Odiado, amado, respetado
Sus amigos le elogian hasta el infinito; sus enemigos le temen. Todos, incluso aquellos que le satanizan, reconocen su inteligencia y capacidad de persuasi¨®n. Y saben que, acabe como acabe la aventura, dar¨¢ la batalla a fondo.
Ahora que quiere ser "Alfredo", el candidato socialista necesitar¨¢ m¨¢s que nunca combatir la reputaci¨®n de conspirador, embaucador y manipulador impenitente que le persigue, incluso en sus propias l¨ªneas, desde que en las viejas luchas intestinas los guerristas (partidarios de Alfonso Guerra) le achacaron ser el cerebro en la sombra del sector renovador. El PP no le ha perdonado que cuando el Gobierno de Aznar ganaba tiempo en la jornada de reflexi¨®n para evitar reconocer que la matanza del 11-M hab¨ªa sido obra de islamistas y no de ETA, Rubalcaba lanzara el mensaje: "Los espa?oles se merecen un Gobierno que no les mienta", que cambi¨® la suerte electoral.
"Siempre nos ha enga?ado en el tema de las negociaciones con ETA. No le dice la verdad ni al m¨¦dico. Se ruboriza si no miente", le acusan algunos de sus contrincantes pol¨ªticos. La biograf¨ªa de Stefan Zweig sobre Joseph Fouch¨¦, el conspirador de la Francia revolucionaria, definido como el "genio tenebroso" de la ¨¦poca, le hizo flaco favor porque sus enemigos han encontrado en ese personaje el sambenito ideal con que horadar su imagen. Ese ser¨¢, seguramente, el flanco que atacar¨¢n en los meses venideros.
"A los de mi partido les he dicho que tengan cuidado con los abrazos de Alfredo", comenta Trillo
Contra lo que pueda pensarse, a partir de su estereotipada imagen de tipo duro, algo c¨ªnico, con la que se adorna, Rubalcaba s¨ª acusa los golpes. Este hombre frugal, que aprecia algo el buen vino, organizado, mani¨¢tico con los bol¨ªgrafos, que quiere tenerlos siempre en su sitio, capaz de llevar una docena de asuntos a la vez, ha padecido una cardiopat¨ªa y tiene problemas de pr¨®stata.
Lo pas¨® muy mal an¨ªmicamente hace tres a?os con el fallecimiento de sus padres y de tres hermanos de su mujer, Pilar Goya, de Vitoria, que dirige el Instituto de Qu¨ªmica M¨¦dica del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas. No tienen hijos, pero desde aquel a?o tremendo, el matrimonio dedica mucha m¨¢s atenci¨®n a los sobrinos. ?l compite con ellos en la mesa de pimp¨®n que se ha llevado al ministerio y que se guarda discretamente bajo un mantel. Como no es Zapatero, a quien parece que no le entran balas en mitad de la refriega, Rubalcaba se irrita cuando las cr¨ªticas desbarran o ante los ataques que no se paran en mientes. Dice que por higiene mental ha eliminado de su dieta de lectura dos diarios de difusi¨®n nacional.
Interpelados por este peri¨®dico, los dirigentes socialistas salen en tromba, con alguna excepci¨®n, a defender a su candidato. "Nadie que haya sido amigo de Alfredo ha llegado a perderlo", apunta Javier Solana. "Todos los que han trabajado con ¨¦l le dir¨¢n que es una buena persona. Tiene sus defectos, claro, pero no ser¨¦ yo quien los airee", subraya Elena Valenciano. "Sus virtudes se confunden con la manipulaci¨®n porque es un pol¨ªtico activo las 24 horas, que cocina o participa en todas las iniciativas", se?ala Ram¨®n J¨¢uregui. "Es astuto como el que m¨¢s y por eso sale airoso en un terreno en el que todo el mundo hace su juego, a veces de forma bien sucia. Lo que le diferencia de otros pol¨ªticos es que ¨¦l tiene talento y sabe cu¨¢les son los l¨ªmites del juego sucio", apunta Eduardo Madina. "Como presidente de Cantabria le he tratado mucho", subraya Miguel ?ngel Revilla, que a?ade: "Es h¨¢bil, astuto y con mucha mano izquierda para la negociaci¨®n, pero democr¨¢tico y servidor del Estado, uno de los pol¨ªticos de mayor val¨ªa. Conmigo siempre ha cumplido su palabra".
Preguntar sobre el candidato socialista entre la gente que le trata es, casi siempre, pasearse por la alameda de los elogios incontables. Pero puede que merezca la pena detenerse en los testimonios del dirigente del PP Federico Trillo y del exministro de Educaci¨®n y predecesor de Rubalcaba, Jos¨¦ Mar¨ªa Maravall.
