El triunfo de los perdedores
Los indignados logran que la clase pol¨ªtica se comprometa a ahondar en la regeneraci¨®n democr¨¢tica - La banca ignora la protesta
?Son un fen¨®meno pasajero o han revolucionado el sistema hasta el punto de forzar una reflexi¨®n profunda sobre los pilares que lo sustentan? Un mes y medio despu¨¦s, el movimiento social que arranc¨® una tarde de domingo en ciudades de toda Espa?a para exigir Democracia Real Ya empieza a calar en las instituciones. ?Perroflautas antisistema o miles de indignados con s¨®lidas razones para romper el silencio del descontento? El Parlamento ha escuchado algunas de las reivindicaciones que enarbolaron los Acampados de Sol -desde el 18 de mayo hasta el 12 de junio- y secundaron miles de j¨®venes en campamentos improvisados en el centro de las grandes ciudades y en multitudinarias marchas de protesta ante las instituciones.
Rubalcaba ha desempolvado el proyecto de ley de Transparencia
El Movimiento 15-M no es ajeno al boicoteo ciudadano a los desahucios
La conversi¨®n de los acampados en alternartiva pol¨ªtica es la gran inc¨®gnita
Los expertos tildan de maximalista la nacionalizaci¨®n de la banca
La ley de Transparencia, un proyecto aparcado desde hace varias legislaturas y que ha ido apareciendo y desapareciendo en los programas electorales de los partidos, parece haber salido por fin del congelador. El vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, anunci¨® el pasado viernes que el proyecto ser¨¢ remitido al Parlamento "en una o dos semanas". La falta de transparencia en la gesti¨®n p¨²blica, la escasa informaci¨®n sobre las cuentas nacionales y auton¨®micas y el opaco funcionamiento de los aparatos de los partidos han sido claves en el malestar de los indignados. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha dado un paso adelante al anunciar candidaturas electorales abiertas en su regi¨®n.
Tambi¨¦n exig¨ªan los indignados poner coto a los privilegios econ¨®micos de los pol¨ªticos y sus ventajosos planes de jubilaci¨®n, aunque sean menos escandalosos de lo que percibe una opini¨®n p¨²blica sumida en la crisis. Como la protesta por la presencia de imputados en las listas electorales, sin¨®nimo de corrupci¨®n para los indignados pero logro social para los juristas m¨¢s progresistas. El imputado puede ser inocente. El procesado es en realidad el sospechoso, pero ni jueces ni fiscales lo explican. Y la clase pol¨ªtica ha sido sensible a la indignaci¨®n. El pasado mi¨¦rcoles, el Congreso aprob¨® una propuesta para que las C¨¢maras publiquen el patrimonio de diputados y senadores y se endurezca el r¨¦gimen de incompatibilidades. La Comunidad de Madrid retir¨® de las listas de las ¨²ltimas elecciones a los principales candidatos imputados.
Los pol¨ªticos tambi¨¦n han escuchado la voz de los acampados en el dif¨ªcil mercado de la vivienda. Una subcomisi¨®n del Congreso estudiar¨¢ mejoras en el sistema hipotecario para controlar las situaciones abusivas. El Movimiento 15-M no es ajeno a la proliferaci¨®n de patrullas ciudadanas que impiden el desahucio de familias y han afeado la cl¨¢usula bancaria que obliga a quien no puede afrontar las letras a devolver las llaves de la vivienda y seguir pagando la deuda de un piso que ya no le pertenece.
"Vivimos tiempos comparables a la Gran Depresi¨®n. El sistema tiene que cambiar de arriba abajo y los indignados han dado el primer paso", dice Jos¨¦ F¨¦lix Tezanos, catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa de la UNED.
