Dos pistas para un doble atentado

La confusi¨®n rodeaba el bombazo y el posterior tiroteo que ayer estremecieron a Noruega, hasta ahora inmune a los atentados. Las autoridades solo acertaban a facilitar informaci¨®n tard¨ªa y a cuentagotas. La reivindicaci¨®n del ataque por parte de un grupo desconocido, Colaboradores de la Yihad Global, acrecent¨® las sospechas de la autor¨ªa islamista, que hab¨ªan emergido desde el primer momento. Pero, horas m¨¢s tarde, la noticia de la detenci¨®n de un ciudadano noruego como sospechoso del ataque al campamento juvenil del Partido Socialista alent¨® la pista de la extrema derecha.

Recientes informes de las fuerzas de seguridad noruega indican que los grupos neofascistas han intensificado sus actividades desde el a?o pasado y que han desarrollado v¨ªnculos con correligionarios suecos y rusos. Y el tiroteo contra el campamento no acaba de encajar en el modus operandi de los terroristas isl¨¢micos. "Ser¨ªa muy raro que los islamistas tuvieran un enfoque pol¨ªtico tan local. El ataque al campamento de los j¨®venes socialistas sugiere que se trata de otra cosa. Si los islamistas quer¨ªan atacar, hubieran podido poner la bomba en un centro comercial en lugar de una isla remota", declar¨® a Reuters Jakub Godzimirski, investigador del Instituto Noruego de Asuntos Internacionales. "El ataque tiene m¨¢s en com¨²n con lo que pas¨® en Oklahoma City que con una acci¨®n islamista", a?adi¨® el analista en referencia al atentado perpetrado en 1995 por un ciudadano estadounidense que hizo estallar un cami¨®n bomba en la ciudad causando m¨¢s de 160 muertos.

Con todo, tras el estallido de la bomba en la zona de los edificios gubernamentales en el centro de Oslo, las primeras sospechas se centraron en Al Qaeda. Ya el 2003 Ayman al Zauahiri, el lugarteniente de Osama bin Laden, hab¨ªa amenazado este peque?o pa¨ªs n¨®rdico, mediador infatigable en m¨²ltiples procesos de paz, y lo hab¨ªa puesto en el punto de mira de la red terrorista junto a EE UU, Reino Unido y Australia. Nadie entend¨ªa por qu¨¦, ya que Noruega se hab¨ªa mantenido al margen de la reci¨¦n iniciada guerra de Irak. La amenaza no fue tomada muy en serio. En los ¨²ltimos a?os, sin embargo, Noruega escal¨® posiciones en el odio de los islamistas. El env¨ªo de tropas a Afganist¨¢n, la reproducci¨®n en medios noruegos de las caricaturas de Mahoma publicadas por el diario dan¨¦s Jyllands-Posten, la intervenci¨®n en Libia o el juicio por terrorismo que se sigue en Oslo contra Mul¨¢ Krekar, fundador del grupo islamista kurdo Ansar al-Islam, engrosan la lista de "agravios" que manejaban los expertos como posible detonante de los atentados de ayer.

"Es un atentado muy bien planeado y ejecutado. Claramente el objetivo es el coraz¨®n del establishment pol¨ªtico", coment¨® a la cadena de televisi¨®n Al Yazira el analista Justin Crump quien consideraba probable la vinculaci¨®n de los ataques a la participaci¨®n de Noruega a la misi¨®n de la OTAN en Afganist¨¢n.

Sin embargo, algunos de los detalles del doble atentado despertaban ayer dudas sobre la autor¨ªa islamista. Por ejemplo, la hora y el momento elegidos por el estallido de la bomba en el centro de Oslo: un periodo vacacional y un momento del d¨ªa en el que hay poco movimiento alrededor de los edificios gubernamentales.

Un informe de 2011 sobre las amenazas a la seguridad nacional del Servicio de Seguridad de la Polic¨ªa Noruega pon¨ªa en relieve tanto el riesgo de la presencia de grupos islamistas como el aumento de en el ¨²ltimo a?o de la actividad de formaciones de formaciones de extrema derecha. "Sabemos que Al Qaeda podr¨ªa tener un motivo para hacer esto...pero no tenemos pruebas en este momento de que haya una vinculaci¨®n con Al Qaeda", declar¨® Jonathan Paris, del Centro Internacional de Estudio del Radicalismo, quien apuntaba tambi¨¦n a la posibilidad de que el autor fuera "un fan¨¢tico de la extrema derecha".

La detenci¨®n del joven noruego por parte de la polic¨ªa podr¨¢ servir para aclarar los hechos en las pr¨®ximas horas. "Es demasiado pronto para hacer un comentario definitivo. Lo ¨²nico que podemos decir es que lo que ha pasado confirma que ning¨²n pa¨ªs es inmune a la amenaza del terrorismo", afirm¨® el analista de la Organizaci¨®n para la Seguridad y la Cooperaci¨®n en Europa, Raphael Perl.