Un protocolo com¨²n para reubicar los medidores de poluci¨®n

Madrid consigui¨® reducir sus niveles de contaminaci¨®n por di¨®xido de nitr¨®geno (gas irritante de las v¨ªas respiratorias que procede del tr¨¢fico) un 20% entre 2009 y 2010. Pas¨® de registrar 54 microgramos por metro c¨²bico a 44. Estuvo a punto de respetar el m¨¢ximo (40) que permite la Uni¨®n Europea, que justo ese a?o empezaba a ser obligatorio. Para conseguirlo, no implant¨® un peaje urbano como Londres, ni cre¨® zonas de bajas emisiones. Lo que hizo fue cambiar la red de medici¨®n, eliminando algunas estaciones, cambiando de sitio otras y colocando alguna nueva. Las que desaparecieron del mapa fueron las que peores datos hab¨ªan registrado en a?os anteriores. El fiscal general de Medio Ambiente no trag¨® y se lo ech¨® en cara a Alberto Ruiz-Gallard¨®n. En enero pasado envi¨® un dur¨ªsimo escrito de 34 p¨¢ginas al Ayuntamiento: "Ni siquiera la reubicaci¨®n de algunas estaciones de medici¨®n ha servido para maquillar un resultado que a todas luces cabe calificar de grave".

El Ministerio de Medio Ambiente no quiere que cada ciudad decida cambiar la red de medici¨®n por su cuenta. Por eso una de las medidas del Plan nacional de mejora de la calidad del aire que ha sacado a informaci¨®n p¨²blica consiste en crear un protocolo com¨²n de actuaci¨®n a la hora de "reubicar" estaciones. La elaboraci¨®n de una "gu¨ªa metodol¨®gica para la correcta ubicaci¨®n" se discutir¨ªa con las comunidades aut¨®nomas en la conferencia sectorial. Entre otras cosas, el Ministerio quiere que establezca criterios homog¨¦neos para decidir "de forma clara y transparente" por qu¨¦ una ciudad o una comunidad decide cambiar los puntos de medici¨®n.

La ubicaci¨®n de la red se revisar¨¢ cada cinco a?os, asegura el borrador del plan. Madrid, como el resto de ciudades, tendr¨¢ que justificar por qu¨¦ cambia de sitio una estaci¨®n. Deber¨¢ presentar "un resumen f¨¢cilmente entendible por aquellos no expertos en la materia". Es decir, transparencia para que cualquier ciudadano sepa por qu¨¦, y es un ejemplo real, la caseta verde que med¨ªa la contaminaci¨®n del tr¨¢fico de la Castellana en la plaza de Gregorio Mara?¨®n ya no est¨¢ donde sol¨ªa, a pie de tubo de escape, sino unos 200 metros m¨¢s all¨¢, en plenos jardines del Museo de Ciencias.

El Ayuntamiento aleg¨® tras modificar la red de medici¨®n que lo hizo para cumplir la directiva europea de calidad del aire. Vercher asegur¨® que no deb¨ªa haber suprimido estaciones que registraban niveles tan altos de contaminaci¨®n. Y a¨²n fue m¨¢s all¨¢. Bajo sus ¨®rdenes, la Guardia Civil estuvo realizando mediciones de part¨ªculas en suspensi¨®n PM10 en tres puntos de la capital (en el eje de la Castellana) de los que hab¨ªan desaparecido las estaciones. Result¨® que la contaminaci¨®n segu¨ªa casi igual que el a?o anterior. "En este eje, que siempre ha sido uno de los que presentaban valores m¨¢s elevados, la eliminaci¨®n de estaciones no se ha visto compensada", se?al¨®.

Ecologistas en Acci¨®n ve con buenos ojos el plan nacional que tiene colgado en su web Medio Ambiente (www.marm.es). "Es un buen plan, con muchas medidas sensatas, que llega bastante tarde y que dif¨ªcilmente se podr¨¢ poner en pr¨¢ctica en las medidas m¨¢s ambiciosas por falta de voluntad pol¨ªtica de las Administraciones", prev¨¦ su portavoz, Paco Segura. El Ayuntamiento de Madrid, de momento, guarda silencio. Est¨¢, asegura una portavoz de la Concejal¨ªa de Medio Ambiente, que dirige Ana Botella, "preparando sus consideraciones sobre el documento para presentarlas", aunque desconoce "si el borrador es definitivo o cambiar¨¢ tras la reuni¨®n sectorial de Medio Ambiente".