Publ¨ªquelo y v¨¢yase al diablo
"Publ¨ªquelo y v¨¢yase al diablo", fue la contundente respuesta del primer ministro Henry Palmerston cuando un peri¨®dico amenaz¨® con publicar los detalles de una de sus muchas aventuras amorosas. En gran medida, ese comentario hostil del gran estadista del siglo XIX ha marcado desde entonces el tono de la relaci¨®n entre la clase pol¨ªtica brit¨¢nica y la prensa. La pol¨¦mica con el magnate de News International, Rupert Murdoch, es el ¨²ltimo episodio de una guerra de larga duraci¨®n.
Como en muchos pa¨ªses, en la relaci¨®n entre los pol¨ªticos y la prensa de Reino Unido hay m¨¢s odio que amor. Muchos en Westminster desprecian lo que consideran una trivializaci¨®n de la agenda pol¨ªtica en una tendencia que ha sido dirigida por los tabloides sensacionalistas, encabezados por The Sun y News of the World, de News International. Los pol¨ªticos se quejan de que muchos reportajes sobre su trabajo est¨¢n escritos como si se tratara de una telenovela en la que el cotilleo y el esc¨¢ndalo hacen casi imposible un debate serio.
La relaci¨®n entre los pol¨ªticos y la prensa de Reino Unido se hundi¨® a su nivel m¨¢s bajo el a?o pasado cuando los detalles de los gastos de los diputados del Parlamento se filtraron a los medios de comunicaci¨®n de manera ilegal. Las revelaciones fueron objeto de bromas continuas. En el mejor de los casos, los parlamentarios quedaron en rid¨ªculo. En el peor, aparecieron como delincuentes. Inocentes y culpables fueron tratados de la misma forma, y la reputaci¨®n del Parlamento cay¨® por los suelos.
La figura central de este deterioro de las relaciones ha sido Rupert Murdoch, quien posee el 40% de los diarios nacionales de Reino Unido y controla una importante participaci¨®n del canal de televisi¨®n v¨ªa sat¨¦lite BSkyB. Los pol¨ªticos de todos los partidos se han visto obligados hasta ahora a rendir pleites¨ªa al magnate australiano, que dirige uno de los mayores imperios medi¨¢ticos del mundo desde Nueva York. No hacerlo as¨ª habr¨ªa implicado sin duda correr el riesgo de un suicidio pol¨ªtico.
Las revelaciones actuales muestran que la guerra entre los pol¨ªticos y la prensa ha entrado en una nueva fase, en la que los primeros perciben ya el olor de la sangre. Las investigaciones de los ¨²ltimos d¨ªas reflejan que News International no solo cre¨ªa que pod¨ªa funcionar al margen de la ley, sino que tampoco hab¨ªa l¨ªmites para sus actividades. Sus escuchas telef¨®nicas ilegales no se han limitado a los futbolistas o los famosos y tambi¨¦n se han extendido a personas corrientes, que a menudo son noticia por motivos tr¨¢gicos. Puede ser que el cierre de News of the World sea solo el principio del fin. Y es casi imposible que el intento de Murdoch de hacerse con el control total de BSkyB salga adelante.
A diferencia de lord Palmerston, muchos diputados no aceptan ya la doctrina del "publ¨ªquelo y v¨¢yase al diablo". Con el pueblo brit¨¢nico tan indignado, les hace ilusi¨®n aprovechar la situaci¨®n para saldar las cuentas pendientes con la prensa de Murdoch.
David Fred Mathieson fue asesor del exministro de Exteriores brit¨¢nico Robin Cook.
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