Dif¨ªcil democracia sin l¨ªderes
Los expertos dudan de la viabilidad de un sistema pol¨ªtico en el que cada decisi¨®n tenga que ser refrendada por la asamblea
A ellos les cuesta aceptarlo, pero en m¨¢s de una de las asambleas de la acampada de Sol reprodujeron los mismos esquemas que cuestionaban. Por ejemplo, cuando las comisiones se reunieron para planificar la manera de adelgazar el campamento y evitar as¨ª el desalojo y votarlo en la asamblea agitando las manos en alto. Una indignada de unos 45 a?os interrumpi¨® una de esas discusiones con quejas sobre problemas de convivencia en la plaza hasta que otra compa?era la reprendi¨®: "Ci?¨¢monos a lo que estamos debatiendo y, por favor, que hable un representante de cada comisi¨®n". Esta llamada al orden recordaba poderosamente a las del presidente del Congreso, Jos¨¦ Bono, en las sesiones plenarias, a pesar de que se trataba de una instituci¨®n frente a la cual se manifestar¨ªan semanas m¨¢s tarde.
"Los indignados ven que el emperador est¨¢ desnudo", dice un polit¨®logo
La ciudadan¨ªa podr¨ªa votar en el Congreso con un mensaje de m¨®vil
El movimiento rota a sus portavoces para evitar que el 15-M tenga rostro
Las comisiones ceden su poder a las asambleas de barrio
"No podemos discutir millones de espa?oles en una plaza", opina un soci¨®logo
Hay precedentes aislados de democracia directa en Brasil y Suiza
"Los indignados han gritado: '?El emperador est¨¢ desnudo!', y como en el cuento de Andersen, el pueblo ha salido de su mutismo para denunciar que los esca?os solo se llenan para evidenciar la incapacidad de las instituciones en la regulaci¨®n del conflicto social", declara Juan Carlos Monedero, polit¨®logo y profesor de la Universidad Complutense de Madrid. El experto Anthony Downs amplia este concepto en su obra La teor¨ªa econ¨®mica de la democracia, donde expone que el sistema parlamentario se ha convertido en un gran mercado en el que los votos se han convertido en mercanc¨ªa y los partidos en marcas que se publicitan con campa?as vac¨ªas durante las elecciones. La cr¨ªtica al 15-M aparece cuando el movimiento tambi¨¦n imprime su sello en las voces y los rostros de los portavoces, ya que queda patente que est¨¢n repitiendo el modelo que denostan.
Antonio L¨®pez, catedr¨¢tico de Trabajo Social en la UNED, opina que es imposible escapar a la representatividad como modelo organizativo: "Si nos fu¨¦semos a una isla desierta pronto se reproducir¨ªan los mismos procesos de estratificaci¨®n que se dan en nuestra sociedad, con unos grupos de exclusi¨®n y otros de liderazgo". L¨®pez entiende que la acampada de Sol tuvo el mismo comportamiento: "El movimiento encontr¨® asiento all¨ª y comenz¨® a organizarse como sociedad a trav¨¦s de la divisi¨®n del trabajo en comisiones. Esto gener¨® una profesionalizaci¨®n de los m¨¢s implicados, que han colocado su mensaje en la agenda p¨²blica y se han convertido en las caras del 15-M".
Este catedr¨¢tico apuesta porque muchos portavoces podr¨ªan convertirse a largo plazo en los candidatos de un nuevo partido o pasar a ingresar en las listas de alguno ya existente, alej¨¢ndose de las bases del movimiento. L¨®pez lo contempla como la ¨²nica posibilidad: "No hay una democracia real m¨¢s all¨¢ de la formal, porque no existe otra forma de organizarse. El sue?o de una democracia an¨¢rquica, sin intermediarios, no es realizable".
Jon Aguirre Such, miembro de Democracia Real, no est¨¢ de acuerdo con esto y pone todas sus esperanzas en la Red: "Internet ha llegado a los m¨®viles y ya se pueden realizar tr¨¢mites administrativos en l¨ªnea. No faltan canales ni herramientas, lo que necesitamos es voluntad pol¨ªtica, porque ya hay empresas como Paisaje Transversal que est¨¢n trabajando en un software para promover la participaci¨®n ciudadana. Ser¨ªa tan f¨¢cil como que el Congreso enviase por mensaje de texto las resoluciones que se van a votar y que los ciudadanos respondi¨¦ramos con un s¨ª o un no inmediato".
