Un fraude de hasta 10 a?os de c¨¢rcel

En medio de un fuerte cord¨®n policial que les abri¨® paso desde los calabozos hasta su coche, parte de la c¨²pula de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) abandon¨® a las siete y cuarto de la tarde de ayer la Audiencia Nacional. Despu¨¦s de dos largos d¨ªas de detenci¨®n e interrogatorios en dependencias de la Guardia Civil, el presidente del Consejo de Direcci¨®n de la entidad, Eduardo Teddy Bautista, su director general, Enrique Loras, y el director econ¨®mico-financiero de la sociedad, Ricardo Azcoaga, quedaron en libertad provisional tras declarar ante el titular del Juzgado Central de Instrucci¨®n n¨²mero 5 de ese tribunal, Pablo Ruz.

Libres, pero imputados por graves conductas que, en conjunto, pueden acarrear penas de hasta 10 a?os de c¨¢rcel. El magistrado les atribuye un delito continuado de apropiaci¨®n indebida "de especial gravedad" por el valor de la cantidad defraudada, debido a su supuesta participaci¨®n en el desv¨ªo de decenas de miles de euros presuntamente realizado a trav¨¦s de la filial digital de la entidad, la Sociedad Digital de Autores y Editores (SDAE), hacia empresas de familiares de su director general.

La investigaci¨®n se?ala el papel de Bautista como "secundario"

Hoy declarar¨¢ ante el juez el supuesto cerebro de la trama de desv¨ªo de fondos

La "especial gravedad" del fraude a la que se refiere Ruz significa que la cantidad desviada super¨® en todo caso los 50.000 euros, aunque hasta el momento, debido al secreto del sumario, se desconoce el monto total defraudado. Este tipo de apropiaciones indebidas especialmente elevadas conllevan un castigo de entre uno y seis a?os de c¨¢rcel.

El magistrado imputa adem¨¢s a los tres directivos un segundo delito, el de administraci¨®n fraudulenta. Es decir, que Bautista, Lora y Azcoaga habr¨ªan abusado de sus funciones de gestores de una sociedad -en este caso la SGAE- para beneficiarse ellos mismos o a terceras personas mediante contratos que perjudicaron a sus socios. Esta segunda acusaci¨®n acarrea penas de entre seis meses y cuatro a?os de prisi¨®n.

De esas dos infracciones deber¨¢n responder los tres miembros de la c¨²pula de la entidad, pero al presidente de su Consejo de Direcci¨®n, Teddy Bautista, el juez le achaca una m¨¢s castigada con multa: un delito societario por negar a los socios la informaci¨®n sobre la entidad a la que tienen derecho e impedirles participar en su gesti¨®n.

Pese a la gravedad de los delitos, el juez no acord¨® la prisi¨®n contra ninguno de ellos debido a su arraigo en Espa?a y la escasa probabilidad de que se fuguen. A pesar de ello, Ruz s¨ª les oblig¨® a entregar en el juzgado su pasaporte y les prohibi¨® abandonar el pa¨ªs mientras dure la investigaci¨®n. La participaci¨®n de Bautista y los otros dos directivos de la SGAE en el fraude, seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n, fue, adem¨¢s, secundaria. Seg¨²n la denuncia de Anticorrupci¨®n, el cerebro de la trama societaria de desv¨ªo masivo de dinero, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Neri, era una persona de la m¨¢xima confianza del presidente del Consejo de Direcci¨®n, que fue quien le design¨® como director general de la SDAE, la empresa desde la que se realiz¨® el fraude. Por esa raz¨®n, los investigadores, creen que Bautista tuvo que conocer o consentir las actividades del principal imputado.

Ruz tambi¨¦n dej¨® en libertad sin fianza a Elena V¨¢zquez y Celedonio Mart¨ªn, la principal accionista y el director financiero, respectivamente, de Microg¨¦nesis, la empresa de inform¨¢tica controlada por familiares y amigos de Neri que se convirti¨® en una de las principales contratistas de la SDAE, tambi¨¦n dirigida por el cerebro de la trama. V¨¢zquez y Mart¨ªn, que pasaron por el despacho de Ruz tras Bautista y los otros dos cargos de la SGAE tambi¨¦n salieron imputados por los mismos delitos, aunque a la primera tambi¨¦n se le atribuye el de alzamiento de bienes.

Ma?ana pasar¨¢n a disposici¨®n judicial el resto de los detenidos el viernes. Entre ellos destaca Neri, ex director general de la SGAE y director general de la SDAE al que los investigadores apuntan como el principal urdidor de la trama. Antes de dirigir la filial digital de la entidad, Neri fue presidente y consejero delegado de Microg¨¦nesis hasta abril de 2003. Despu¨¦s de ese a?o, desde su cargo de director de la SDAE, convirti¨® a su antigua empresa en una de sus principales contratistas.

Tras la marcha de Neri, a cargo de Microg¨¦nesis quedaron, entre otros, su esposa y la hermana de esta, Mar¨ªa Antonia y Eva Garc¨ªa Pombo, quienes tambi¨¦n pasar¨¢n hoy por el despacho de Pablo Ruz. Mar¨ªa Antonia fue presidenta de la empresa, mientras que Eva es la actual apoderada y ex consejera delegada. Por ¨²ltimo, tambi¨¦n declarar¨¢ ante el juez su socio-director y actual administrador ¨²nico, Rafael Ramos.