Visteon cierra C¨¢diz Electr¨®nica y deja a 400 trabajadores en la calle

La historia vuelve a repetirse en la bah¨ªa de C¨¢diz. En 2007 Delphi, tras amagar con despidos y recortes, anunci¨® por sorpresa el cierre de su planta en Puerto Real. 1.500 personas perdieron su trabajo. M¨¢s de 600 siguen sin ser recolocados. Ayer los operarios de C¨¢diz Electr¨®nica, filial de la estadounidense Visteon con sede de El Puerto de Santa Mar¨ªa, revivieron la dram¨¢tica experiencia. La compa?¨ªa reuni¨® a los miembros del comit¨¦ y les comunic¨® su decisi¨®n irreversible de clausurar la f¨¢brica. Sindicatos, partidos pol¨ªticos y administraciones han condenado un cerrojazo que deja a 396 trabajadores en la calle.

Fue una ma?ana rara. Los representantes sindicales de UGT, CC OO y CSIF fueron trasladados en autobuses a un hotel de Jerez. All¨ª les esperaba una delegaci¨®n de la compa?¨ªa llegada directamente de Estados Unidos. Un traductor les hac¨ªa llegar en espa?ol el mensaje de sus jefes. La planta de El Puerto ten¨ªa que cerrar. "No ense?aron ni papeles ni documentos. Solo nos dijeron que era una decisi¨®n de estrategia y que no hab¨ªa marcha atr¨¢s", lament¨® Jes¨²s Serrano, de CC OO. Fue un mazazo inesperado. La compa?¨ªa hab¨ªa presentado ya un Expediente de Regulaci¨®n de Empleo pero los operarios no se esperaban una medida tan contundente.

Ejecutivos de la empresa informaron del cierre a trav¨¦s de un traductor

C¨¢diz Electr¨®nica, ubicada en la carretera de Sanl¨²car, fabrica componentes electr¨®nicos para las grandes marcas de coches. Era un negocio pujante hasta que la crisis redujo la venta de veh¨ªculos. En un comunicado, la direcci¨®n de la compa?¨ªa ha explicado que la reducci¨®n de pedidos y la ausencia de otras l¨ªneas de negocio hace que el mantenimiento de esta planta sea inviable. Adem¨¢s de en El Puerto, Visteon tiene factor¨ªas en Igualada (Barcelona), Medina de Rioseco (Valladolid), Salceda de Caselas (Pontevedra) y Almussafes (Valencia) y el centro t¨¦cnico de Servicio y Atenci¨®n al Cliente de El Prat de Llobregat. Ninguno de estos centros de trabajo se ver¨¢ afectado por los recortes.

La noticia del cierre lleg¨® r¨¢pido al resto de la plantilla. La salida a la hora de la comida fue una concentraci¨®n improvisada. Ya colgaban algunos carteles alusivos a la muerte cercana de su f¨¢brica. Muchas caras de desolaci¨®n. Tambi¨¦n de indignaci¨®n. "Vamos a pelear por esto. Nos van a tener enfrente", anunci¨® ayer Serrano. El comit¨¦ explicar¨¢ hoy qu¨¦ acciones preparar¨¢n contra la clausura. "De momento vamos a seguir acudiendo a nuestro puesto de trabajo por mucho que quieran que no volvamos". El representante sindical denunci¨® ayer que la empresa cort¨® ayer la conexi¨®n inform¨¢tica de toda la planta.

El alcalde de El Puerto, Enrique Moresco, del PP, propuso al resto de partidos hacer un frente com¨²n para evitar el cierre. "No tenemos que resignarnos sino ponernos al lado de los trabajadores para intentar que la empresa no consume una decisi¨®n que va a ser dram¨¢tica para muchas familias". El diputado auton¨®mico de IU Ignacio Garc¨ªa calific¨® de "crimen laboral" la actuaci¨®n de Visteon.

El delegado de la Consejer¨ªa de Empleo en C¨¢diz, Juan Bouza, que se enter¨® del cierre por los sindicatos, afirm¨® que la compa?¨ªa no hab¨ªa dado muestras de problemas en los ¨²ltimos meses. Bouza intent¨® fijar un encuentro urgente con la gerencia de la empresa en El Puerto, pero ayer no fue posible localizar a ning¨²n representante de la compa?¨ªa. Tambi¨¦n ha advertido de que se tomar¨¢n medidas contra la empresa si en este cierre se si ha incumplido la normativa laboral.

El cierre de Visteon recuerda mucho al de Delphi aunque las circunstancias para estos operarios son bastante diferentes. La clausura de Delphi lleg¨® antes de que estallara la crisis y los sindicatos pudieron arrancar a la Junta de Andaluc¨ªa un plan de recolocaci¨®n que todav¨ªa, cuatro a?os despu¨¦s, est¨¢ en vigor. Los de Visteon, con una media de edad superior a los 40 a?os, se enfrenta a un panorama desolador, con muchos m¨¢s parados y una administraci¨®n con las manos atadas a la hora de hacer frente a medidas excepcionales.