Pablo O?ate, catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica de la Universidad de Valencia, se muestra esc¨¦ptico ante este tipo de propuestas y mantiene que la democracia directa solo es posible en esl¨®ganes imaginativos: "Ni siquiera la Red escapa a la articulaci¨®n de los mecanismos de control y vigilancia. La prueba es que tambi¨¦n hay delitos cibern¨¦ticos y se ha legislado al respecto". O?ate a?ade que una democracia regida por referendos constantes no ser¨ªa mejor que la que tenemos: "Es muy f¨¢cil manipular a la poblaci¨®n en las consultas populares. La oposici¨®n juega a desgastar al Gobierno y el Ejecutivo solo convoca a los ciudadanos cuando tiene claro que la votaci¨®n va a favorecer sus intereses. As¨ª se lavan las manos en caso de que la decisi¨®n sea conflictiva y aumentan su popularidad".
Ignacio Urquizu, soci¨®logo de la Universidad Complutense de Madrid, se une a esta corriente cr¨ªtica: "Una democracia real es posible, pero no podemos lograrla los 35 millones de espa?oles discutiendo en una plaza. Las asambleas tampoco son la mejor alternativa al parlamentarismo. El ¨²nico secreto para que una propuesta triunfe es tener poder de convicci¨®n y tiempo para agotar al contrario".
Algunos portavoces del movimiento que ya han dejado su cargo est¨¢n cansados del juicio de los te¨®ricos. Tom¨¢s Mu?oz es uno de ellos. "Me niego a aceptar una democracia que no sea la directa, exijo un modelo en el que nadie tenga que delegar su capacidad de decisi¨®n", reclama a t¨ªtulo personal.
"Eso no significa que estemos en contra del sistema parlamentario. Pero queremos mejorarlo. Somos una ciudadan¨ªa de alta intensidad que denuncia el mal funcionamiento de las instituciones para que beneficien a la sociedad, no a los mercados", especifica, y para demostrarlo, cita las reivindicaciones del 15-M: "Estamos pidiendo que se reforme la ley electoral para que cada voto de cada ciudadano cuente igual, sin importar d¨®nde viva y a qui¨¦n vote. Exigimos tambi¨¦n una mayor transparencia en la financiaci¨®n de partidos, un sistema de listas abiertas para el Congreso de los Diputados, as¨ª como una ley de Transparencia y Acceso a la Informaci¨®n P¨²blica que obligue la Administraci¨®n a hacer p¨²blicos todos sus documentos, de forma que cualquier ciudadano pueda acceder a los contratos, las adjudicaciones, los datos y las cuentas de cualquier instituci¨®n p¨²blica".
El ¨²nico punto en el que coinciden los polit¨®logos y este antiguo portavoz es que si el movimiento se institucionalizase, fracasar¨ªa. "Lo bonito del 15-M es que est¨¢ externalizando el malestar de la gente y para el juego reglado ya est¨¢n los partidos", recuerda Urquizu, de la Complutense. En la misma l¨ªnea est¨¢ su compa?ero Juan Carlos Monedero: "La ignorancia de los indignados es su sabidur¨ªa. No conocen el viejo argumentario y por eso no han necesitado olvidarlo. Eso ha favorecido que rompan las rutinas de la democracia representativa, en la que a nadie parece importarle que cada vez menos gente acuda a las urnas. El porcentaje de abstenciones es tan alto que cualquiera dir¨ªa que las cosas marchan bien y no hace falta votar para que se produzca un vuelco electoral".
Jaime Pastor, profesor de Ciencias Pol¨ªticas en la UNED, duda de que al movimiento le falte formaci¨®n pol¨ªtica. "Hay que conocer muy bien el sistema para atacar directamente a sus bases", remarca. Pastor elogia la concienzuda organizaci¨®n del 15-M que, en su opini¨®n, cuenta con los mecanismos suficientes para no institucionalizarse: "El movimiento est¨¢ entrando en una nueva fase en la que las comisiones tendr¨¢n que reconvertirse y la representaci¨®n pasar¨¢ a ser territorial". Otra de las garant¨ªas que observa el profesor de la UNED es el sistema de rotaci¨®n que han implementado para impedir que un grupo se asiente en el poder.
Tom¨¢s Mu?oz, Juan Cobos, Pablo G¨®mez y Luc¨ªa Delgado son algunos de los que abandonaron su puesto el pasado 19-J. "Es contraproducente que se mantenga siempre a los mismos compa?eros como portavoces, porque la ciudadan¨ªa identifica a la plataforma con esas personas. No queremos que se perpet¨²e un esquema disfuncional en el que la realidad se construye parcialmente mediante las declaraciones de voces autorizadas", explica el equipo de comunicaci¨®n de Democracia Real.
