"?Oiga, que ese retablo es nuestro!"
Horcajo y La Acebeda reclaman a la Iglesia varias obras de arte sustra¨ªdas en los a?os sesenta

El pueblo organiz¨® una excursi¨®n a la capital. El recorrido inclu¨ªa una visita guiada por la catedral de la Almudena que finalizaba con una misa. Los vecinos de Horcajo de la Sierra se pararon a contemplar un retablo g¨®tico del siglo XVI, dorado, donde se cuenta en 16 tablas flamencas la vida de Jes¨²s y la Virgen. Una de las visitantes se acerc¨® mucho al retablo, tanto que un vigilante de seguridad le llam¨® la atenci¨®n. Carmen Bermejo, una vecina, recuerda que la mujer, muy resuelta, contest¨® lo que todos estaban pensando en ese momento: "?Oiga, que este retablo es nuestro!".
Los vecinos de Horcajo de la Sierra y La Acebeda, pueblos de la sierra, a¨²n hoy recuerdan el d¨ªa en el que se llevaron de sus iglesias, hace varias d¨¦cadas, lo m¨¢s valioso que ten¨ªan. En el primer caso un retablo, expuesto en La Almudena, y en el segundo tres altares de los que no se sabe nada. El paradero de estos objetos es un misterio.El arzobispado de Madrid recibi¨® durante a?os muchas quejas por parte de la gente de Horcajo (171 habitantes). Finalmente accedi¨® a instalar en la parroquia local una r¨¦plica de la obra, hecha con fotograf¨ªas tomadas del original. El asunto se zanj¨® de aquel modo, pero no todo el mundo ha quedado contento con este apa?o.
El arzobispado accedi¨® a poner una r¨¦plica de la talla original con fotos
La sustracci¨®n de las piezas se sit¨²a sobre mediados de los a?os sesenta
La sustracci¨®n de la obra se sit¨²a sobre mediados de los a?os sesenta, incluso antes. Nadie da una fecha exacta. Carmen Bermejo, la que narra la escena que tuvo lugar en La Almudena y que viene a resumir el sentimiento de este pueblo, explica que el cura de esa ¨¦poca hablaba de llevarse el retablo para su restauraci¨®n pero que se encontr¨® con la oposici¨®n frontal de los vecinos. "El retablo llevaba ah¨ª toda la vida, es patrimonio del pueblo. Todos le ten¨ªamos mucho cari?o. Pero una ma?ana, muy temprano, se lo llevaron, pese a que nadie quer¨ªa", narra Bermejo en la puerta de su casa.
El sentir general es que se hizo con consentimiento de las autoridades municipales, aunque a¨²n no ha aparecido documentaci¨®n que acredite una donaci¨®n como tal. "En un cartelito del original, en la catedral, pone "donado por Horcajo". Deber¨ªa poner robado", sostiene Bermejo. Como ella, muchos piensan que el retablo atraer¨ªa el turismo al pueblo.
Tras una partida de tute, el p¨¢rroco actual de Horcajo, Aurelio Mart¨ªnez, abre las puertas de la iglesia y muestra la r¨¦plica colocada tras el altar. "Sacar este tema otra vez es ganas de liar. En esa ¨¦poca no hab¨ªa calefacci¨®n, hab¨ªa mucha humedad. La madera del retablo estaba podrida. Encima se encend¨ªan velas cerca y cualquier d¨ªa pod¨ªa prenderse. Lo mejor que pudo pasar es que se lo llevaran", cuenta el cura mientras enciende las luces que iluminan la copia. Es m¨¢s, cree que en caso de que se hubiese quedado en el pueblo lo habr¨ªan robado. "Es mejor que est¨¦ bien guardado. Tendr¨ªamos que tener aqu¨ª seguridad y ser¨ªa una responsabilidad tremenda", a?ade.
En la puerta de la iglesia hay un cartel de la Comunidad de Madrid donde se explica la importancia del retablo y se dice que fue trasladado al arzobispado "para su restauraci¨®n". Lo que omite el texto es que nunca fue devuelto.
Lo que logr¨® permanecer en esta parroquia es una talla de madera de san Pedro portando unas llaves. Esta pieza tambi¨¦n se la hab¨ªan llevado a la vez que el retablo, aprovechando el porte, pero la insistencia de personas como Mar¨ªa Uceda hizo que finalmente fuese devuelto. "Fue hace muchos a?os y mi familia era la ¨²nica que ten¨ªa una furgoneta. Fuimos a Madrid a reclamar y a que al menos nos devolviesen a san Pedro", dice. No fueron pocos los viajes a la capital para pedir explicaciones. El cardenal Rouco Varela fue interpelado por los vecinos durante actos p¨²blicos por este asunto.
El alcalde, Francisco Luis C¨¢mara, se?ala que a ¨¦l no le corresponde dilucidar a qui¨¦n pertenece la obra, si al arzobispado, al Ayuntamiento o a quien fuere. Lo que tiene claro es que est¨¢ bien donde est¨¢: "El retablo est¨¢ a salvo y bien cuidado".
Al otro lado de la carretera de Burgos, en La Acebeda (65 habitantes), el segundo pueblo m¨¢s peque?o de la regi¨®n, ocurri¨® un caso parecido en los a?os cincuenta. De la iglesia desaparecieron tres altares dorados y varios cuadros e im¨¢genes, seg¨²n recuerdan los mayores del lugar. En el pueblo nadie conoce el paradero de estos objetos. Un p¨¢rroco de Madrid que a¨²n oficia misa resume algunas pr¨¢cticas que pod¨ªan haberse llevado a cabo en la ¨¦poca: "Est¨¢bamos cortos de dinero, como todo el mundo. Y por ejemplo ten¨ªas una gotera en la iglesia. Se te presentaba un anticuario y te ofrec¨ªa por un cuadro o una talla un dinerillo con lo que lo te arreglabas. Se hicieron muchas cosas de este tipo, pero en la mayor¨ªa de los casos no se hizo por lucro personal sino por necesidad del momento".
La poca gente que se ve paseando por sus calles, a media tarde, conoce la historia. En mayor o menor medida, dependiendo de la edad que tengan. "El cura de buenas a primeras dijo que se lo llevaba y termin¨® haci¨¦ndolo", explica una mujer junto a sus nietos, que no quiere dar su identidad. "Dijo que lo hac¨ªa porque hab¨ªa que restaurar las obras. El caso es que desapareci¨® todo el fondo del altar mayor. Vete a saber d¨®nde est¨¢ eso", confirma el alcalde, Adolfo Hern¨¢n. La iglesia ganar¨ªa mucho con estos objetos, seg¨²n el alcalde. "Atraer¨ªa turismo y con eso quiz¨¢ evitar¨ªamos que este sitio se despoblara. Ser¨ªa una forma de reactivar la vida aqu¨ª".
Opina lo mismo el actual p¨¢rroco de La Acebeda, Jos¨¦ Medina, quien echa de menos los objetos: "Este es su lugar y aqu¨ª deber¨ªan estar". Am¨¦n, contestar¨ªan al escucharle sus feligreses.


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