Se regalan orejas por cese de negocio
Jurar¨ªa, si no los hubiera visto morir, que los toros de ayer eran los mismos de la semana pasada y los de la otra y los de la otra. D¨®ciles, mansurrones, faltos de fuerza, sin casta ni car¨¢cter. Y sin riesgo tampoco hay emoci¨®n. Es lo que, en la Monumental barcelonesa, le ocurri¨® a Ponce ayer, que se hart¨® de dar pases, pero sin m¨¢s.
A Enrique Ponce le pierde el ritmo, o la ausencia de ¨¦l. Es tan parsimonioso, que el p¨²blico y el toro se olvidan de ¨¦l. En el primero tuvo m¨¢s decoraci¨®n que sustancia. Aun as¨ª, el p¨²blico barcelon¨¦s le hubiera regalado unas orejas si no hubiera sido por la espada. En su segundo, m¨¢s de lo mismo, faena correcta, unos derechazos por aqu¨ª otros por all¨¢, hasta que un espectador le solt¨® una impertinencia y Ponce se pic¨®. Se aproxim¨® un metro, corri¨® la mano y lig¨® los mejores pases y tandas de la tarde. Se emocion¨® tanto que cre¨® un nuevo pase, el de Pilates (le robo el copyright a un vecino de asiento), que consiste en acuclillarse y estirar lateralmente una pierna y luego la otra, mientras asist¨ªa imp¨¢vido Aludido, que no se daba por tal. Mat¨® a la segunda, pero eso da igual. Dos orejas, que esto se acaba.
DOMECQ Y PARLAD? / PONCE, MORANTE Y SERAF?N MAR?N
Juan Pedro Domecq y Parlad¨¦: Mansos, justos de cabeza, sin fuerza, d¨®ciles. El sexto de Parlad¨¦, mejor armado, pero manso peligroso.
Enrique Ponce: pinchazo, estocada, aviso y aplausos; pinchazo, estocada y dos orejas.
Morante de la Puebla: media estocada y pitos; pinchazo, ocho descabellos, aviso y bronca.
Seraf¨ªn Mar¨ªn: estocada y dos orejas; media, aplausos.
La Monumental de Barcelona. Unas 7.000 personas.
Una impertinencia de un espectador provoc¨® que Ponce se inventara un pase
Seraf¨ªn Mar¨ªn hay d¨ªas que, m¨¢s que cr¨ªticas, necesita un parte de accidentes
Morante sali¨® a por su primero, Pastelero, con ganas. Le dio tres capotazos con arte, porque de eso le sobra, Morante pasea, corre la mano, torea, sin necesidad de hacer estiramientos. Pero las dos ver¨®nicas excelentes se quedaron en eso. Pastelero llego a la muleta hecho un sufl¨¦ desinflado, y a Morante le hace falta poco para que ¨¦l tambi¨¦n se desinfle. Le bast¨® un tercio de espada para que Pastelero se cayera al suelo. A buen seguro que nos lo encontramos la semana que viene con otro nombre. Luego recibi¨® a su segundo con seis ver¨®nicas excelentes, pausadas y hondas. Fue todo; con la muleta sali¨® dos veces por piernas, descabell¨® ocho veces y fue abucheado.
Hay d¨ªas que a Seraf¨ªn Mar¨ªn m¨¢s que una cr¨ªtica hay que hacerle un parte de accidentes. En un quite al primero de Morante, le cogi¨® dos veces, no porque el toro lo quisiera, sino por torpeza total del diestro. Pero luego con su primer toro, el casta?o Cacareo, se redimi¨®. Dio muletazos con arte, bien es verdad que se excede en estirarse y en abrir las piernas, que dada su envergadura, no realza la figura. Un par de tropezones y trastabilleos m¨¢s no fueron obst¨¢culo para cortar orejas, que estamos en ofertas por cese de negocio y hay que aprovechar las oportunidades, algo imposible con su ¨²ltimo de la tarde.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.