Un ¨®rgano acorde con el modelo europeo

Nuestro Tribunal Constitucional (TC) se compone de 12 miembros nombrados por el Rey: cuatro a propuesta del Congreso, cuatro a propuesta del Senado (los ocho por mayor¨ªa de tres quintos), dos a propuesta del Gobierno y dos a propuesta del Consejo General del Poder Judicial. Los miembros del tribunal se designan por nueve a?os y se renuevan por terceras partes cada tres a?os. Las cuatro vacantes actuales corresponden al Congreso y no al Gobierno. El TC est¨¢ en consonancia con el modelo europeo y nada tiene que ver con el modelo anglosaj¨®n o americano, de elecci¨®n vitalicia de sus miembros. A algunos les atrae bastante lo vitalicio, tambi¨¦n en el ¨¢mbito penal... No es nuestra posici¨®n.

El problema de politizaci¨®n del TC no est¨¢ en el sistema de elecci¨®n de sus miembros, sino en el uso abusivo del recurso de inconstitucionalidad que continuamente viene interponiendo el PP cuando est¨¢ en la oposici¨®n, contra leyes que desarrollan el Estado auton¨®mico y que reconocen derechos y libertades... El int¨¦rprete de la Constituci¨®n debe velar por la protecci¨®n de los principios y derechos que esta recoge y no por los que el PP entiende que debe recoger. Por eso a la derecha espa?ola no le gusta el Constitucional, que ha prestado un gran servicio a nuestro pa¨ªs consolidando derechos y libertades de los ciudadanos.

En la situaci¨®n actual, el PP pretende rebajar notablemente la cualificaci¨®n que han tenido siempre los miembros del tribunal con alguna de sus propuestas de nombramiento, dif¨ªcilmente asumibles m¨¢s all¨¢ del perfil ideol¨®gico. Dicho esto, lo cierto es que debemos apostar por la implantaci¨®n de mecanismos que limiten y eviten los intentos de obstrucci¨®n pol¨ªtica que a veces se practican en la renovaci¨®n de ¨®rganos de relevancia constitucional; mecanismos que ya existen en algunos pa¨ªses de nuestro entorno.

Julio Villarrubia es portavoz socialista en la Comisi¨®n de Justicia del Congreso.