Tezanos traza una radiograf¨ªa en negro: "La crisis actual es de una magnitud incalculable. Para que las sociedades funcionen tiene que haber un cierto equilibrio entre ganadores y perdedores. Ese equilibrio ahora est¨¢ roto porque el 70% de los j¨®venes -entre parados y subempleados- est¨¢n cuasi fuera del sistema, al igual que los 4,9 millones de desocupados; el 31% de las familias que no llega a fin de mes y la destrucci¨®n cotidiana e imparable de peque?as empresas. Si a eso sumamos a los inmigrantes vulnerables, que son muchos, a los desahuciados, a las legiones que comen de la caridad y a otros colectivos desfavorecidos, nos encontramos con que los ganadores son cada vez menos y los perdedores, m¨¢s". "Y estos", avisa Tezanos, "tienen poco que perder. As¨ª que el 15-M puede acabar con la integraci¨®n en el sistema, mediante la creaci¨®n de un partido propio o con cualquier otra forma de participaci¨®n que suponga una alternativa real o con un estallido de violencia similar al de Grecia".
El catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa de la UNED, vinculado al PSOE a trav¨¦s de la revista Temas, cree que la clase pol¨ªtica no es consciente de la magnitud de una crisis que ha alterado los h¨¢bitos vitales de varias generaciones: "En 1970, la gente se casaba entre los 25 y los 28 a?os. Ahora, los pocos que se casan lo hacen m¨¢s all¨¢ de los 35". Tezanos solo ve posible salir del t¨²nel si la clase pol¨ªtica antepone el consenso a las diferencias y desde la unidad "cambia el modelo econ¨®mico de los pies a la cabeza". ?Con el permiso de las autoridades comunitarias? "O sin ¨¦l", responde Tezanos. "Esta situaci¨®n es insostenible".
?Es preciso tambi¨¦n cambiar las leyes o ser¨ªa suficiente con cumplir las que hay? Emmanuel Rodr¨ªguez, soci¨®logo de la Universidad Complutense, alerta de que el 15-M es m¨¢s un movimiento de "reinvenci¨®n de la democracia", que de su mera regeneraci¨®n. Esa misma democracia que, apunta Rodr¨ªguez, permite a Esperanza Aguirre gobernar con mayor¨ªa absoluta solo con el voto del 25% de los madrile?os. La democracia requiere igualdad de oportunidades, pero "es dif¨ªcil llamar democracia a un sistema que corroe derechos sociales b¨¢sicos como la sanidad y la educaci¨®n", lamenta.
El cambio de las estructuras del sistema financiero y los excesos de la banca han constituido uno de los ejes de la proclama del movimiento. Sin embargo, la mayor¨ªa de los expertos, que alaban otras propuestas de los indignados, rechazan "salidas maximalistas e irrealizables", como la nacionalizaci¨®n del sector bancario o la toma de control de las empresas. Esta es la principal cr¨ªtica de la catedr¨¢tica de Sociolog¨ªa de la Universidad Aut¨®noma de Madrid Isabel de la Torre, que lanza un capote al capitalismo al recordar que ha hecho posible un bienestar social en los dos ¨²ltimos siglos como nunca antes se hab¨ªa vivido. "La revoluci¨®n industrial inglesa origin¨® dos grandes sistemas econ¨®micos, el capitalista y el comunista. No hace falta decir cu¨¢l de los dos funciona mejor, a pesar de los problemas que padecemos".
De la Torre cree que el 15-M ha confirmado, por un lado, el poder de las redes sociales e Internet que ya se vislumbr¨®, por ejemplo, con el Prestige. Y, por otro, que pueden existir movimientos masivos horizontales, sin jerarqu¨ªa ni estructura. Esta experta cree que lo peor para estos j¨®venes es que carecen de futuro, y todo este c¨®ctel puede derivar tanto "en lo sublime como en lo rid¨ªculo. Ya se ver¨¢", comenta. De la Torre piensa que con corregir los errores del sistema, como los excesos financieros, la especulaci¨®n y la corrupci¨®n, este puede recuperarse. "Est¨¢ muy bien denunciar el mal uso de las instituciones, como han hecho estos j¨®venes, pero tienen que ofrecer alternativas viables", se?ala.
