El pr¨®ximo a?o en Jerusal¨¦n
Mis amigos israel¨ªes est¨¢n asustados. Navega la segunda Flotilla de la Libertad hacia Gaza y se temen lo peor. Ellos conocen la brutalidad del Gobierno de Netanyahu y lamentan la muerte de nueve tripulantes durante el asalto a la anterior flotilla. Saben que algo anda mal cuando sus legendarias tropas de ¨¦lite se permiten esos desafueros. Pero tambi¨¦n se asombran de que, en las protestas internacionales contra el abordaje, nadie mencionara a los 46 marinos surcoreanos, asesinados fr¨ªamente unas semanas antes por el r¨¦gimen norcoreano. Intento explicarles que es muy c¨®modo demonizar unos terrorismos de Estado y olvidarse de otros: el pacifismo prefiere las gafas de madera.
Mis amigos israel¨ªes andan desconcertados. Esperaban alg¨²n mensaje, alguna consigna de Bob Dylan, que actu¨® el pasado lunes en un estadio de Tel Aviv. Pero les toc¨® el Dylan antip¨¢tico. Ni un saludo ni un gui?o a los 25.000 seguidores que pagaron una pasta por verle. Este es el hombre que defendi¨® la agresiva pol¨ªtica exterior del sionismo con Neighborhood bully. Lo grab¨® en 1973 pero nunca lo toca en directo. Ni siquiera en sus (escasos) conciertos en Israel. Hay algo reconfortante en enterarse de que, incluso en la Tierra Prometida, Bob Dylan desprecia las expectativas del respetable.
En Israel, Bob Dylan no alardea de sionismo y muestra su faceta m¨¢s antip¨¢tica
Mis amigos israel¨ªes prefieren no hablar de los promotores de conciertos de su pa¨ªs. "Un desastre", se les escapa, "unos sinverg¨¹enzas". Les hacen sufrir largas colas (por "la seguridad"), se contentan con un sonido pobre y una iluminaci¨®n m¨ªnima, desaprovechan las pantallas. A Dylan seguramente no le importa, pero el siguiente contratado para ese mismo escenario es Paul Simon, un perfeccionista que dif¨ªcilmente soportar¨¢ esas condiciones.
Mis amigos israel¨ªes est¨¢n divididos sobre el recital de Dylan. Igual que la prensa. El centrista The Jerusalem Post se mostr¨® positivo. Respecto al lamento de que no se dirigiera al p¨²blico, le echaban un capote: "Un hombre serio no habla mientras trabaja". En realidad, Dylan estuvo decente. Pero no puedo dejar de apreciar la maravillosa contundencia del titular de un cr¨ªtico del izquierdista Haaretz: "Quiero que me devuelvan el dinero, es as¨ª de sencillo".
Mis amigos israel¨ªes manifiestan una renuente admiraci¨®n por Elvis Costello. Despu¨¦s de la matanza en la primera flotilla, el ingl¨¦s suspendi¨® su visita y se apunt¨® al boicot cultural a Israel. Siguieron su ejemplo los Pixies, Santana y el difunto Gil Scott-Heron. Mis amigos preferir¨ªan que nadie dejara de acudir a su pa¨ªs; por el contrario, aseguran, deber¨ªan aprovechar los escenarios y los periodistas israel¨ªes para difundir sus ideas. Un asunto enojoso para todos: hace unos meses, entrevistaba yo a Costello y ?se neg¨® a discutir su postura!
Mis amigos israel¨ªes se carcajean del fervor con que los medios de su pa¨ªs acogen ahora a cualquier artista que llega al aeropuerto Ben Guri¨®n. De Dylan, la televisi¨®n privada dijo que era un buen jud¨ªo, que en un momento de su vida pens¨® en instalarse en un kibutz (s¨ª, seguro: el sue?o de Bob es trabajar en una comuna agr¨ªcola). La ¨²ltima superestrella que caus¨® alboroto fue Shakira, que acudi¨® a la conferencia del presidente Sim¨®n Peres, en busca de lo que llama Grandes Ideas. Tampoco sab¨ªa muy bien a qui¨¦n invitaba: insist¨ªa en llamarla "Sharika". La colombiana solt¨® sus simplezas sobre el valor de la educaci¨®n y sus anfitriones evitaron abochornarla.
Mis amigos israel¨ªes suspiran por artistas m¨¢s corrosivos. Ni el modelo "profeta silencioso" de Dylan ni la showgirl con pretensiones tipo Shakira. Ellos echan de menos los buenos tiempos de Miklat (en espa?ol, "refugio"), un bar de Jerusal¨¦n donde coincid¨ªan raperos jud¨ªos, palestinos y cualquier practicante del hip-hop que cayera por all¨ª. Lo que ellos est¨¢n esperando es que vuelva el principal grupo rapero de origen jud¨ªo, los gamberros Beastie Boys. Pero se tendr¨¢n que conformar con la en¨¦sima gira de Matisyahu, ese cantante jas¨ªdico que hace reggae y dance-hall con mensaje ortodoxo. Un chiste demasiado largo.
Babelia
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