Ron, tabaco y flores en memoria de Winehouse
La polic¨ªa cree "irresponsable", por ahora, atribuir su muerte a las drogas
Frente al n¨²mero 30 de Camden Square, al norte de Londres, una pila de flores, botellas de ron, cigarrillos y zapatos de tac¨®n crece conforme pasan las horas. Son las ins¨®litas ofrendas que los seguidores de Amy Winehouse han depositado a las puertas la casa de la diva del soul, donde muri¨® el s¨¢bado con solo 27 a?os.
Las causas de su fallecimiento a¨²n se desconocen. Durante el d¨ªa de hoy se realizar¨¢ la autopsia y a lo largo de la semana se har¨¢ p¨²blico el resultado, seg¨²n ha informado la Polic¨ªa Metropolitana de Londres. "Hasta entonces es irresponsable afirmar que la causa de su muerte est¨¢ relacionada con las drogas o cualquier otro motivo", dijo Scotland Yard. Tanto los diarios sensacionalistas como los extra?os regalos que algunos fans han querido dar como ofrenda se empe?an en apuntar antes de tiempo a un triste y previsible final por sobredosis. En los ¨²ltimos meses hab¨ªa pasado por rehabilitaci¨®n tras verse forzada a suspender su gira europea despu¨¦s de salir aparentemente bebida en un concierto en Belgrado. La publicaci¨®n People asegura que en la noche del viernes fue vista comprando droga.
La familia rompi¨® ayer su silencio 24 horas m¨¢s tarde. "Su p¨¦rdida nos ha dejado hu¨¦rfanos y deja un enorme vac¨ªo en nuestras vidas. Era una hija, hermana y sobrina maravillosa". En el comunicado han pedido a sus seguidores y a los medios de comunicaci¨®n de medio mundo que siguen la noticia desde Londres que les permitan "un poco de privacidad y espacio en este momento terrible".
El padre de la artista, el taxista Mitch Winehouse, tuvo que volver ayer de forma apresurada desde Nueva York al enterarse del triste final de su hija peque?a. Sus padres hab¨ªan admitido en varias ocasiones que su hija ten¨ªa un problema con los estupefacientes y el alcohol "que ella negaba".
La polic¨ªa tambi¨¦n se ha apresurado a desmentir que haya alg¨²n detenido, ante el comentario de un vecino de que escuch¨® gritos en la casa en la madrugada del s¨¢bado, del que se han hecho eco los tabloides brit¨¢nicos.
"Sea por lo que sea que muri¨®, Amy vivi¨® como quiso y no quer¨ªa cambiar", dijo ayer en Camden Square Billie O'Collow de, 61 a?os, un vecino del barrio que asegur¨® ser amigo de la artista. O'Collow deposit¨® frente a su puerta un par de zapatos de tac¨®n que, dijo, pertenec¨ªan a la artista. Pocos minutos m¨¢s tarde hab¨ªan desaparecido. Quiz¨¢ un oportunista decidi¨® hacerse con una reliquia que, seguro, dentro de unos a?os se pagar¨¢ cara en una subasta. Unos tacones de aguja rosas que alg¨²n d¨ªa sostuvieron a la atormentada due?a de una voz de entre un mill¨®n.
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