V¨ªctor Mij¨¢ilov, art¨ªfice del programa militar sovi¨¦tico
En los noventa fue el responsable de la energ¨ªa nuclear rusa
V¨ªctor Mij¨¢ilov, el m¨¢ximo responsable de la energ¨ªa nuclear de Rusia tras la desintegraci¨®n de la URSS, muri¨® a los 77 a?os el pasado 25 de junio en Mosc¨². F¨ªsico nuclear prestigioso cuya larga carrera profesional estaba vinculada al programa militar sovi¨¦tico, Mij¨¢ilov dirigi¨® el Ministerio de Energ¨ªa At¨®mica de Rusia (hoy Rosatom) en el complicado periodo de 1992 a 1998, cuando Mosc¨² trataba de abrir nuevos caminos al sector militarizado e hipertrofiado que hab¨ªa sido el pilar del r¨¦gimen comunista.
Veteranos del lobby nuclear ruso consideran que el gran m¨¦rito de Mij¨¢ilov fue haber sabido conservar el potencial at¨®mico sovi¨¦tico de Mosc¨² en una ¨¦poca caracterizada por la desorientaci¨®n, los problemas econ¨®micos y la desmoralizaci¨®n de los especialistas. Mij¨¢ilov contribuy¨® al r¨¦gimen de no proliferaci¨®n en el mundo al lograr que Ucrania, Bielorrusia y Kazajist¨¢n -los nuevos Estados surgidos a principios de los noventa- entregaran a Rusia los misiles y armas nucleares que hab¨ªan quedado en sus respectivos territorios y firmaran el TNP (Tratado de No Proliferaci¨®n) en 1994 en calidad de potencias no nucleares.
Pas¨® nueve a?os experimentando con armas at¨®micas en Kazajist¨¢n y el ?rtico
Mij¨¢ilov no simpatiz¨® nunca con las ideas de la perestroika ni con Mija¨ªl Gorbachov, el impulsor de las reformas en la URSS a mediados de los ochenta del pasado siglo. Entregado en cuerpo y alma a la f¨ªsica del ¨¢tomo y al desarrollo de nuevas modalidades de cargas at¨®micas y termonucleares, despreciaba tambi¨¦n a los funcionarios del partido comunista de la URSS, como evidencia en una autobiograf¨ªa que public¨® en 1993 con el t¨ªtulo Soy un halc¨®n. Como prestigioso especialista en su campo, Mij¨¢ilov particip¨® en las negociaciones de desarme sovi¨¦tico-norteamericanas y tuvo un destacado papel en la elaboraci¨®n de normas de control y verificaci¨®n de las pruebas nucleares, as¨ª como en su posterior cese. En los ¨²ltimos tiempos, adem¨¢s de acad¨¦mico, era director honorario del Centro Nuclear de la Federaci¨®n Rusa y presidente del Instituto de Estabilidad Estrat¨¦gica, subordinado a Rosatom. Ten¨ªa numerosas condecoraciones y premios, entre ellos los m¨¢ximos galardones del Estado, que hab¨ªa conseguido en 1967 y en 1982.
Habiendo perdido a su padre en la II Guerra Mundial, Mij¨¢ilov tuvo que trabajar mientras estudiaba en el Instituto de F¨ªsica e Ingenier¨ªa de Mosc¨², donde se diplom¨® con distinguidas notas en la especialidad de F¨ªsica At¨®mica Te¨®rica. En 1957 se incorpor¨® profesionalmente al Instituto de Investigaci¨®n de la F¨ªsica Experimental y pas¨® a trabajar en la ciudad secreta de Arzam¨¢s-16, ocup¨¢ndose de las reacciones en cadena y la investigaci¨®n del n¨²cleo.
Mij¨¢ilov trabaj¨® con el acad¨¦mico Andr¨¦i S¨¢jarov, posteriormente disidente y premio Nobel de la Paz, en el equipo de cient¨ªficos dedicados al programa militar nuclear. Pas¨® nueve a?os de su vida trabajando primero en la experimentaci¨®n de armas at¨®micas en el pol¨ªgono de Semipal¨¢tinsk (en Kazajist¨¢n) y despu¨¦s en el territorio de N¨®vaya Zemli¨¢, en el oc¨¦ano glaciar ?rtico. Con el fin de la guerra fr¨ªa, asumi¨® tareas de conversi¨®n de su sector a la industria civil. En noviembre de 1988 fue nombrado viceministro de Energ¨ªa At¨®mica de la URSS y responsable del complejo militar.
En su biograf¨ªa opinaba que solo mediante el renacimiento de la industria militar pod¨ªa comenzar el renacimiento industrial y econ¨®mico de Rusia. Desconfiaba de Occidente y cre¨ªa que, tras las declaraciones de querer ayudar a Rusia a crear una econom¨ªa de mercado, en realidad se escond¨ªa "una dura guerra comercial", especialmente en el "mercado del uranio". En abril pasado, Mij¨¢ilov se pronunci¨® sobre las secuelas del accidente de la central nuclear de Fukushima en Jap¨®n. Opinaba que hab¨ªa que cerrar por lo menos cuatro bloques de aquellas instalaciones y recomendaba a los japoneses "huir" de Fukushima, dej¨¢ndolo todo como estaba, rodear el territorio de alambre de espino y no entrar en ¨¦l durante varios a?os hasta que se enfriara, y luego derribar las instalaciones y cubrirlo todo con una capa de entre 10 y 20 metros de tierra, para construir una nueva central. "No tienen otra salida", dijo.
Mij¨¢ilov hab¨ªa propiciado la colaboraci¨®n con Ir¨¢n para acabar de construir la central nuclear de Busheer. En una entrevista, lo justificaba diciendo: "Ten¨ªamos que salvar nuestra industria nuclear nacional, ten¨ªamos que dar trabajo a nuestros especialistas de alto nivel para evitar que cayeran en la tentaci¨®n de irse hacia pa¨ªses que quer¨ªan crear su propia bomba". Afirmaba, no obstante, que Rusia no hab¨ªa transferido ni deb¨ªa transferir tecnolog¨ªa nuclear al r¨¦gimen de Teher¨¢n.
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