Cameron evita pedir disculpas
El primer ministro brit¨¢nico se distancia ante el Parlamento de su antiguo jefe de Comunicaci¨®n y de la opa de Murdoch para comprar el 100% de BSkyB
Aunque Gran Breta?a lleva dos semanas sumida en un proceso de catarsis nacional que cuestiona el comportamiento de su clase pol¨ªtica, los m¨¦todos de sus medios de comunicaci¨®n y la honestidad y eficacia de su polic¨ªa, la C¨¢mara de los Comunes volvi¨® a los viejos h¨¢bitos de la lucha entre partidos en el debate de emergencia convocado ayer para discutir esa crisis y que oblig¨® a retrasar 24 horas el inicio del receso parlamentario veraniego.
Durante estas dos semanas ha cerrado el peri¨®dico de mayor tirada del pa¨ªs, han dimitido los dos m¨¢ximos responsables de la Polic¨ªa Metropolitana, el magnate de la comunicaci¨®n m¨¢s influyente del mundo se ha visto obligado a bajar la cabeza ante un pu?ado de representantes del pueblo. Por si faltaba alg¨²n aliciente para darle profundidad al debate parlamentario de ayer, la Comisi¨®n de Interior de los Comunes hizo p¨²blico de madrugada, con la ilusi¨®n de llegar a tiempo a ese debate, un demoledor informe en el que acusa a Scotland Yard de no querer investigar a News International, editora del News of the World, reclama que se indague en los sobornos a polic¨ªas a cambio de informaci¨®n y denuncia la "interacci¨®n social" entre investigadores e investigados en un caso que ha conmocionado al mundo.
Cameron insisti¨® en que solo pedir¨¢ perd¨®n si Coulson es procesado
La catarata de preguntas de los laboristas desquici¨® al jefe conservador
El editor deja Londres tras 10 d¨ªas que han manchado su reputaci¨®n
Se abre el debate sobre si el magnate debe seguir siendo consejero delegado
Y, sin embargo, nada de eso parec¨ªa importar ayer en los Comunes. M¨¢s metidos que nunca en su burbuja de Westminster, conservadores y laboristas se intentaron meter el dedo en el ojo unos a otros con fines puramente partidistas. Dos asuntos de principios que tienen importancia, pero parecen m¨¢s bien secundarios en las actuales circunstancias, casi monopolizaron el debate. Uno, el arrepentimiento o no del primer ministro David Cameron, por haber contratado como director de Comunicaci¨®n a Andy Coulson, que hab¨ªa dimitido en 2007 como director del News of the World. Dos, probablemente con m¨¢s fondo aunque no est¨¢ claro si es un tiro a ciegas o se apoya en algo, hasta qu¨¦ punto Cameron discuti¨® con los ejecutivos de News International su proyecto de adquirir la totalidad de BSkyB, la plataforma de televisi¨®n por sat¨¦lite de la que controla el 39%. Una operaci¨®n a la que, de momento, ha renunciado.
Pese a que los brit¨¢nicos est¨¢n ya acostumbrados a que su primer ministro d¨¦ marcha atr¨¢s, Cameron parece haber decidido que en el caso de Coulson lo va a hacer a c¨¢mara lenta. Cada d¨ªa se distancia un poco m¨¢s de ¨¦l, pero se resiste a bajar la cabeza y pedir el perd¨®n que le exige el l¨ªder de la oposici¨®n, Ed Miliband, por el "catastr¨®fico error de juicio" que en su opini¨®n fue contratar a Coulson. "Con la perspectiva del tiempo, ahora no le contratar¨ªa", reconoci¨® el primer ministro. Pero insisti¨® en que Coulson siempre ha negado cualquier relaci¨®n personal con las escuchas e insisti¨® en que solo se disculpar¨¢ si su antiguo director de Comunicaciones en el Partido Conservador y en Downing Street es procesado y condenado.
La cuesti¨®n de BSkyB puede ser potencialmente m¨¢s delicada, aunque Murdoch ha renunciado de momento a la operaci¨®n. Cuando un diputado laborista le pregunt¨® si hab¨ªa tratado el tema de BSkyB con los ejecutivos de Murdoch, Cameron respondi¨®: "Nunca he tenido una conversaci¨®n inapropiada" con la compa?¨ªa. Una respuesta deliberadamente ambigua que provoc¨® una catarata de nuevas preguntas de la oposici¨®n sobre el mismo tema que lleg¨® a sacarle de quicio. Otro diputado le pregunt¨® si hab¨ªa sido "apropiada" alguna de sus 26 conversaciones con altos cargos de News International desde que es primer ministro. "Todas mis conversaciones son apropiadas", respondi¨®.
El primer ministro, que ha vivido toda la crisis a la defensiva y ha visto como Ed Miliband le robaba un d¨ªa tras otro los titulares, insisti¨® en que no ha jugado ning¨²n papel en las decisiones del Gobierno sobre BSkyB. Y acus¨® a los laboristas de poner en marcha "una letan¨ªa de teor¨ªas conspirativas m¨¢s bien pat¨¦ticas para ganar puntos pol¨ªticamente".
Mientras los diputados se tiraban los trastos a la cabeza en los Comunes, Rupert Murdoch abandonaba Reino Unido en un jet privado tras 10 tensos d¨ªas en suelo brit¨¢nico que han dejado su reputaci¨®n de bucanero en entredicho. En su comparecencia de la v¨ªspera ante la Comisi¨®n de Cultura, Rupert y James Murdoch cubrieron con creces el doble objetivo de evitar que aparecieran nuevos focos de crisis en la compa?¨ªa y transmitir una imagen de arrepentimiento y de sincera preocupaci¨®n por las consecuencias de lo que ha ocurrido en torno al News of the World.
Pero han dejado tambi¨¦n la imagen de una empresa descontrolada, en la que, quiz¨¢s por su enorme tama?o, ocurren cosas raras. Ayer mismo, News International anunci¨® que dejar¨¢ de pagar a los abogados que defienden a Glenn Mulcare, el investigador privado que interceptaba tel¨¦fonos para el tabloide. Como tantas veces antes durante esta crisis, el emporio de Murdoch parece actuar por reacci¨®n, sin conseguir llevar la iniciativa.
Los comentaristas no se pusieron de acuerdo sobre los efectos que tendr¨¢ en el futuro de News Corporation la imagen destilada por Murdoch ante los diputados. Envejecido, con problemas para entender algunas preguntas y m¨¢s problemas a¨²n para responderlas, algunos creen que su fragilidad f¨ªsica aumentar¨¢ las presiones para que deje el cargo de consejero delegado y se conforme con ser presidente ejecutivo. Otros creen que su fragilidad inicial se fue borrando a medida que avanzaba la comparecencia y que acab¨® demostrando que sigue conservando la autoridad necesaria para liderar la compa?¨ªa que ¨¦l mismo cre¨® hace casi 60 a?os.
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