?frica se mueve
Sud¨¢n del Sur se convirti¨® el pasado s¨¢bado en el pa¨ªs m¨¢s joven del continente africano. Las cr¨®nicas sobre su independencia han abundado en los enormes problemas que deber¨¢ afrontar en los pr¨®ximos a?os. Le¨ªdos uno tras otro, componen un cat¨¢logo de los males de ?frica entera: pobreza, p¨¦simos indicadores de desarrollo humano (educaci¨®n, salud, nutrici¨®n), fronteras disputadas, secuelas de la guerra, y tantos otros. As¨ª suele pasar con ?frica: incluso una noticia relativamente positiva -la separaci¨®n mutuamente aceptada, que permite empezar a cerrar las heridas de una larga guerra en Sud¨¢n- da pie a se?alar los problemas enormes del continente. Pero este justificado recordatorio no deber¨ªa ofuscar una realidad: a fecha de hoy, en 2011, la econom¨ªa en ?frica ofrece razones para la esperanza.
Con todas las salvedades, ya no ha lugar para un pesimismo generalizado sobre el futuro
Entre los diez Estados del mundo (por encima de 10 millones de habitantes) con mayor crecimiento del PIB entre 2001 y 2010, seis eran africanos: Angola (1?), Nigeria (4?), Etiop¨ªa (5?), Chad (7?), Mozambique (8?) y Ruanda (10?). Hay que tomar este crecimiento con muchas precauciones. En algunos casos, como los de Angola y Nigeria, tiene mucho que ver con el alto precio del petr¨®leo en la ¨²ltima d¨¦cada. El hecho de haber empezado la d¨¦cada en niveles baj¨ªsimos a causa de la devastaci¨®n b¨¦lica explica las tasas elevadas de crecimiento de otros pa¨ªses. Un PIB mayor no significa siempre una mejora en las condiciones de vida de los ciudadanos: en primer lugar, tiene que compensar un incremento acelerado en la poblaci¨®n; en segundo lugar, debe verse hasta qu¨¦ punto mayores ingresos para el pa¨ªs se traducen en poder de compra para la mayor¨ªa de sus ciudadanos; y, por ¨²ltimo, la corrupci¨®n y la apropiaci¨®n de fondos desvirt¨²an los efectos positivos del crecimiento. No hay peor ejemplo que Guinea Ecuatorial: siendo el pa¨ªs del mundo cuya renta per c¨¢pita m¨¢s aument¨® entre 2001 y 2010, la pobreza extrema sigue siendo la norma y los indicadores sociales no han mejorado, a la par que crec¨ªa la riqueza generada por el petr¨®leo.
Pero, con todas las salvedades, ya no hay lugar para un pesimismo generalizado sobre el futuro de ?frica. El continente ha conseguido entrar en el radar de los inversores tanto del mundo industrializado como de las pujantes econom¨ªas china, india y brasile?a. La carrera desenfrenada por los recursos conlleva efectos desastrosos para las poblaciones africanas: devastaci¨®n ecol¨®gica, dur¨ªsimas condiciones de trabajo, acaparamiento de recursos (incluidas las tierras de cultivo). Pero tambi¨¦n tira de un crecimiento econ¨®mico que ha empezado a cambiar el peso de ?frica en la econom¨ªa y el comercio globales, y abre nuevos horizontes tambi¨¦n al desarrollo humano sostenible. Para el presente lustro (2011-2015), The Economist calcula que los Estados africanos ocupar¨¢n 7 de las 10 primeras posiciones en crecimiento, siguiendo la estela de China e India. No faltan las comparaciones. Para algunos, ?frica se desarrollar¨¢ como India, a partir de una revoluci¨®n verde (una modernizaci¨®n en las pr¨¢cticas agr¨ªcolas que le permita alimentar de modo adecuado a su poblaci¨®n), la transici¨®n a una demograf¨ªa m¨¢s sostenible y un crecimiento basado en el desarrollo de los mercados propios, con m¨¢s impulso al consumo que a la inversi¨®n destinada a exportar, y con mayor peso de los servicios y la tecnolog¨ªa que de las manufacturas. Pero en India una mejora acelerada de los indicadores de desarrollo coexistir¨¢ por mucho tiempo con bolsas de pobreza extrema y grandes desigualdades. Para otros, ?frica podr¨ªa entrar en una d¨¦cada de crecimiento como lo fue la ¨²ltima para Am¨¦rica Latina, con mayor inserci¨®n en los mercados globales aprovechando el tir¨®n de las materias primas, estabilidad en las finanzas p¨²blicas y pol¨ªticas redistributivas que han sacado a millones de la pobreza, pero tambi¨¦n con problemas graves de desigualdad, violencia y el azote del narcotr¨¢fico.
Probablemente, ?frica acabar¨¢ encontrando su propia v¨ªa al desarrollo, no sin dificultades. Sud¨¢n del Sur se incorpora a un continente que cada vez contar¨¢ m¨¢s en el contexto global. Si se mantienen las tendencias actuales, ?frica solo tardar¨¢ 12 a?os en superar en poblaci¨®n tanto a India como a la misma China. Los mayores retos al desarrollo humano y a otras cuestiones de ¨¢mbito mundial como la lucha contra el cambio clim¨¢tico o la seguridad alimentaria se dirimir¨¢n, en buena medida, en ?frica. Su papel en la econom¨ªa mundial ser¨¢, previsiblemente, cada vez mayor. Los retos de su pa¨ªs m¨¢s nuevo encarnan los de todo el continente. Pero la confianza de su poblaci¨®n en el futuro nos recuerda que los africanos no cesan en su empe?o por tomar el desarrollo en sus propias manos.
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