Pero el 15-M no tiene un cat¨¢logo de propuestas. Est¨¢ todav¨ªa en construcci¨®n, como apunta el profesor Emmanuel Rodr¨ªguez. Carece de una parrilla de alternativas sobre los partidos pol¨ªticos, los bancos, la vivienda o el sistema electoral. Lo que el 15-M tiene claro, seg¨²n Rodr¨ªguez, es que "la crisis la pagan los m¨¢s d¨¦biles", mientras "los beneficios se quedan en manos de un peque?o grupito de agentes financieros". El desempleo es la cara m¨¢s visible de la crisis (en la UE hay 30 millones de parados), pero los Estados inyectan grandes cantidades de dinero p¨²blico a los bancos. "Esto ha contribuido al circuito especulativo de la crisis. Les ha otorgado liquidez, pero los bancos no la han usado para dar cr¨¦ditos a los particulares. Tanto en la UE como en Espa?a se han puesto los intereses financieros por encima de los intereses de las personas", lamenta Rodr¨ªguez.
Para intentar romper esta din¨¢mica, Ismael Pe?a, polit¨®logo de la Universidad Oberta de Catalu?a, aboga por un cambio radical, sin parches. "El sistema no es inflexible ni est¨¢ anquilosado. Era eficiente y eficaz para una sociedad industrial, pero no es ni eficiente ni eficaz en la sociedad de la informaci¨®n", reflexiona Pe?a, consciente de que Internet ofrece la oportunidad de "repensar todo el marco". Y para ello, considera necesario rehacer los sindicatos, los Gobiernos, la forma de organizaci¨®n de la ciudadan¨ªa. "El cascabel lo tienen que poner las bases. Tenemos instituciones que deber¨ªan facilitar esta transformaci¨®n, pero no lo han hecho. Es necesario ir cambiando poco a poco la din¨¢mica de los partidos. Y a medida que cambien, lo har¨¢n los Parlamentos". Pe?a sostiene que PSOE y e IU est¨¢n en disposici¨®n de abanderar la gran metamorfosis. "Han tocado fondo. Pueden utilizar el partido para cambios sociales". La refundaci¨®n, eso s¨ª, debe hacerse "desde las bases".
Las demandas del 15-M son heterog¨¦neas y plurales. "Es un movimiento incipiente y embrionario. Una fuerza que se ha despertado. Hay muchos grupos en discusi¨®n. Democracia Real Ya es uno de ellos, pero no agrupa todas las voluntades", enfatiza el profesor de Filosof¨ªa de la Universidad de Alcal¨¢ de Henares Germ¨¢n Cano, que colabora en el subgrupo creado para analizar los medios de comunicaci¨®n externos. "Lo que motiva a los indignados es la sensaci¨®n de malestar y frustraci¨®n. Y el 15-M est¨¢ en situaci¨®n de canalizar esa indignaci¨®n. No plantea una cr¨ªtica a la democracia o a las instituciones en sentido general, sino a la l¨®gica de los partidos", dice Cano, uno de los firmantes del manifiesto de fil¨®sofos en apoyo al 15-M, un proceso colectivo que "ha sacudido la atm¨®sfera de cinismo y apat¨ªa generalizada" que imperaba en la sociedad. ?Llegar¨¢n los indignados a constituirse en un partido pol¨ªtico? Cano es pesimista: "No es una demanda que guste a la mayor¨ªa. No tanto por apoliticismo como por una resistencia radical a las mediaciones".
Las reflexiones en torno al Movimiento 15-M
- Reforma electoral. El modelo espa?ol proporciona estabilidad pol¨ªtica pero perjudica a las minor¨ªas estatales y distorsiona el peso de la poblaci¨®n. Los indignados reclaman un sistema que permita equiparar el valor de los votos independientemente de donde procedan. PSOE y PP, los dos partidos mayoritarios, son los principales beneficiados por la ley actual y no parecen dispuestos a emprender la reforma.
