Alguersuari hace otro gui?o a sus jefes

El jueves anterior a cada gran premio, los equipos mandan y reparten por la sala de prensa unos comunicados a modo de previa en los que se detalla c¨®mo van a afrontar la carrera e informan de las novedades de sus coches. Los hay muy serios, como los de McLaren y Ferrari, pero tambi¨¦n los hay como los de Red Bull y Toro Rosso, que siempre buscan arrancar una carcajada. En el caso del filial de la escuder¨ªa energ¨¦tica, su comunicado est¨¢ planteado como un c¨®mic, con unas vi?etas en las que aparecen las caricaturas de los pilotos.

Desde el GP de Australia, primera cita del curso, adem¨¢s de S¨¦bastien Buemi y Jaime Alguersuari, aparece en los dibujos Daniel Ricciardo, un australiano de 21 a?os que cada viernes se sube a uno de los dos STR6 para afrontar una de las sesiones de ensayos libres y que compagina su trabajo al volante de un F-1 con el Europeo de F¨®rmula Renault 3,5 litros. Ricciardo no es m¨¢s que la espada de Damocles que amenaza a Buemi y Alguersuari, la imagen de la presi¨®n que Red Bull ejerce sobre ellos para que demuestren si merecen seguir conduciendo uno de sus b¨®lidos.

"Nosotros respaldamos a los j¨®venes, pero ellos tienen que ser conscientes de la inversi¨®n que Red Bull realiza en ellos. Por eso les presionamos as¨ª". Esta declaraci¨®n de intenciones es de Helmut Marko, el principal asesor deportivo de Dietrich Mateschitz, propietario del imperio energ¨¦tico, y el encargado del programa de j¨®venes pilotos de la marca, del que han salido Buemi, Alguersuari y, tambi¨¦n, Ricciardo.

A diferencia de lo que ocurre en otras estructuras, Red Bull no ofrece por dinero ninguno de los cuatro volantes de F-1 que posee. Por eso puede manejar la suerte de los corredores a su antojo. Cuando considera que uno de sus chicos no rinde al nivel que se espera de ¨¦l, se lo quita de encima, como en el pasado ocurri¨® con Sebastien Bourdais, al que Marko baj¨® del coche en marcha para ofrec¨¦rselo a Alguersuari, en Hungr¨ªa, hace dos a?os, cuando el espa?ol se convirti¨®, con 19 a?os, cuatro meses y tres d¨ªas, en el debutante m¨¢s precoz de la historia.

En tres grandes premios volver¨¢ a Budapest y antes de iniciar la carrera de ayer tuvo que defenderse de las cr¨ªticas de sus detractores que cuestionaban su continuidad. Hab¨ªa motivos. En las seis primeras carreras del curso, Buemi super¨® a Alguersuari tanto en la clasificaci¨®n -la ¨²nica excepci¨®n fue China- como en las carreras. "Estoy harto de tantas tonter¨ªas. Al parecer, cualquier rumor, venga de donde venga, firmado por quien sea o ni siquiera firmado, tiene m¨¢s fuerza que las declaraciones de Franz Tost [director deportivo de Toro Rosso] o de Helmut Marko", explot¨® el jueves el joven piloto.

Pero al d¨ªa siguiente Tost le replic¨®: "Jaime no tiene su puesto asegurado hasta final de temporada. Depender¨¢ de los resultados que consiga en las pr¨®ximas citas". Alguersuari ya hab¨ªa concluido octavo en Canad¨¢. Pero necesitaba otro gran resultado como el de Valencia. "No conduje mejor que en M¨®naco, donde perd¨ª cuatro puntos a seis vueltas para el final por culpa de un accidente de Sutil, ni que en China, Turqu¨ªa o Barcelona", dijo Alguersuari.

Sin embargo, su octavo puesto oblig¨® a Tost a matizar. "Si hace carreras como ¨¦sta", advirti¨®, "no solo tiene asegurado este a?o, sino que esperamos mucho m¨¢s de ¨¦l en el futuro".