Una copia que mejora al original

El Freemont es el primer Fiat que nace de su asociaci¨®n con el grupo Chrysler. En realidad se trata de una adaptaci¨®n del Dodge Journey realizada por la marca italiana, y lo mejor es que consigue superar al original. Estrena motores turbodi¨¦sel a la ¨²ltima, que solventan el funcionamiento tosco y ruidoso de la mec¨¢nica del Journey; tiene un interior mucho m¨¢s cuidado y a?ade, adem¨¢s, una conducci¨®n m¨¢s refinada, con mejor tacto, confort y silencio de marcha. La evoluci¨®n sienta muy bien y convierte al Freemont en un familiar completo y con precios interesantes.

Por lo dem¨¢s, el nuevo Fiat mantiene el dise?o y planteamiento mestizo del Journey, que combina soluciones de los todoterrenos y los monovol¨²menes. As¨ª, la carrocer¨ªa mantiene el estilo de los primeros y el interior incluye la configuraci¨®n t¨ªpica de los ¨²ltimos, con siete plazas repartidas en tres filas (2+3+2).

El Freemont ya est¨¢ disponible desde 24.450 euros (incluido un descuento del 8%) y, por su dualidad, puede competir con modelos de varios tipos: monovol¨²menes grandes (Chevrolet Orlando, Ford S-Max), todoterrenos de siete plazas (Mitsubishi Outlander, Citro?n C-Crosser) e, incluso, modelos m¨¢s compactos como el Nissan Qashqai +2. Sus tarifas son inferiores a las de la mayor¨ªa de rivales y se asocian a un equipo de serie nutrido que no exige desembolsos adicionales. Y se puede elegir con dos motores turbodi¨¦sel (140 y 170 CV), ambos con cambio manual de seis marchas y tracci¨®n delantera. El de 170 CV se ofrecer¨¢ a partir de octubre con tracci¨®n 4x4 y cambio autom¨¢tico.

La carrocer¨ªa es id¨¦ntica a la del Journey, aunque con los detalles est¨¦ticos de Fiat: faros, parrilla, llantas... El interior, en cambio, es completamente diferente: desde el salpicadero y los paneles de puertas hasta los asientos. Y gana calidad y confort, porque presenta un dise?o m¨¢s vistoso, butacas m¨¢s grandes y c¨®modas, y mejores materiales. Las cinco plazas de las dos primeras filas ofrecen espacio suficiente para los m¨¢s altos, y las dos ¨²ltimas tambi¨¦n, aunque con una postura algo forzada que exige llevar las rodillas pegadas al pecho: valen para ni?os y adultos en trayectos cortos. El maletero es m¨ªnimo si se utilizan todos los asientos (154 litros) y grande si se pliegan los dos ¨²ltimos (540). La segunda fila y la butaca del copiloto tambi¨¦n se pueden abatir para ampliar la capacidad de carga.

La sensaci¨®n que trasnmite al conducirlo es la de un coche m¨¢s c¨®modo y refinado que el Journey. Fiat ha mejorado la insonorizaci¨®n, y tambi¨¦n ha modificado la direcci¨®n y las suspensiones para reforzar tanto la manejabilidad como el confort. Y el resultado es bueno, porque el Freemont ofrece una calidad de conducci¨®n y de rodadura convincentes.

Los nuevos motores 2.0 Multijet de segunda generaci¨®n responden con finura y son m¨¢s limpios que los que utiliza ahora Fiat: emiten un 30% menos de ¨®xidos de nitr¨®geno (NOx), un contaminante asociado a los di¨¦sel. El de 140 CV mueve el peso con cierta holgura y puede resultar suficiente, aunque el de 170 CV aporta una potencia extra que se agradece al adelantar y cuando se viaja cargado.

El equipamiento completa las virtudes del Freemont y se estructura en dos acabados: Freemont o b¨¢sico, reservado al motor menos potente (24.450 euros), y Urban, compatible con las dos mec¨¢nicas (25.550 y 26.900). Pero el primero viene ya con casi todo: control de estabilidad ESP y seis airbags, climatizador trizona, llantas de aleaci¨®n, radio CD/MP3, volante con mandos, regulador de velocidad, ordenador y hasta llave inteligente (no hace falta sacarla del bolsillo para abrir y arrancar el coche).

El Urban suma bluetooth para el m¨®vil, sensores de luces y aparcamiento, asiento del conductor con ajuste el¨¦ctrico, cristales tintados y volante y pomo del cambio en cuero, entre otros detalles.