- Los privilegios de la clase pol¨ªtica. El 15-M ha canalizado la decepci¨®n de la sociedad espa?ola con la clase pol¨ªtica por su lejan¨ªa, las prebendas de las que goza (salarios, jubilaciones, coche oficial, dietas, asignaciones de libre disposici¨®n) y la corrupci¨®n pol¨ªtica. La ciudadan¨ªa presiona para que se produzca una regeneraci¨®n de las instituciones p¨²blicas y reclaman candidaturas abiertas. El Senado ya emplea este sistema, pero no permite alterar el orden. Cambiar el sistema electoral presenta infranqueables resistencias de los partidos y las c¨²pulas dirigentes, que no parecen dispuestos a renunciar a su actual cuota de poder.
- Descongelaci¨®n de la Ley de Transparencia. Espa?a es uno de los pa¨ªses m¨¢s opacos de la Uni¨®n Europea en lo que se refiere a las cuentas de los organismos p¨²blicos. Existe una norma sobre la reutilizaci¨®n de la informaci¨®n p¨²blica que se queda corta y la ciudadan¨ªa reclama una mejora sustancial en este ¨¢mbito. El pleno del Congreso pidi¨® la semana pasada al Gobierno que presente antes de agosto la Ley de Transparencia, que lleva meses atascada, y el Ejecutivo se ha comprometido a hacerlo.
- Control de la banca. Se acusa al sector financiero de colaborar en el origen de la crisis con pr¨¦stamos hipotecarios que alimentaron la burbuja inmobiliaria, una mala gesti¨®n que ha costado millones al contribuyente y que se ha traducido en un recorte de cr¨¦ditos a familias y a pymes, mientras los bancos mantienen las altas retribuciones a sus directivos. La ciudadan¨ªa propone que se proh¨ªban los rescates, la nacionalizaci¨®n de entidades en dificultades y se sancione la mala praxis bancaria. Los expertos, m¨¢s comedidos, piden una supervisi¨®n, pero se muestran reticentes a la creaci¨®n de una banca p¨²blica.
- Imputados en las listas. Un imputado no es m¨¢s que alguien sujeto a indagaci¨®n judicial y, por lo tanto, esta condici¨®n no es sin¨®nimo de condena anticipada, pero la opini¨®n p¨²blica no entiende de denuncias falsas contra ellos, y los integrantes del Movimiento 15-M exigen que salgan de las listas electorales.
- Alternativas al desahucio. La burbuja inmobiliaria unida al paro ha dejado a miles de familias sin casa. Las plataformas ciudadanas han parado pac¨ªficamente 42 desahucios en toda Espa?a y piden que se aplique la daci¨®n en pago o que se convierta el parque inmobiliario en un banco de alquiler social. El sector financiero se muestra contrario a reformar las leyes, ya que considera que el cambio hundir¨ªa a¨²n m¨¢s el mercado del ladrillo.
- Crisis de representatividad. Los indignados pusieron de relevancia las debilidades de la democracia, basada en el liderazgo de la clase pol¨ªtica. Algunos polit¨®logos dudan de la viabilidad de un sistema organizativo en el que cada decisi¨®n tenga que ser refrendada por la asamblea. Los indignados abogan por que los ciudadanos puedan votar mediante un mensaje de texto o por medio de las redes sociales.
- Democracia directa. Las consultas vinculantes hacen al ciudadano due?o de su destino, pero la experiencia de Suiza y California aconseja manejar con cautela las iniciativas populares y los referendos, donde se han aprobado cuestiones inconstitucionales. La Constituci¨®n prev¨¦ la iniciativa legislativa popular mediante la presentaci¨®n de 500.000 firmas.
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