Laboratorio de recortes
Tras la resaca electoral, el PP contin¨²a en campa?a instalado en su estrategia de cuanto peor mejor, sembrando dudas sobre la credibilidad de las cuentas p¨²blicas sin importarle las consecuencias o incluso peor, intentando sacar partido de ellas. Pero esta forma de comportamiento no es nueva ni improvisada, sino que repite la estrategia ensayada por Feij¨®o en Galicia, externalizar responsabilidades y renegar de sus compromisos electorales, mientras recorta y privatiza servicios p¨²blicos. As¨ª, al recuperar la Xunta, se sac¨® de la chistera un supuesto burato de 600 millones de euros dejado por el Gobierno anterior, agujero que desmontaron los datos de liquidaci¨®n presupuestaria, pero que sirvi¨® para justificar un recorte social que tuvo como primera medida eliminar el derecho a los libros de texto gratis. A este recorte siguieron y siguen otros, al mismo tiempo que se hipoteca el futuro de la sanidad generando negocios privados en hospitales y centros de salud que cuadriplican el coste inicial y pagaremos durante 20 a?os.
El triunfo conservador puede provocar un da?o social irreparable al no promover la igualdad
La gesti¨®n de la derecha gallega evidencia que el PP ni tiene soluciones, ni logra resultados. Es m¨¢s, los gallegos vivimos peor y nuestra econom¨ªa pierde peso en Espa?a. Galicia tiene 226.500 parados, 63.800 m¨¢s que hace dos a?os, duplicando el ritmo de destrucci¨®n de empleo nacional, se increment¨® un 56% el n¨²mero de familias en las que todos los miembros est¨¢n en paro y aumentaron el 94% los trabajadores afectados por un ERE. Como resultado de esta gesti¨®n de la crisis, la deuda p¨²blica gallega creci¨® un 57%, por encima de la media del resto de comunidades aut¨®nomas, a pesar de paralizar las infraestructuras, la inversi¨®n en innovaci¨®n y abandonar la pol¨ªtica industrial.
Cuando el PP habla de apretar el cintur¨®n se refiere a un ajuste duro de la cobertura social, mientras aumentan los est¨ªmulos fiscales a empresarios, riqueza y rentas, todo ello bajo la premisa de que una vez incrementada la tarta de la riqueza todos podremos comer, aunque su reparto sea injusto e insolidario y muchas familias de renta baja pierdan su futuro por el camino.
En el contexto actual, el triunfo conservador puede provocar un da?o social irreparable al no promover la igualdad de oportunidades, mientras polariza la sociedad entre los cautivos de unos servicios p¨²blicos deteriorados y subsidiarios, y los que pueden permitirse pagar servicios privados de calidad.
Es obvio que ni existen recetas m¨¢gicas para superar esta crisis, ni el margen de actuaci¨®n de un Gobierno es ajeno a las condiciones del entorno. Estas limitaciones est¨¢n poniendo en cuesti¨®n la capacidad de la socialdemocracia europea para responder a la crisis, generar empleo y confianza y defender el estado del bienestar. Por ello, es imprescindible y urgente que la izquierda, que hoy mantiene en nuestro pa¨ªs el mayor nivel de cobertura social de la historia, genere un proyecto cre¨ªble que recupere la capacidad transformadora de la pol¨ªtica e ilusione a los ciudadanos que hoy est¨¢n desesperanzados y desencantados.
Renovar un proyecto va mucho m¨¢s all¨¢ de cambiar una cara o un eslogan y advertir a los ciudadanos de los peligros de un gobierno de derechas. Precisa impulsar un programa socialdem¨®crata que, en lugar de actuar a remolque de las condiciones impuestas por los mercados externos, promueva la defensa activa del Estado del bienestar y para ello prioriza y transforma las instituciones, la fiscalidad o el modelo econ¨®mico y financiero, no por imposici¨®n sino por convicci¨®n. Un proyecto con medidas valientes e innovadoras para garantizar la redistribuci¨®n social de los costes de una crisis que ni los indignados, ni los desencantados provocaron, pero que todos pagamos. Un programa econ¨®mico que no s¨®lo ampl¨ªe el tama?o de la tarta econ¨®mica sino que garantice su justa distribuci¨®n. Un proyecto que priorice el empleo estable y apoye a quien lleva a cuestas el insoportable peso de una deuda hipotecaria despu¨¦s de ser desahuciado, que luche contra el fraude y las pr¨¢cticas abusivas, que limite el enriquecimiento de quien acude a ayudas p¨²blicas, que impulse la capacidad redistributiva del sistema fiscal y redefina la imposici¨®n sobre el patrimonio y los inmuebles desocupados, que presente acciones decididas para luchar contra la corrupci¨®n, que evite duplicidades en la administraci¨®n p¨²blica y promueva la eficiencia del gasto. Si los ciudadanos perciben que, frente a una derecha irresponsable para la que todo vale con tal de gobernar, el socialismo toma nota de la cr¨ªtica y desencanto social, y presenta un proyecto coherente, cre¨ªble y honesto, en las generales habr¨¢ partido.
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