El PP ve cumplido su objetivo con la sensaci¨®n de final de la legislatura

Nada altera la euforia contenida que vive el PP. Para sus diputados, o al menos eso trasladan en privado, la victoria est¨¢ hecha, solo falta por saber si logran la mayor¨ªa absoluta o no. En ese contexto, la bancada popular y el propio Mariano Rajoy le conced¨ªan muy poca importancia al debate de ayer. Por eso, ni siquiera los diputados que admit¨ªan que Zapatero tuvo una primera r¨¦plica contundente que descoloc¨® a Rajoy, que eran muchos, asum¨ªan que eso tuviera alguna importancia fuera del hemiciclo.

Hace tiempo que el l¨ªder del PP no vive de debates, ni de grandes discursos, ni siquiera de confrontar con Zapatero, a quien todo el PP ve como un cad¨¢ver pol¨ªtico. Rajoy est¨¢ en otro registro, aseguran en su entorno. Est¨¢ convencido de que a la gente ya apenas le importan ni los debates ni los grandes discursos, que lo ¨²nico que vale son los malos datos econ¨®micos, y esos hundir¨¢n al PSOE y le llevar¨¢n a La Moncloa.

Su discurso se bas¨® en pedir elecciones y defender que s¨ª ha hecho propuestas

En esa estrategia, una de las claves consiste en que los ciudadanos entiendan que Zapatero est¨¢ en tiempo de descuento, que solo las elecciones desbloquear¨¢n la situaci¨®n. Y es ah¨ª donde los diputados del PP y el entorno de Rajoy salieron muy contentos: creen que la sensaci¨®n que sale del Congreso de los Diputados es de legislatura agotada, con un presidente que se despidi¨® de todos.

En los corrillos del PP se daba pr¨¢cticamente por hecho, tras las palabras de Zapatero, que adelantar¨¢ las elecciones. Y ese es el gran triunfo de Rajoy, por lo que el debate y el resultado de las r¨¦plicas, que otros a?os supuso graves cr¨ªticas internas para el l¨ªder del PP, esta vez era lo de menos. Algunos incluso dec¨ªan que Rajoy no hab¨ªa querido ser duro con Zapatero por elegancia, y de ah¨ª el ¨²ltimo mensaje de consideraci¨®n personal. Lo llevaba escrito para el discurso inicial, pero se le pas¨® y lo dijo en la ¨²ltima r¨¦plica.

Uno de los veteranos resum¨ªa as¨ª la sensaci¨®n de la tarde. "Esto es un adelanto de lo que puede pasar en la campa?a electoral: ganar¨¢ de palabra Rubalcaba y de hecho, en las urnas, Rajoy". Esto es, la cosa ya no va de debates, creen en el PP. El movimiento de desafecci¨®n del electorado socialista es una corriente tan de fondo, que nada puede hacerla girar, aseguran en privado.

A la mayor¨ªa de los diputados les gust¨® el discurso de Rajoy, centrado en pedir elecciones. Sobre todo porque creen que el l¨ªder del PP ha demostrado una gran habilidad para mantener a pi?¨®n fijo su estrategia, pase lo que pase, sin entrar a los trapos del PSOE. Y el discurso era claro: elecciones, elecciones, y elecciones: "En Espa?a ya no se discute si estamos mal, que estamos muy mal. Se discute por qu¨¦ Zapatero prolonga esta calamidad. Los espa?oles se preguntan hasta cu¨¢ndo piensa Zapatero imponer a los espa?oles este calvario y esta lenta agon¨ªa".

El l¨ªder del PP estaba preparado para lo ¨²nico que, seg¨²n sus estrategas, puede hacerle algo de da?o: la idea de que los populares no apoyan las reformas pedidas por Bruselas, que no presentan ninguna alternativa para no asumir el coste de proponer medidas duras y que, al hacerlo, ponen en riesgo la estabilidad del pa¨ªs. "Esperemos que lo ¨²nico en lo que se parece Espa?a a Grecia sea en su oposici¨®n", dijo Zapatero. Y la bancada popular acus¨® el golpe.

Pero Rajoy estaba pertrechado. Llev¨® a la r¨¦plica tres documentos con iniciativas -ley de emprendedores, de transparencia y de estabilidad presupuestaria-. Los mostr¨® para la fotograf¨ªa, pero el PP explic¨® que no las dar¨¢ a conocer hasta que no se registren en el Congreso. El l¨ªder del PP lleg¨® a asegurar que "nunca en la historia del Parlamento hizo la oposici¨®n tantas propuestas", lo que indign¨® a la bancada socialista, y remat¨® con una idea para explicar sus votos negativos que gust¨® mucho a sus diputados: "No le puede pedir a ninguna oposici¨®n que se sume a sus errores". El PP se fue contento, pero sobre todo porque cree que el pescado ya est¨¢ vendido y nada podr¨¢ cambiar el resultado electoral.