Vanidad de variedades

Ning¨²n arte esc¨¦nico ha pasado crisis como la del circo, que en los a?os setenta en Espa?a roz¨® el punto de no retorno: derribado el Price y con los empresarios del ramo articulando sus espect¨¢culos en torno a personajes de la tele, el arte redondo por excelencia qued¨® desmayado y exang¨¹e. Tan abajo cay¨®, que desde ah¨ª solo pod¨ªa remontar.

Mientras que en Francia se cre¨® una gran escuela estatal y otras locales, nuestro circo sigui¨® recibiendo escaso apoyo institucional. Algo est¨¢ cambiando. El nuevo Price y el futuro circo del centro de las artes de Alcorc¨®n, son signos de que las administraciones p¨²blicas ya no dan solo buenas palabras por respuesta. Al hilo del estreno del cabar¨¦ Crazy love cabe hacer algunas observaciones sobre el papel que a nuestro circo municipal corresponde desempe?ar.

Los n¨²meros encajan en un hilo de acci¨®n dram¨¢tica muy bien llevado

En ausencia de otros recintos estables, al Price le competen tres labores: ser puerta de entrada de la creaci¨®n contempor¨¢nea no convencional, hacer producciones de calidad para el gran p¨²blico y promover j¨®venes valores. En un contexto de servicio p¨²blico se entiende mal que ande produciendo espect¨¢culos de variedades c¨®mo Crazy love, propios de una empresa privada.

En Crazy love hay dos n¨²meros extraordinarios: el de malabares, con sombreros, cajas de puros y pelotas impulsadas con todas las partes del cuerpo por Kris Kremo, divertido y original¨ªsimo, y el de Mykola Shcherbak y Sergi Popov, campeones del mundo con el equipo acrob¨¢tico nacional ucranio, cuyas inveros¨ªmiles figuras en equilibrio mano a mano son de una precisi¨®n prodigiosa. Es el primer cabar¨¦ del Price donde los n¨²meros encajan en un hilo de acci¨®n dram¨¢tica, muy bien llevado por la espl¨¦ndida actriz Petra Mart¨ªnez, en su salsa cuando improvisa.

El buen trabajo de estos artistas, de la orquesta o de la stripper La Perla Negra, entre otros, no impide que salgamos pregunt¨¢ndonos por qu¨¦ se gasta la p¨®lvora del rey (m¨¢s bien de la incipiente rep¨²blica de ciudadanos indignados) en salvas improductivas en lugar de potenciar programas propios de I+D como Crece, que anualmente da a noveles brillantes la oportunidad de trabajar en equipo con un director de escena prestigiado.