Una sola mesa y 12 desconocidos
Gastro, restaurante del Centro Niemeyer de Avil¨¦s, propone una aventura gastron¨®mica con reserva por Internet y homenajes a grandes chefs
Rebasadas las 14.00, un pu?ado de comensales -pocos- aguardan impacientes antes de pasar a la mesa. Durante la espera, en la moderna cocteler¨ªa de la rotonda de la torre Gastro disfrutan de vistas panor¨¢micas de Avil¨¦s y del propio centro Niemeyer. Saben que disponen de acomodo en la mesa en la que cada d¨ªa entre semana tiene lugar una funci¨®n para 12 comensales, justo a las 14.15. Cualquier retraso perjudicar¨ªa al resto. Sesiones que los fines de semana se ampl¨ªan tambi¨¦n a las noches. Algo parecido a una entrada de teatro con asientos no numerados que permite degustar un men¨² ¨²nico en compa?¨ªa de desconocidos. Una suerte de cita a ciegas de ambientaci¨®n gastron¨®mica.
Antes, para lograr este privilegio, los aspirantes han de reservar online en la web (www.gastroniemeyer.org) en la que se detallan fechas y asientos disponibles. Y abonar el importe del ¨¢gape con tarjeta de cr¨¦dito, alrededor de 90 euros. "El mes de agosto lo tenemos casi lleno. A partir de septiembre, ya veremos", afirma Marcos Mor¨¢n, que junto con su padre, Pedro (Casa Gerardo en Prendes) se ocupa de la gesti¨®n culinaria de este centro cultural, en cuya cafeter¨ªa, tambi¨¦n bajo su supervisi¨®n, se despachan raciones de bravas, croquetas, hamburguesas y ensaladas. Arriba, en el comedor del Gastro, la cosa es diferente. Cada mes una estrella con un men¨² prefijado. Platos consolidados de un gran cocinero. "Hemos empezado con Arzak", asegura Marcos. En agosto le tocar¨¢ el turno a Pepe Rodr¨ªguez Rey (El Boh¨ªo), despu¨¦s a David de Jorge y en noviembre al brasile?o Alex Atala (Dom, S?o Paulo).
GASTRO
PUNTUACI?N: 6
Centro Niemeyer. Avil¨¦s. Reservas: solo online en www.gastroniemeyer.org. Cierra: los lunes. De martes a jueves, ¨²nica sesi¨®n a las 14.15, los viernes y s¨¢bados, dos sesiones, a las 14.15 y a las 21.30. Los domingos, una ¨²nica sesi¨®n, a las 14.15. Precio: alrededor de 90 euros por persona.
Con esta iniciativa los Mor¨¢n no inventan nada. Solo copian en versi¨®n descafeinada lo que sucede en el restaurante Ikarus (hangar 7 del aeropuerto de Salzburgo, Austria), propiedad del due?o de Red Bull, el austriaco Dietrich Mateschitz. En el Gastro de Avil¨¦s las estrellas invitadas rotan cada 30 d¨ªas. E igual que en Salzburgo, los elegidos asumen cotas de riesgo. Exponen su nombre y brindan sus recetas que luego ejecuta un cocinero designado por los Mor¨¢n con la ayuda de tres becarios. ?Resultados? Siempre inferiores a los de sus casas respectivas. "Nuestros amigos nos ceden sus recetas y nosotros las ejecutamos. No cambiamos nada", prosigue Marcos. "No se trata de valorar platos, sino el estilo y la trayectoria de determinados maestros". El men¨² de Arzak, ahora en el candelero, constituye una retrospectiva de este gran profesional durante un cuarto de siglo. Despu¨¦s de unos aperitivos livianos (arroz con arraitxikis, ra¨ªz de loto con hongos, pastel de kabrarroka) llega el caldo mutante de chipir¨®n, el abrebocas m¨¢s conseguido. Las secuencias prosiguen con algunos de sus hitos: higos con foie-gras, sorta de cigalas sobre caldo de ma¨ªz, y huevo pochado con tierras de pistacho, t¨¦ y tomate. Es una l¨¢stima que el plato de pescado, bonito en hoguera de sus escamas, se presente demasiado hecho, mientras que el pich¨®n con patatas azules cumple sin pretensiones. Y como remate dulce, las pompas de pi?a, otro de sus cl¨¢sicos, y el racimo de chocolate, composici¨®n desdibujada. Con los vinos tampoco cabe elegir nada: la comida entera se acompa?a con Bodegas Chivite. Una experiencia divertida para los aficionados a los acontecimientos ins¨®litos.
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