La violencia de g¨¦nero en televisi¨®n
La gran ola medi¨¢tica levantada por la detenci¨®n del expresidente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Khan, ha servido en Francia para que numerosas v¨ªctimas de agresiones sexuales lograran, al fin, liberarse. Las llamadas a l¨ªneas de ayuda se han incrementado hasta en un 30%. Muchas son mujeres que hablan por primera vez, sencillamente porque -seg¨²n confiesan- ahora sienten que la sociedad est¨¢ m¨¢s dispuesta a escucharlas.
Los medios contribuyen a visibilizar la violencia de g¨¦nero, a que esta haya dejado de ser un conflicto privado en el que, por un respeto mal entendido, no deb¨ªamos involucrarnos, para ser considerado un problema de toda la sociedad. A lo largo de 2010, las noticias sobre violencia de g¨¦nero fueron las terceras en el reparto de tiempo de los informativos de las televisiones p¨²blicas andaluzas, solo por detr¨¢s de la crisis econ¨®mica y las medidas de ajuste. Es m¨¢s, las noticias sobre violencia de g¨¦nero aparecen como primera o segunda noticia en los titulares de esos informativos el doble de veces que el resto de temas de actualidad.
Estos datos se desprenden de un estudio realizado por el Consejo Audiovisual de Andaluc¨ªa que revela que las informaciones sobre violencia de g¨¦nero no solo est¨¢n motivadas por sucesos tr¨¢gicos, sino tambi¨¦n por campa?as institucionales de sensibilizaci¨®n. De hecho, los d¨ªas con mayor espacio dedicado a este asunto no coinciden con los asesinatos de mujeres. Los picos de difusi¨®n se concentran en marzo y noviembre con motivo de la celebraci¨®n del D¨ªa de la Mujer Trabajadora y del D¨ªa Contra la Violencia de G¨¦nero, respectivamente.
Mientras los expertos intentan dilucidar el alcance exacto del llamado efecto contagio, lo que est¨¢ contrastado es el tremendo coste social de que esos cr¨ªmenes se pierdan en el silencio. Por eso es crucial la labor que realizan los medios de comunicaci¨®n de mentalizaci¨®n y sensibilizaci¨®n de la ciudadan¨ªa, sobre una cuesti¨®n que es calificada por unanimidad como una lacra social. Por eso es tan importante dar un paso m¨¢s, un paso que a?ada a las informaciones un plus de calidad. Es preciso que los medios pongan especial celo en c¨®mo se tratan los asesinatos de mujeres, la profesionalidad y el respeto a las v¨ªctimas deben predominar por encima de cualquier intento de banalizaci¨®n o frivolidad.
Ser¨ªa pues conveniente no dar p¨¢bulo a actores ocasionales que no aportan datos para comprender la noticia y s¨ª a?aden un morbo que convierte en espect¨¢culo un drama humano real. El informe dice que estos protagonizan m¨¢s del 18% del tiempo total. Hay que apostar por opiniones cualificadas -los expertos apenas superan el 5,8%- que ayuden a las mujeres en esta situaci¨®n a identificar lo que les sucede y brindarles los mecanismos dispuestos por las instituciones para protegerlas (tel¨¦fono 016, por ejemplo); es la diferencia entre mostrar salidas o escarbar en el lodo. Una noticia bien enfocada salva vidas, una noticia regada de sangre extiende el terror del que se alimentan los maltratadores.
Tambi¨¦n hay que tener presente que, en el reparto de los tiempos de voz, dos de cada tres intervenciones en este tipo de noticias son de mujeres. ?No transmitimos con ello la idea de que estamos ante un problema solo de las mujeres y no de la sociedad en su conjunto? Hay que extender el tratamiento a los actores masculinos, de la misma forma que hay que extender el an¨¢lisis a otro tipo de programas, como los magazines matinales y vespertinos donde, frecuentemente, los casos de violencia de g¨¦nero se tratan desde el amarillismo, enfatizando los aspectos m¨¢s escabrosos sin atender a las m¨¢s elementales normas de la ¨¦tica period¨ªstica.
Por otro lado, procuremos que no se emitan en horario infantil espacios en los que se ofrece una estereotipada y machista visi¨®n de las relaciones de pareja. El Consejo Audiovisual de Andaluc¨ªa ya ha estimado varias quejas contra telenovelas que transmit¨ªan, de forma banal y acr¨ªtica, modelos de comportamiento sexistas. Los menores pueden llegar a asimilar como naturales conductas de violencia y desigualdad -a veces de sometimiento- realmente graves.
Durante estos a?os, hemos logrado entre todos que la violencia de g¨¦nero fuera tenida en cuenta por los medios. Nuestra sociedad est¨¢ aprendiendo a plantarle cara a los verdugos y a ponerse sin complejos al lado de las v¨ªctimas. Es el momento de dar un paso adelante. Las televisiones deben adoptar c¨®digos de autorregulaci¨®n para que, manteniendo inc¨®lume su derecho a la libertad de expresi¨®n, sigamos haciendo crecer nuestra democracia. Es tiempo de mejorar la cobertura de los temas de violencia de g¨¦nero. Gracias a los medios no volveremos a dejarlas solas, ya no.
Emelina Fern¨¢ndez Soriano es presidenta del Consejo Audiovisual de Andaluc¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.