Enrico Manca, el mando del socialismo en la RAI
Dirigi¨® la televisi¨®n p¨²blica italiana en la era pre-Berlusconi
Hay biograf¨ªas que resumen una parte de la historia de todo un pa¨ªs. La de Enrico Manca, expresidente de la RAI fallecido el martes a los 79 a?os, es un repaso de las convulsiones pol¨ªticas de Italia en la llamada primera rep¨²blica, la que naci¨® de las cenizas de la II Guerra Mundial y termin¨® a principios de los noventa con el esc¨¢ndalo de Tangent¨®polis y la primera victoria electoral de Silvio Berlusconi. En aquella tormenta judicial, que acab¨® con una generaci¨®n de pol¨ªticos, tambi¨¦n qued¨® atrapada la formaci¨®n a la que Manca perteneci¨® desde su juventud, el Partido Socialista Italiano (PSI), que dirig¨ªa el controvertido Bettino Craxi, primer ministro entre 1983 y 1987.
Manca, que en 1976 hab¨ªa apoyado la elecci¨®n de Craxi a secretario general, estuvo entre quienes, dos a?os m¨¢s tarde, se opusieron al l¨ªder para propugnar el di¨¢logo con los comunistas del PCI y la creaci¨®n de un frente alternativo a la todopoderosa Democracia Cristiana; opci¨®n que no se impuso a la corriente mayoritaria, defensora de la alianza con los democristianos que terminar¨ªa aupando a Craxi al Gobierno. Manca, que lleg¨® a ser n¨²mero dos del PSI, no form¨® parte del primer Ejecutivo socialista de la Italia republicana, aunque hab¨ªa sido ministro de Comercio Exterior de dos Gobiernos democristianos consecutivos durante un breve periodo, entre abril de 1980 y junio de 1981. Todo un logro en una ¨¦poca en la que los Ejecutivos no sol¨ªan sobrevivir m¨¢s que unos meses: entre remodelaciones y dimisiones, de 1948 a 1994 Italia tuvo 47 Gobiernos.
Sobrevivi¨® indemne a una etapa pol¨ªtica marcada por todo tipo de esc¨¢ndalos
De aquel entramado de alianzas y traiciones, de cambios de bando y mezclas heterodoxas, Manca fue testigo, tambi¨¦n, desde la presidencia de la Radiotelevisi¨®n Italiana (RAI), que dirigi¨® entre 1986 y 1992.
Su mandato estuvo marcado por la llamada lottizzazione, la divisi¨®n sistem¨¢tica de los distintos canales y cabeceras period¨ªsticas de la empresa conforme a las parcelas de influencia asignadas a los principales partidos pol¨ªticos: una pr¨¢ctica tan despreciada por la falta de independencia que conllevaba como a?orada ahora en tanto que mal menor que garantizaba un m¨ªnimo de pluralismo. Durante su presidencia, la RAI tuvo que enfrentarse al creciente poder de las televisiones privadas, en concreto las del magnate Silvio Berlusconi, que ten¨ªa en Craxi a su "padrino" pol¨ªtico. Una d¨¦cada en la que el imperio televisivo de Berlusconi fue creciendo a la sombra de decretos ad hoc aprobados precisamente por los Gobiernos del l¨ªder socialista.
La primera ley org¨¢nica de radiotelevisi¨®n, aprobada en 1990, se limit¨® a fotografiar la situaci¨®n existente, consolidar el monopolio de facto de las privadas por parte de Berlusconi. Como el mismo Manca reconocer¨ªa un a?o despu¨¦s en una entrevista con EL PA?S, la ley "evidentemente" hab¨ªa favorecido al magnate.
Manca dej¨® la presidencia de la RAI en 1992, tras la ca¨ªda del PSI bajo los embates de los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n. ?l sali¨® inmune, como ya hab¨ªa ocurrido a principios de los a?os ochenta con el caso de la P2, la logia mas¨®nica que contaba entre sus miembros a ministros, pol¨ªticos, militares, nombres ilustres de las finanzas y la industria: uno de los mayores esc¨¢ndalos de la historia de la rep¨²blica italiana. Manca, que entonces era ministro, figuraba en las listas de afiliaci¨®n de la logia, a pesar de que ¨¦l siempre neg¨® pertenecer a la organizaci¨®n. Un fallo judicial le exculp¨® al considerar que la simple presencia de su nombre en ellas no probaba su adhesi¨®n.
Tras Tangent¨®polis y la di¨¢spora que vivieron los socialistas (muchos engrosaron las filas del neonato partido de Berlusconi, Forza Italia), Manca se adhiri¨® al centrista Partido de la Margarita y dedic¨® los ¨²ltimos a?os a una de sus pasiones: promover el avance tecnol¨®gico desde la presidencia del Instituto para el Estudio de la Innovaci¨®n en los Medios de Comunicaci¨®n.
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