Samuel S¨¢nchez ya tiene 'su' etapa

"Ya nadie se acuerda de m¨ª", llora con su habitual iron¨ªa de cascarrabias Roberto Laiseka, que cuando gan¨® en Luz Ardiden, justo hace 10 a?os, mereci¨® titulares legendarios, de esos que dicen que un tal entra en la historia (en efecto, fue la primera victoria del Euskaltel en el Tour, fue el primer Tour del equipo vasco tambi¨¦n) por hacer algo de lo que tres meses despu¨¦s solo se acuerdan los vecinos y tres a?os m¨¢s tarde solo los que se dedican a recordar datos in¨²tiles. Ayer, an¨®nimo ya, Laiseka vio la etapa desde una curva a 250 metros de la meta, entre franceses de esos que gritan "?oh, la, la!" cuando ven por la pantalla gigante que su adorado Voeckler todo de amarillo toma recta la primera curva en el descenso de la Hourquette d'Ancizan, y aficionados de naranja, los hermanos peque?os, quiz¨¢s, o los sobrinos de los que se sublimaron con su proeza hace una d¨¦cada, respiran aliviados al ver al suyo caer y botar y dicen, "pero el moscatel se ha levantado r¨¢pido". Por all¨ª vio volar, camino de la historia, a su antiguo compa?ero Samuel S¨¢nchez.

Al a?o siguiente, en 2002, cuando debut¨® en el Tour, Samuel S¨¢nchez, un joven con sue?os de gloria, de gestas, de mitos, no pudo apenas oler los Pirineos, sus Pirineos. En la primera etapa de monta?a, un encontronazo a la hora de firmar con Pedro Horrillo, que lo recuerda aqu¨ª al lado, le provoc¨® un esguince cervical, una mala postura, una mala noche, y un fuera de control el d¨ªa siguiente, que se llegaba a Plateau de Beille. Se le recuerda ahora al asturiano de naranja, tan feliz a los 33 a?os, la circunstancia y, acto reflejo, se lleva inmediatamente la mano al cuello. "Qu¨¦ tiempos", dice. Se le recuerda a Haimar Zubeldia, que corre ahora en el RadioShack, que cuando iba de naranja Euskaltel, en 2003, su director de entonces, Juli¨¢n Gorospe, les dijo a ¨¦l y a Iban Mayo, atacantes en el descenso del Tourmalet, que se pararan, que lo importante era no caerse, que no arriesgaran. "Qu¨¦ tiempos", dice tambi¨¦n Zubeldia, que sabe que Samuel ha ganado por fin una etapa en el Tour, su etapa, atacando en el descenso del Tourmalet por Bar¨¨ges, por donde Indurain subi¨® hace 20 a?os.

Ignorante a¨²n de que bajando el Tourmalet Gilbert le abrir¨ªa el camino de la victoria, Samuel, despu¨¦s de recibir en la salida la bendici¨®n del patr¨®n Ardanza, el exlehendakari, que sigui¨® la etapa, fue a firmar como una ama de casa a por el pan, en chancletas. Ajeno a lo que le deparar¨¢ la historia, el campe¨®n ol¨ªmpico de Pek¨ªn, declar¨® feliz que este, el de Luz Ardiden 2011, era "el d¨ªa m¨¢s importante de su carrera". "No me lo creo todav¨ªa", dijo. "Ganar una etapa del Tour, ganar en Luz Ardiden, con todo lo que significa, con toda la afici¨®n en la cuneta, tiene doble valor. Ha sido un d¨ªa grande para m¨ª, un d¨ªa grande para el equipo. Seguiremos d¨ªa a d¨ªa, ahora toca celebrar, ma?ana, ya veremos".