"Espa?a debe dar un empuje a sus reformas"
En el distrito financiero de Fr¨¢ncfort destaca la nueva sede del Deutsche Bank, formada por dos torres gemelas. En la planta 24 de la torre A tiene su despacho Thomas Mayer (1954), economista jefe del primer banco alem¨¢n. Las vistas de la ciudad son espectaculares, aunque Mayer no se muestra entusiasmado. "Es un edificio muy moderno, pero no se puede ni bajar una persiana sin el permiso de los sensores. Con la dom¨®tica hemos perdido soberan¨ªa", refunfu?a. Precisamente, la p¨¦rdida de soberan¨ªa (econ¨®mica) de algunos pa¨ªses europeos rescatados, principalmente Grecia, centran los desvelos actualmente de Mayer.
Pregunta. ?Cree que habr¨¢ final feliz para la crisis de deuda griega?
Respuesta. M¨¢s que creerlo, lo deseo.
"El BCE solo debe intentar controlar los precios y no financiar Estados"
"En Grecia, a?adir m¨¢s deuda a la deuda ya existente no funcionar¨¢"
"Mario Draghi es la mejor persona disponible para dirigir el BCE"
P. ?Y cu¨¢l ser¨ªa la soluci¨®n?
R. Comparo la situaci¨®n con un ataque de apendicitis. Si aplicas la cirug¨ªa, vas al hospital, pero en 10 d¨ªas est¨¢s bien. Si no lo haces, tienes casi un 100% de posibilidades de morir. Habr¨¢ que acometer alg¨²n tipo de reestructuraci¨®n porque el nivel de deuda es insostenible para Grecia. La postura oficial, sin embargo, es evitar esta opci¨®n, pensar que algo cambiar¨¢ en el futuro y que ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil resolver el asunto. Me temo que si no se toman medidas y no se tratan los problemas de Grecia como problemas de solvencia y no de liquidez, tendremos dificultades.
P. ?No cree que el problema de Grecia no es solo de endeudamiento, sino tambi¨¦n de crecimiento, y que si las medidas de austeridad que se le imponen a su econom¨ªa son demasiado estrictas no podr¨¢ crecer?
R. Coincido con ese diagn¨®stico. De hecho, ya lo hemos visto. Para superar una crisis de deuda hay dos alternativas, pero ninguna es viable sin crecimiento. La primera soluci¨®n pasa por las exportaciones; la segunda, por el consumo interno. Sin embargo, en el caso de Grecia, ninguna de estas v¨ªas es posible. Su econom¨ªa es demasiado cerrada y su tasa de exportaci¨®n es demasiado peque?a como para alimentar el crecimiento. Adem¨¢s, no tienen la posibilidad de devaluar la divisa. Por lo que se refiere al consumo, el pa¨ªs tiene un problema de endeudamiento no solo p¨²blico, sino privado. Ambos sectores necesitan ahorrar m¨¢s. Por tanto, lo que nos encontramos aqu¨ª es un serio problema a muy largo plazo. La situaci¨®n me recuerda a la reunificaci¨®n de Alemania. El canciller Kohl dijo que la reestructuraci¨®n ser¨ªa cosa de entre tres y cinco a?os y luego llev¨® 20 a?os.
P. ?Y cu¨¢nto puede durar la crisis de Grecia?
R. El FMI dice que se puede solventar en tres a?os. Mi experiencia en el caso de Alemania del Este me dice que no se resolver¨¢ en menos de una d¨¦cada porque no hay una soluci¨®n f¨¢cil para sus problemas. Hay que reestructurar la estructura productiva del pa¨ªs desde el lado de la oferta, haci¨¦ndola m¨¢s internacional, buscando nuevas oportunidades de negocio... A?adir m¨¢s deuda sobre la deuda ya existente no funcionar¨¢.
P. El papel de Alemania es muy importante para resolver la crisis del euro. ?Cree que el Gobierno alem¨¢n est¨¢ haciendo lo correcto en este proceso?
R. Desafortunadamente, creo que no se est¨¢ actuando demasiado bien. Resolver la crisis es claramente un tema de liderazgo de los principales pol¨ªticos. El liderazgo en Europa solo puede darse cuando Alemania y Francia caminan juntos, y ¨²ltimamente estos pa¨ªses no han tenido gran sinton¨ªa. En Alemania hay mucha presi¨®n para que no se ampl¨ªe la ayuda a Grecia, y en Francia, sin embargo, los contribuyentes parecen dispuestos a solidarizarse con sus vecinos del sur. Ambos pa¨ªses est¨¢n divididos, no hay un liderazgo claro, y cuando solo hay vagos compromisos, la indecisi¨®n es m¨¢xima.
