Analog¨ªas
Rubalcaba lanza la idea de seleccionar a los futuros educadores mediante un sistema de pr¨¢cticas, realizadas en las propias instituciones educativas y remuneradas con un sueldo modesto. Tal y como lo propone, un procedimiento an¨¢logo al sistema MIR (m¨¦dico interno residente) que funciona en nuestra sanidad. No es una idea despreciable como sugerencia, pero es una mala analog¨ªa porque la sanidad tiene poco que ver con la educaci¨®n y porque es vaga en su formulaci¨®n. No sabemos si se refiere principalmente a la prueba objetiva a escala nacional para seleccionar a los aspirantes, es decir, un test de conocimiento, a la formaci¨®n remunerada durante cuatro a?os en el centro, o simplemente al ¨¦xito aparente que se atribuye al sistema MIR.
En cuestiones sociales circulan algunas ideas que est¨¢n aceptadas por casi todo el mundo, que se repiten constantemente, pero que solo contienen algunas verdades mezcladas con muchos errores. Son estereotipos muy peligrosos, porque solo sirven para estrellarse con la realidad una y otra vez. Deber¨ªamos desmontarlos uno a uno, separando lo que tienen de ¨²til de la simplificaci¨®n excesiva. Me refiero, por ejemplo, a eso de que todos los pol¨ªticos son corruptos, a que tenemos a la generaci¨®n joven mejor formada de la historia, a que nuestra sanidad p¨²blica es estupenda, o que la educaci¨®n salvar¨¢ a nuestro mercado de trabajo. Son verdades envueltas en muchas mentiras, que solo sirven para alimentar nuestra pereza mental.
Nuestros estudiantes de medicina ten¨ªan una buena formaci¨®n te¨®rica, pero no sab¨ªan hacer casi nada. Eso lo solucion¨® razonablemente bien el sistema MIR. A cambio, sus conocimientos profesionales disminuyeron bastante. Y los efectos colaterales fueron devastadores. Las Facultades de Medicina ya no forman a los profesionales, solo a los aspirantes a MIR. Si adem¨¢s convertimos al Hospital Cl¨ªnico Universitario en un hospital m¨¢s de la seguridad social, la Facultad de Medicina se queda sin contenido o, al menos, con muy poco. Muchos me contestar¨¢n con cifras, datos y planes de estudio, pero en el fondo saben perfectamente que tenemos mejores t¨¦cnicos y peores m¨¦dicos.
Y contra los argumentos t¨¦cnicos, un chiste malo de hace d¨¦cadas y mucho peor ahora. Se dec¨ªa entonces que cuando un Rector se mor¨ªa y era castigado con el infierno, lo condenaban a dirigir una Universidad con dos Facultades de Medicina. Por lo visto, no hab¨ªa nada peor ni m¨¢s s¨¢dico que sacar adelante dos instituciones de este tipo. En la actualidad florecen como geranios, todo el mundo quiere tener una o dos o muchas, p¨²blicas y privadas, porque las escuelas de aspirantes a MIR ya no producen muchos problemas, sin hospitales propios ni t¨ªtulos profesionales todo son ventajas y beneficios institucionales.
?Queremos hacer lo mismo en educaci¨®n? Y, metidos en faena, por qu¨¦ no un Pol¨ªtico Interno Residente.
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