La exportavoz Luc¨ªa Delgado cuenta que los turnos de representaci¨®n solo se establecen cuando tienen prevista una acci¨®n que pueda llamar la atenci¨®n de la prensa y ahora mismo no hay nadie que desempe?e esa labor. "No hay por qu¨¦ desconfiar de los movimientos sin caras. Democracia Real es una plataforma donde la voz de cada uno de sus integrantes tiene el mismo peso que todas las dem¨¢s y los portavoces solo son transmisores del pensamiento cr¨ªtico que se expande en todas las direcciones por las redes sociales", indican en el departamento de comunicaci¨®n.
Pastor, el experto de la UNED, cree que los indignados han sabido evolucionar en los procesos deliberativos, lo que le parece un s¨ªntoma de maduraci¨®n del movimiento: "Algunas asambleas terminaron haci¨¦ndose interminables porque se debat¨ªa en un bucle eterno sin alcanzar un consenso total. Al final decidieron reformular su sistema de toma de decisones y evitaron el bloqueo devolviendo las propuestas a las comisiones, que relaboraban la moci¨®n para volver a presentarla ante el pueblo".
Algo parecido, al fin y al cabo, al mecanismo que rige la aprobaci¨®n habitual de las leyes en las Cortes.
A¨²n as¨ª, Joan Subirats, catedr¨¢tico de Ciencias Pol¨ªticas de la Universitat Autonoma de Barcelona, no tiene fe en que el modelo de los indignados funcione: "No hay precedentes hist¨®ricos, a excepci¨®n de un cant¨®n en Suiza y en Porto Alegre (Brasil), donde los ciudadanos votan sus presupuestos participativos una vez al a?o. Son comunidades peque?as, pero parece improbable que la autoorganizaci¨®n pueda funcionar a gran escala".
Este catedr¨¢tico solo ve un camino de cambio posible a corto plazo: el que marca Pierre Rosanvallon en La contrademocracia: la pol¨ªtica en la era de la desconfianza. El polit¨®logo franc¨¦s afirma que la vida democr¨¢tica depende cada vez menos de las elecciones y m¨¢s de la presi¨®n ciudadana.
"El buen ciudadano no es solo quien vota de vez en cuando, sino tambi¨¦n quien vigila permanentemente e interpela a los poderes, los critica y los juzga como expresi¨®n de las expectativas y decepciones de la sociedad", defend¨ªa el autor en anticipaci¨®n del 15-M.
?Act¨²an los pol¨ªticos como marionetas manejadas por los 'lobbies'?
La crisis de representatividad tiene un origen definido: la perversi¨®n de la figura del pol¨ªtico profesional. Esa es la tesis del polit¨®logo Jaime Pastor: "Los pol¨ªticos se han olvidado de cumplir con los requisitos m¨ªnimos de la democracia y ya no acuden a las sesiones plenarias, tienen condiciones salariales muy superiores a la media, no consultan a los ciudadanos y est¨¢n sometidos a una disciplina de partido que empobrece el debate".
El profesor de la UNED alerta de que esta tendencia contribuye a que se establezca una relaci¨®n "peligrosamente cercana" entre representantes del pueblo y los grupos econ¨®micos de poder, fundi¨¦ndolos en un mismo lobby. "?Qui¨¦n iba a renunciar a esa cuota de poder?", se pregunta Pastor. En su opini¨®n, la falta de voluntad pol¨ªtica es la raz¨®n de que no se instaure un modelo diferente.
La senadora Matilde Fern¨¢ndez recoge el guante y se defiende: "Yo tambi¨¦n estoy indignada con la falta de mecanismos de control y si yo, que tengo mi vida asentada, encuentro motivos para estar descontenta, imagino las razones de quienes est¨¢n empezando, pero me parece injusto que clamen por una democracia real. La nuestra ya lo es". Fern¨¢ndez no cree que sea imposible alcanzar la democracia comunitaria y recomienda a la ciudadan¨ªa que no olvide los m¨¦ritos del sistema parlamentario, "que tanto trabajo cost¨®".
La ex ministra socialista Cristina Narbona no est¨¢ segura de hasta d¨®nde puede llegar el movimiento, pero se muestra preocupada por el distanciamiento entre representantes y representados: "Todos los pol¨ªticos tenemos la obligaci¨®n de escuchar lo que los ciudadanos digan, sobre todo cuando el deterioro de nuestro Estado de bienestar es tan evidente". Despu¨¦s de entonar el mea culpa, aprovecha para pasar la factura al PP: "No puedo entender que no les importen las protestas del 15-M, que les se?alan directamente por temas como la corrupci¨®n".
La diputada popular Celia Villalobos le responde, perpetuando el cruce de acusaciones: "Cada vez que gobierna el PSOE se genera un movimiento de malestar social. Esto es lo mismo que sucedi¨® durante el mandato de Felipe Gonz¨¢lez, pero aplicado a las nuevas tecnolog¨ªas".
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