¨® que en las elecciones auton¨®micas el PP sac¨® en Valencia un 50% de los votos, y en Alicante un 51%.
Ripoll, y su equipo de la ejecutiva, se han empleado a fondo a conseguir que el PP sea "una m¨¢quina de ganar elecciones". Pero en paralelo ha ido desplegando un discurso "neoalicantinista" que tambi¨¦n le ha generado r¨¦ditos electorales, y una pol¨ªtica de complicidad y de compadreo con la clase media empresarial alicantina, necesitada de l¨ªderes. Tambi¨¦n supo usar h¨¢bilmente el discurso victimista de Alicante contra Valencia para crecer pol¨ªticamente, y marcar distancias con Camps.
Ripoll cambi¨® la carrera de arquitectura por la pol¨ªtica, y siempre ha estado en el PP. Los que le conocen admiten que es un hombre de partido, y a ello se dedic¨® durante los ¨²ltimos a?os. Como presidente provincial recorri¨® los 141 pueblos de la provincia para ganarse el afecto y simpat¨ªa de alcaldes y concejales. Jam¨¢s escondi¨® su condici¨®n de zaplanista, de hecho, se ha erigido como uno de los ¨²ltimos valedores del expresidente de la Generalitat. Y de hecho, el enfrentamiento personal con Camps empez¨® tras la marcha de Zaplana a Madrid, y la primera victoria de Francisco Camps, que consigui¨® mejores resultados electorales que Zaplana.
Camps pronto detect¨® que en Alicante el amigo inc¨®modo estaba dentro del PP, por eso actu¨® con sigilo, sin estridencias, con cierta impronta vaticanista. Poco a poco, y con la ayuda inestimable de Jos¨¦ Ciscar, David Serra y un primer grupo de alcaldes que dieron la espalda a Ripoll, como Hern¨¢ndez Mateo o Sonia Castedo, Camps fue incrementando su lista de adeptos, hasta conseguir dar el golpe final esta semana, impidiendo que Ripoll fuera elegido como aspirante a diputado.
La cabeza visible de los zaplanistas en 2004 se enfrent¨® a Camps en el congreso de Altea y se hizo con la direcci¨®n provincial con un apoyo de 82%, una amplia victoria que pon¨ªa el PP en sus manos. Pero las tensiones entre Camps y Ripoll fueron aumentando. Uno de los momentos culminantes de esta guerra entre ripollistas y campistas fue en el ¨²ltimo congreso provincial del PP, celebrado en Orihuela en diciembre de 2008. En este c¨®nclave, Ripoll se enfrent¨® a Manuel P¨¦rez Fenoll, alcalde entonces de Benidorm, que perdi¨® por tan solo cinco votos. Los de Ripoll salvaron los muebles de milagro, pero la guerra entre las dos facciones del PP segu¨ªa latente, y a partir de ah¨ª empez¨® el declive pol¨ªtico de Ripoll. Al principio intentaron negar la evidencia, pero las tensiones entre los afines a uno y otro eran patentes, y llegaron a visualizarse con peleas callejeras. En Villena ripollistas y campistas llegaron a las manos en plena calle. Al final cinco ediles del PP, afines a Camps, dejaron en minor¨ªa a la alcaldesa, Celia Lled¨®, y se pasaron al grupo de los no adscritos.
Camps y Ripoll est¨¢n en el mismo partido, pero son de sensibilidades diferentes. El primero, tambi¨¦n agobiado por los casos de corrupci¨®n como G¨¹rtel, se rodea de un n¨²cleo de colaboradores muy vinculados a la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica y dentro del partido simpatiza con el sector m¨¢s conservador. Por el contrario, Ripoll es del ala m¨¢s liberal, que no renuncian a la herencia de Zaplana y sienten simpat¨ªa por Rodrigo Rato o Esperanza Aguirre. Su concepto de la pol¨ªtica es m¨¢s material, y tienen claro que a los amigos hay que cuidarlos.
En Valencia, el vicesecretario de Comunicaci¨®n del PP, Esteban Gonz¨¢lez Pons, reconoci¨® que todav¨ªa quedaba algo de tensi¨®n pero insisti¨® en que Ripoll ha sido un gran presidente de la Diputaci¨®n "y estoy convencido de que tiene un futuro en el PP", dijo sin entrar a se?alar cu¨¢l. La crisis en Alicante, dijo Gonz¨¢lez Pons, se ha resuelto "con un pacto entre las partes y siempre que hay un pacto hay una buena soluci¨®n detr¨¢s", agreg¨®.
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