O cuotas o paciencia
La escasa presencia de mujeres en los consejos de administraci¨®n de las empresas espa?olas es un hecho que no parece corregirse con el paso del tiempo ni con las medidas de est¨ªmulo de la participaci¨®n femenina en la direcci¨®n de las compa?¨ªas que el Gobierno de Rodr¨ªguez Zapatero aplic¨® casi inmediatamente desde 2004. Los n¨²meros dicen que la participaci¨®n femenina sigue siendo escasa (apenas el 11% de los sillones de consejeros de administraci¨®n en el Ibex est¨¢ ocupado por mujeres), si bien el punto de partida, en 2002, presentaba niveles irrisorios (el 2%). En las cotizadas en el Ibex apenas se cuentan dos mujeres que sean consejeras ejecutivas en sus sociedades (Ana Patricia Bot¨ªn y Mar¨ªa Dolores Dancausa, en Banco de Santander y Bankinter, respectivamente) a pesar de las esperanzas puestas en la Ley de Igualdad, cuyo objetivo era elevar el n¨²mero de mujeres en los consejos de administraci¨®n hasta el 40% en 2015. Es evidente que ese porcentaje no se va a conseguir, por lo cual hay que concluir que los incentivos a la participaci¨®n de la mujer en los ¨®rganos de decisi¨®n empresarial no funcionan. Y eso es aplicable no solo a Espa?a, sino a casi todos los pa¨ªses europeos, con excepci¨®n de Noruega.
Para explicar este fracaso relativo se pueden explorar muchas causas, desde la apelaci¨®n al clich¨¦ tradicional del mando como privilegio masculino hasta la pervivencia de patrones de conducta que empujan a la mujer hacia el hogar. Casi todas las explicaciones, incluso las psicol¨®gicas, son parcialmente correctas e irremediablemente pobres. En cualquier caso, desde la perspectiva pol¨ªtica no parece necesario especular obsesivamente sobre esas causas. Baste saber que los cambios en la gesti¨®n corporativa implican siempre serias resistencias por parte de los poderes internos dentro de las empresas y que no es posible vencerlas con meras recomendaciones. Para que se comprenda mejor el tablero donde se juega el empe?o por aumentar el papel femenino en los ¨®rganos de direcci¨®n, recu¨¦rdese que otras iniciativas de buen gobierno corporativo, como la presencia dominante de consejeros independientes (de los de verdad, no los que nombran los directivos para asegurarse las mayor¨ªas) o la constituci¨®n de comisiones de retribuci¨®n al resguardo del poder de los directivos, han fracasado en igual o incluso mayor proporci¨®n que la reivindicaci¨®n femenina.
Por tanto, la cuesti¨®n es si la presencia de las mujeres en los consejos podr¨¢ aumentarse alguna vez con disposiciones blandas, de consenso entre partidos, instituciones y compa?¨ªas, que acaban en el canal de simples sugerencias, o si ser¨ªa necesario recurrir al procedimiento de las cuotas obligatorias. El debate tiene perfiles delicados, porque las empresas se resisten a perder autonom¨ªa. La intensidad de esa resistencia se aprecia en las dificultades que tiene Vivianne Reding, vicepresidenta de la Comisi¨®n, para articular una directiva de igualdad que eleve progresivamente en Europa el n¨²mero de consejeras. A pesar de que, muy voluntariosamente, ha debatido los t¨¦rminos generales de la futura directiva con entidades financieras y grandes empresas, est¨¢ por ver que pueda imponer cuotas de participaci¨®n femenina a cambio de sanciones en la futura directiva.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.