La polarizaci¨®n
Se manifiestan dos tipos de polarizaci¨®n ideol¨®gica en estos tiempos convulsos de estancamiento econ¨®mico: la que se produce, expl¨ªcita, entre los Parlamentos y la calle; y otra, m¨¢s espesa, en el interior de las c¨¢maras de los diputados. En ambos casos, el ejemplo m¨¢s cercano y visible ha sido la Grecia de la pasada semana.
El movimiento de los indignados, las huelgas generales, el tama?o de la protesta y la dureza de la confrontaci¨®n con la polic¨ªa, mientras los representantes del pueblo votaban un plan de r¨ªgor mortis que condena al retroceso a una generaci¨®n y certifica una d¨¦cada perdida, aumenta la inquietud sobre la amplia separaci¨®n entre dos l¨®gicas, que conduce al desapego entre una parte de la ciudadan¨ªa cada vez mayor y los administradores que poco antes esos mismos ciudadanos hab¨ªan votado para que les ayudasen a solucionar sus problemas y colectivos. No hay marca m¨¢s desgastada estos d¨ªas que la de la pol¨ªtica. ?Se extender¨¢ este desgaste al concepto mismo de democracia?
La distancia aumenta no porque la izquierda lo sea cada vez m¨¢s, sino porque la derecha vira hacia su derecha
Papandreu estaba emparedado por dos f¨®rmulas antag¨®nicas: la de quienes se manifestaban ante el Parlamento, que quieren un tipo de salida a sus dificultades; y la de los bur¨®cratas de Bruselas (hasta hace poco los ¨²nicos que utilizaban este modo de calificar a los funcionarios de la Uni¨®n Europea eran los euroesc¨¦pticos) y los mercados, unidos en comandita con los anteriores, que pretenden otra salida que supone de hecho, m¨¢s all¨¢ de sus verdaderas intenciones, el empobrecimiento social y el estancamiento econ¨®mico.
Pero el l¨ªder socialista griego ten¨ªa otra contradicci¨®n que superar: la de su oposici¨®n de derechas. Heredera directa de la que gobernaba cuando Grecia false¨® sus cifras ante Bruselas con la asesor¨ªa directa de Goldman Sachs (cuyo presidente ejecutivo europeo era entonces Mario Draghi, hoy presidente del Banco Central Europeo, una de las entidades que m¨¢s sacrificios exigen a los griegos), el grueso de esa oposici¨®n no ha querido avalar con su voto el plan de ajustes porque sus consecuencias suponen "la recesi¨®n para m¨¢s de 30 a?os". He ah¨ª la curiosa cartograf¨ªa parlamentaria: los socialistas, a favor de las pol¨ªticas de rigor para evitar la suspensi¨®n de pagos del pa¨ªs; la derecha, t¨ªmidamente keynesiana (y, sobre todo, sin reconocerlo), defendiendo gratis la tesis de las v¨ªas hacia el crecimiento.
En la ¨²ltima d¨¦cada se est¨¢ multiplicando una polarizaci¨®n en la vida p¨²blica -cuyo te¨®rico m¨¢s caracter¨ªstico fue el asesor del presidente Bush Karl Rove- consistente en buscar el apoyo movilizado de tus huestes electorales y evitar la movilizaci¨®n de las del contrario, desmoraliz¨¢ndolas. Pero esta es una polarizaci¨®n dis¨ªmil, desequilibrada: no se produce porque la izquierda se haya ido m¨¢s a la izquierda (todo lo contrario en materia de pol¨ªtica econ¨®mica), sino porque la derecha avanza cada vez m¨¢s hacia su derecha.
?No es Grecia en esto, tambi¨¦n, un laboratorio para los dem¨¢s? -
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