"La Constituci¨®n de Espa?a nos ha inspirado"
Mohamed Tozy, de 55 a?os, catedr¨¢tico de Ciencias Pol¨ªticas, es profesor en la Universidad Hassan II de Casablanca y del Instituto de Estudios Pol¨ªticos de Aix-en-Provence. Es autor de varios libros sobre la monarqu¨ªa y el islam. Form¨® parte de la comisi¨®n consultiva encargada de elaborar la nueva Constituci¨®n.
Pregunta. ?En qu¨¦ se parecer¨¢ Marruecos, aprobada la nueva Constituci¨®n, a las monarqu¨ªas parlamentarias de Europa?
Respuesta. Hay varias similitudes y tambi¨¦n grandes diferencias. La primera es que el rey fundamenta ahora su raz¨®n de ser en la Constituci¨®n. Como la monarqu¨ªa es una instituci¨®n constitucional puede parecer banal, pero es clave porque este cimiento elimina, por ejemplo, el vasallaje. La Constituci¨®n espa?ola ha inspirado las propuestas de partidos y asociaciones para justificar los poderes del rey. Como el rey de Espa?a, el de Marruecos no es responsable y cualquier acci¨®n compromete, en cambio, la responsabilidad de los ministros. La gran diferencia con Europa: el rey conserva bajo su tutela el Ej¨¦rcito y la religi¨®n. As¨ª lo quisieron todos los partidos, incluidos los de izquierda, como el Partido Socialista Unificado.
"Es deseable que contin¨²en las protestas si clarifican su postura"
P. ?Por qu¨¦ seguir¨¢ siendo Mohamed VI Comendador de los Creyentes?
R. El rey conserva esa especie de t¨ªtulo religioso. Responde tanto a las peticiones de los conservadores (ulemas e islamistas) como de los modernistas (izquierda y liberales). Los primeros creen que pueden ejercer su influencia sobre el rey y mantener puestos preeminentes en el sistema y los segundos conf¨ªan en que frenar¨¢ y les proteger¨¢ de los extremistas religiosos.
P. En las transiciones democr¨¢ticas, en Espa?a anta?o y ahora en T¨²nez, corresponde a una asamblea constituyente elegida democr¨¢ticamente redactar la nueva Carta Magna. ?Por qu¨¦ no ha sido as¨ª en Marruecos?
R. Porque en Espa?a se restableci¨® la monarqu¨ªa y en Marruecos no hay un cambio de sistema. Dicho esto, examinemos el m¨¦todo utilizado para reescribir la Constituci¨®n. Corri¨® a cargo de una comisi¨®n que hizo un amplio examen en el que hubo una mayor¨ªa de personalidades de prestigio, entre ellas militantes de izquierdas. Sus comparecencias no han sido formales. Han dado lugar a debates acalorados en el seno de la comisi¨®n.
P. ?Continuar¨¢n las protestas callejeras, que empezaron en febrero, tras la aprobaci¨®n de la Constituci¨®n?
R. Creo que es incluso deseable a condici¨®n de que el movimiento de protesta clarifique su postura. No puede solo construirse sobre el no y mediante una alianza opaca entre islamistas y laicos o modernistas. La experiencia iran¨ª nos ha mostrado qui¨¦n gana en estos casos.
P. La calle ped¨ªa tambi¨¦n acabar con la corrupci¨®n y la hegemon¨ªa de las empresas reales en muchos sectores econ¨®micos.
R. Esa reivindicaci¨®n es tanto m¨¢s n¨ªtida en cuanto que ha sido asumida por una parte de la burgues¨ªa. Supongo que el mensaje se ha recibido y que el conglomerado real va a redesplegarse para desactivar la presencia del rey en los negocios. La idea consiste en que se convierte en un accionista pasivo y minoritario sin poder de decisi¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.