Alonso regatea a un Red Bull

La retah¨ªla de cambios que la Federaci¨®n Internacional del Autom¨®vil (FIA) ha introducido este a?o en el reglamento del Mundial de f¨®rmula 1, en especial la aparici¨®n del aler¨®n trasero m¨®vil (DRS), provocaron que en el circuito que culebrea por el puerto de Valencia pasaran m¨¢s cosas ayer, en 20 vueltas, que en las tres ediciones anteriores. A pesar del sinf¨ªn de paradas que se contaron (65), los callejones enmurallados parecieron m¨¢s anchos que nunca y eso anim¨® a los pilotos, que se pasaron y se repasaron una infinidad de veces, aunque dejaron m¨¢s margen de lo habitual: se trata de la cuarta vez en la historia que todos los participantes cruzan la meta. Tanto picante dej¨® patidifusos a los 85.000 valientes que se achicharraron en las gradas (29? en el ambiente), y que finalmente estallaron al ver que Fernando Alonso cruzaba la meta el segundo tras regatear dos veces a Mark Webber, el tercero.

Los pilotos pararon una y otra vez en los callejones, hasta en 65 ocasiones

Alguersuari igual¨® el octavo puesto de Canad¨¢, su mejor clasificaci¨®n

El ¨²nico que complet¨® las 57 vueltas m¨¢s r¨¢pido que ¨¦l fue Sebastian Vettel, que rubric¨® otro fin de semana de manual, victoria, pole y vuelta r¨¢pida para ¨¦l, un hat trick que le permite dar otro paso hacia su objetivo de revalidar el t¨ªtulo que el a?o pasado le acredit¨® como el campe¨®n del mundo m¨¢s joven (23 a?os, cuatro meses y 11 d¨ªas). La de ayer fue la sexta victoria de Baby Schumi en las ocho citas que se han celebrado hasta ahora, un bot¨ªn demoledor si se atiende a que termin¨® segundo en las otras dos (China y Canad¨¢). Jaime Alguersuari repiti¨® el octavo puesto que ya logr¨® en Montreal, hace dos semanas, igualando as¨ª su mejor resultado en la F-1.

Desde que comenz¨® el curso, Ferrari sabe perfectamente cu¨¢les son los puntos fuertes y las miserias de su 150? Italia, un monoplaza m¨¢s o menos equilibrado que, sin embargo, las pasa canutas en los circuitos que precisan de mucha carga aerodin¨¢mica. Al b¨®lido rojo le ocurre exactamente al contrario que al RB7, la apuesta para este curso de Adrian Newey, el director t¨¦cnico de Red Bull, que ha dise?ado un prototipo que se agarra al asfalto como si en vez de neum¨¢ticos tuviera tent¨¢culos, especialmente en las curvas r¨¢pidas, los tramos que m¨¢s se le atragantan al italiano. Consciente de la oportunidad que se le presentaba en Valencia y ante una hinchada entregada al rojo, Alonso se mantuvo sereno en el momento de la arrancada, cuando se vio superado por su compa?ero, Felipe Massa, de quien se veng¨® al llegar a la primera curva, tambi¨¦n beneficiado por el frenazo que dio Webber y que oblig¨® al brasile?o a clavar el coche.

Cuando la carrera recuper¨® el pulso, Vettel, Webber y Alonso exhibieron, por este orden, un ritmo de giro muy similar, un factor que se puso del lado del asturiano, que pudo recurrir al DRS para provocar la tiritona del australiano tras el primer paso por los talleres. El de Ferrari atacaba en las rectas y el de Red Bull se defend¨ªa en las curvas, en una escenificaci¨®n muy ilustrativa del perfil de sus mec¨¢nicas. Hasta que Alonso se acerc¨® lo suficiente (vuelta 21) como para amagar un adelantamiento por el exterior y dar un volantazo en el ¨²ltimo momento, lanzarse al interior, colocar el morro en el v¨¦rtice de una curva a la derecha y enfilar la salida el segundo. Una maniobra que puso en relieve la habilidad del conductor y que poco despu¨¦s retrat¨® a su escuder¨ªa, que tard¨® demasiado en llamarle al taller la segunda vez. De esta forma, despej¨® el camino a Webber.

Y vuelta a empezar, otra vez detr¨¢s del b¨®lido energ¨¦tico, el chico de Oviedo y el muro que lo dirig¨ªa cayeron en la cuenta de que la ¨²nica posibilidad que ten¨ªan de quit¨¢rselo de en medio pasaba por afrontar m¨¢s tarde que ¨¦l el ¨²ltimo cambio de gomas. El plan funcion¨® para los intereses de la marca de Maranello, que permiti¨® que su primer piloto permaneciera en la pista tres vueltas m¨¢s que su rival y as¨ª corrigi¨® una metedura de pata que pudo condenarle de nuevo.

Con Vettel en otra galaxia, a Ferrari solo le queda encerrarse a trabajar en Maranello y esperar que el meneo en el reglamento que se har¨¢ visible dentro de quince d¨ªas, en Silverstone, certifique que esta segunda plaza de Alonso no fue un espejismo.