"Enviaba mensajes mentales para mis dos hijos"
La turista holandesa que sobrevivi¨® 18 d¨ªas sin comida en la sierra de Nerja combin¨® disciplina y optimismo
Despu¨¦s de 25 a?os trabajando como bibliotecaria, Mary Anne Goossens ha desarrollado un fuerte sentido del orden y del m¨¦todo. Esta disciplina natural forjada entre libros y archivos ha permitido a esta turista holandesa, poco amiga de la aventura, sobrevivir a 18 d¨ªas perdida y sin alimentos en la sierra de Nerja (M¨¢laga).
Goossens, de 48 a?os, fue encontrada el pasado martes a ¨²ltima hora de la tarde por tres alucinados excursionistas malague?os a 200 metros aguas abajo del nacimiento del r¨ªo Chillar. "Est¨¢bamos escalando una pared cuando escuchamos a una mujer gritar ?Help! y llamar la atenci¨®n con un silbato. Ten¨ªa la cara quemada por el sol y estaba tiritando, aunque se hab¨ªa metido esparto en la camiseta para quitarse el fr¨ªo", recuerdan los monta?eros Daniel S¨¢nchez y Pedro Conde, ambos estudiantes de ingenier¨ªa.
Mary Anne, de 48 a?os, dice que se sinti¨® "un poco tonta" por perderse
Se untaba musgo en la piel para hidratarla y mord¨ªa hierbas o madera
La mujer estaba recostada, muy d¨¦bil, en un barranco, entre dos cascadas de agua. Los excursionistas, temerosos de que alguien les estuviera tendiendo una trampa, le preguntaron si estaba sola, c¨®mo hab¨ªa llegado hasta all¨ª y cu¨¢ntos d¨ªas llevaba.
Mary Anne les dio la cifra exacta de su aislamiento: 18 d¨ªas. Les cont¨® que se hab¨ªa perdido haciendo una excursi¨®n por el r¨ªo Ch¨ªllar, cuya parte inicial es muy popular entre familias en los meses de buen tiempo porque el recorrido est¨¢ lleno de pozas y cascadas. Seg¨²n su relato, camin¨® dos d¨ªas con la esperanza de llegar al municipio vecino de Frigiliana y cuando comenz¨® a desandar el camino se qued¨® atrapada entre riscos, a unos 800 metros de altitud. "Le dijimos que nos la llevar¨ªamos de all¨ª, pero se neg¨® porque no ten¨ªa fuerzas", relata Pedro. La noche comenzaba a caer y en la zona no hab¨ªa cobertura de tel¨¦fono m¨®vil, por lo que los tres amigos optaron por iniciar el descenso y alertar a los servicios de emergencia cuanto antes.
Antes de marcharse le dieron a Mary Anne su primer alimento en casi tres semanas: dos barritas de cereales con chocolate. Tambi¨¦n le proporcionaron un saco de dormir. A la una de la tarde del mi¨¦rcoles, tres agentes del equipo de rescate e intervenci¨®n de monta?a de la Guardia Civil (EREIN), la sub¨ªan a un helic¨®ptero sana y salva.
Tras su rescate, todo han sido elogios para la actitud y la fortaleza de esta mujer que ha pasado poco m¨¢s de un d¨ªa ingresada en el hospital y a la que los m¨¦dicos solo han encontrado un poco desnutrida.
Mary Anne no ha hablado con los medios de comunicaci¨®n hasta llegar a Holanda. Ayer por la tarde hizo una breve aparici¨®n en una rueda de prensa dirigida por sus hijos Fritz y Jantje Korten, de 29 y 24 a?os. Mar¨ªa Kupers, periodista holandesa afincada en la Costa del Sol, asegura que la mujer reconoci¨® haberse sentido "un poco tonta" al perderse en lo que iba a ser una caminata de dos horas y media, y quedarse en una zona cercana al agua le pareci¨® "lo m¨¢s inteligente". "Enviaba SMS mentales a mis dos hijos, iba pinchando las teclas en mi cabeza", dijo.
En los ¨²ltimos d¨ªas, Mary Anne ha detallado a trav¨¦s de sus allegados las rutinas le ayudaron a mantener el equilibrio f¨ªsico y mental. "Cada ma?ana lavaba su camiseta y cuidaba que estuviera seca para no pasar fr¨ªo por la noche, tambi¨¦n arreglaba su cama, un lecho de hierbas en el que dorm¨ªa para aislar la humedad", explica su hija menor.
Para soportar el hambre, imaginaba que estaba cocinando sus platos favoritos o mordisqueaba peque?as hierbas o trozos de madera. Otro de sus pasatiempos consist¨ªa en planear mentalmente la fiesta de su 50 cumplea?os.
Sac¨® partido de su avidez lectora y puso en pr¨¢ctica los conocimientos adquiridos. "Se untaba el cuerpo con musgo porque sab¨ªa que as¨ª se mantendr¨ªa la piel hidratada", relataba por tel¨¦fono su hijo Fritz, poco despu¨¦s de que la familia entera aterrizara en Holanda. En Stamproy, el peque?o pueblo de 5.000 habitantes del sur del pa¨ªs donde residen, les aguardaba una fiesta de bienvenida.
Mary Anne convirti¨® en rutina hasta el optimismo. "Cada noche se repet¨ªa, 'ma?ana me rescatan", cuenta Antonio D¨ªaz, hispano holand¨¦s due?o del bar El fuego en Nerja y enlace de la familia con las autoridades y la prensa. "Dorm¨ªa muy poco porque quer¨ªa estar alerta, por si pasaba alguien captar su atenci¨®n", a?ade.
La bibliotecaria vio muchas hormigas, que se plante¨® comer, pero no pudo, y lagartos. "Su mayor miedo era encontrarse con una serpiente, pero afortunadamente no vio ninguna", aporta Johan Korten, su ex marido. Mary Anne viaj¨® sola a la Costa del Sol. El 17 de junio dej¨® perfectamente ordenada su habitaci¨®n en el c¨¦ntrico hotel Bajamar, de Nerja. Vestida con un pantal¨®n corto, una camiseta sin mangas y zapatillas, inici¨® su aventura. No dijo a nadie ad¨®nde iba, por lo que su familia tard¨® una semana en denunciar su desaparici¨®n.
La peripecia le ha costado 12 kilos, de los que, seg¨²n dijo ayer, ya ha recuperado cinco. "Su cuerpo entr¨® en una situaci¨®n de autoconsumo, un proceso metab¨®lico alternativo que habr¨ªa sobrecargado su organismo en cuatro d¨ªas si no hubiera bebido agua, ya que no habr¨ªa podido expulsar las sustancias de desecho", explica Javier Aranceta, presidente de la Sociedad Espa?ola de la Nutrici¨®n Comunitaria.
Mary Ann no sigui¨® ninguno de los consejos de la Guardia Civil para evitar perderse en la monta?a. Se fue de excursi¨®n sola, no comunic¨® donde iba, ni se equip¨® para una empresa de ese calibre, pero cuando lleg¨® la hora de sobrevivir, escogi¨® el camino adecuado.
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