"Le conozco desde hace muchos a?os y puedo asegurar que todos los t¨®picos que se dicen de ¨¦l son verdad. Es el¨¢stico, agudo, directo, extremadamente listo y simp¨¢tico, tiene humor y esp¨ªritu deportivo. Se merece los elogios. Yo tengo que admitir que en materia de terrorismo su comportamiento ha sido impecable. Ha dado toda la informaci¨®n con lealtad, fluidez y transparencia, sin importarle si eran las tres o las cinco de la ma?ana. Le descomponen los tontos, no puede con ellos. Es bueno que haya gente de su experiencia y sentido de Estado en la pol¨ªtica, aunque, ahora que lo pienso, igual me estoy pasando con tantos elogios y me echan del PP", bromea Trillo.
-Pues h¨¢bleme de los defectos de Rubalcaba.
"Ejerce magistralmente lo que en espa?ol castizo podr¨ªamos llamar 'el arte del disimulo'. Nunca va a decirte toda la verdad, y si te dejas, te enga?a, pero no intenta que le abras paso en asuntos como el G¨¹rtel, de la misma manera que no te dejar¨¢ entrar en casos como el del Fais¨¢n. Su capacidad de simulaci¨®n no tiene l¨ªmites y por eso nunca hay que descuidarse con ¨¦l. A nuestra gente del partido ya les he advertido de que tengan cuidado con los abrazos de Alfredo porque les puede pasar como en esa pel¨ªcula de Al Pacino en la que a uno le despiden con un abrazo. ?l nota algo raro, pero se va tan contento hasta que llega a casa y descubre que se est¨¢ desangrando porque le han clavado un punz¨®n", cuenta, divertido, el responsable del PP en materia de terrorismo.
"Hay pocas personas por las que yo sienta mayor afecto", abunda Jos¨¦ Mar¨ªa Maravall. "No olvidar¨¦ nunca las muestras de cari?o y las atenciones que tuvo para con mi padre moribundo y con mi madre cuando yo ya hab¨ªa dejado la pol¨ªtica y no pintaba nada en el partido. Alfredo es de una calidez y calidad extraordinarias. Viv¨ª con ¨¦l muchas situaciones l¨ªmite y siempre estuvo dispuesto a dar la cara para salvar la m¨ªa y la de otros. Como portavoz del Gobierno de 1993 a 1996, se comi¨® los asuntos de corrupci¨®n y de los GAL, pese a que ¨¦l no ten¨ªa nada que ver. Y cuando Narc¨ªs Serra le propuso para ministro de Presidencia, me llam¨® para decirme que solo aceptar¨ªa si yo le aseguraba que no quer¨ªa el puesto. ?Para que luego digan que es un trepa! ?Defectos? Que desempe?¨® un gran papel en el movimiento de los PNN [profesores no numerarios] durante el franquismo, que promovi¨® la recuperaci¨®n de la Residencia de Estudiantes, que es un gran ministro, un gran pol¨ªtico y mejor persona".
Es el tono incondicional en el que tambi¨¦n emite Jaime Lissavetzky. "Alfredo es mi gran amigo, un pol¨ªtico sentimental e inteligente que no se deja tentar por el dinero, un n¨²mero uno que ha estado de n¨²mero dos". Y sin embargo, nunca hasta ahora Rubalcaba hab¨ªa buscado el primer puesto. Pudo y no quiso ser el candidato socialista a la presidencia de la Comunidad de Madrid. Ahora tendr¨¢ que contrarrestar tambi¨¦n la idea de que se trata de un pol¨ªtico de regate corto, un habilidoso t¨¢ctico carente de estrategia y discurso.
"No es perfecto, pero s¨ª tiene perspectiva pol¨ªtica. Lo que necesita es estructurar m¨¢s su discurso econ¨®mico, liderar la reflexi¨®n modernizadora del partido, incorporar banderas para la izquierda como la intervenci¨®n pol¨ªtica en los mercados, la fiscalidad transnacional y la reforma fiscal en nuestro pa¨ªs que es r¨ªgida y poco adecuada para nuestro tiempo", apunta un alto dirigente del PSOE. ?Y c¨®mo puede despertar la ilusi¨®n y confianza del electorado un candidato que no ha puesto en pr¨¢ctica sus propuestas siendo vicepresidente y ministro? ?No necesitar¨ªa ser el mago Houdini para liberarse de las ataduras de sus responsabilidades de Gobierno y aparecer libre, fresco y con un programa renovador?
Pocos dudan de que este hombre tiene algo de mago, pero, acabe como acabe la aventura, dar¨¢ a fondo la batalla. Dice Virgilio Gonz¨¢lez, su antiguo entrenador, que el hoy candidato a la presidencia "compet¨ªa bien porque le gustaba competir, era constante tanto en la derrota como en la victoria y siempre se entregaba". A Rubalcaba le va la marcha, decididamente.
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