P. ?Son conscientes los alemanes de que salvando a Grecia est¨¢n salvando tambi¨¦n a sus propios bancos?
R. S¨ª. Los ciudadanos de mi pa¨ªs piensan que ya han salvado una vez a sus bancos y no lo quieren hacer de nuevo. Por eso quieren que los bancos contribuyan al rescate.
P. ?Tiene alg¨²n sentido romper el euro?
R. No creo que sea buena idea. La creaci¨®n del euro es un acontecimiento ¨²nico porque la historia nos ense?a que las uniones monetarias sin uni¨®n pol¨ªtica no funcionan. La ruptura es una posibilidad que no se puede descartar. Para evitarlo habr¨ªa que volver a dos principios clave del euro. En primer lugar, que el Banco Central Europeo (BCE) se ocupe solo de controlar los precios y no financie ni a Estados ni a bancos insolventes como ha hecho. En segundo lugar, habr¨ªa que mantener los compromisos de solidaridad entre los miembros. No somos socios y no podemos responder al 100% por los errores que cometa el vecino. La posibilidad de que un Estado quiebre si no puede pagar sus deudas debe existir.
P. Pide que el BCE se ocupe solo de la inflaci¨®n. Otros economistas creen lo contrario, que debe de tener m¨¢s competencias, al modo de la Reserva Federal, para estimular el crecimiento.
R. Eso es imposible porque el BCE es un banco central supranacional y solo debe centrarse en los precios y en la capacidad de compra de sus ciudadanos. Sobre lo de estimular el crecimiento, primero quiz¨¢ habr¨ªa que debatir si esa es funci¨®n para un banco central. En cualquier caso, en Europa no hay una uni¨®n pol¨ªtica y el BCE no puede inmiscuirse en aspectos internos de pol¨ªtica econ¨®mica de cada pa¨ªs miembro.
P. ?Es Mario Draghi la persona m¨¢s id¨®nea para dirigir el BCE?
R. Es un economista competente. Creo que se ha elegido a la mejor persona disponible.
P. ?Conf¨ªa en que Espa?a pueda cumplir sus objetivos de d¨¦ficit y, al mismo tiempo, crecer lo suficiente para crear empleo?
R. Al principio de la crisis estaba convencido de que Espa?a era solvente y ten¨ªa capacidad para crecer. Si ahora no mantuviese esa visi¨®n, ser¨ªa mucho, pero mucho, m¨¢s pesimista acerca del futuro del euro porque, como bien sabe, Espa?a es demasiado grande para caer y demasiado grande para ser rescatada. Aunque conf¨ªo en que su pa¨ªs pueda resolver aut¨®nomamente sus problemas, s¨ª he de decir que a¨²n tienen mucho trabajo pendiente.
P. ?Por ejemplo?
R. Tras la primera crisis del euro, en mayo de 2010, me impresion¨® la decisi¨®n del Gobierno espa?ol en la implementaci¨®n de una serie de reformas indispensables para aflorar todo el potencial que tiene su econom¨ªa. Se habl¨® entonces de reducir el d¨¦ficit, de reestructurar el sector financiero y de liberalizar el mercado laboral. Los inversores lo premiaron con una ca¨ªda de la prima de riesgo. Sin embargo, llevamos ya mucho tiempo sin ver nuevos avances en ese esp¨ªritu reformista. ?D¨®nde est¨¢ la eliminaci¨®n de las restricciones que impiden a los j¨®venes espa?oles acceder al mercado laboral? Si se quiere ser m¨¢s competitivo, si se quiere reforzar el sector exportador, es necesario reducir los costes laborales. El se?or Zapatero prometi¨® acabar con la actualizaci¨®n de los salarios con el IPC, recapitalizar las cajas... y de momento no hemos visto nada. Lo mejor que podr¨ªa hacer Espa?a por s¨ª misma y por la zona euro es una reforma laboral real y en profundidad. Eso reducir¨ªa la posibilidad de cualquier contagio.
P. La prima de riesgo ha coqueteado con los 300 puntos b¨¢sicos. ?D¨®nde est¨¢ la l¨ªnea roja a partir de la cual ya no se puede escapar de un rescate?
R. No s¨¦ si existe una l¨ªnea roja como tal. Ser¨ªa un desastre que Espa?a solicitarse la intervenci¨®n exterior. La prima de riesgo debe de ser una se?al de alarma clar¨ªsima para que el Gobierno acometa de una vez por todas las reformas que el pa¨ªs necesita. Espa?a tiene la capacidad de hacer las cosas sin ayuda.
P. ?Tranquilizar¨ªa al mercado un adelanto electoral?
R. No le puedo decir. Todo lo que s¨¦ es que el Gobierno actual, o el que salga de las urnas, debe dar un nuevo empuje a las reformas.
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