La voluntad y el miedo
En su ensayo Jack Cole and Plastic Man (Chronicle Books, 2001), Art Spiegelman reivindicaba "la cualidad polim¨®rficamente perversa de un personaje que encarnaba la noci¨®n formulada por Georges Bataille del cuerpo en el l¨ªmite de la disoluci¨®n de sus fronteras". Creado en 1941 por Jack Cole, Plastic Man, superh¨¦roe flexible de identidad l¨ªquida, era, a los ojos del creador de Maus, la quintaesencia formal del comic-book hecha personaje: una entidad maleable resultante de la combinaci¨®n de exuberante energ¨ªa, esp¨ªritu juvenil y sexualidad parcialmente sublimada, que permit¨ªa a su autor ejercitar toda la libertad narrativa y formal que permit¨ªa el medio y, por extensi¨®n, el g¨¦nero de la historieta de superh¨¦roes. Plastic Man es el acta fundacional de una posible direcci¨®n on¨ªrico-dionisiaca en la mitolog¨ªa del justiciero enfundado en lycra que tendr¨ªa su descendencia, en el seno de la Marvel, en los Cuatro Fant¨¢sticos creados en 1961 por Stan Lee y Jack Kirby, y, en el seno de la DC, en la reformulaci¨®n y nuevo origen del superh¨¦roe Linterna Verde propuesto por John Broome y Gil Kane en 1959.
GREEN LANTERN (LINTERNA VERDE)
Direcci¨®n: Martin Campbell. Int¨¦rpretes: Ryan Reynolds, Blake Lively, Peter Sarsgaard, Tim Robbins, Angela Bassett.
G¨¦nero: Ciencia-ficci¨®n. Estados Unidos, 2011. Duraci¨®n: 114 minutos.
Quiz¨¢ el espectador no familiarizado con los tebeos de superh¨¦roes tenga la impresi¨®n de que este blockbuster est¨¢ rescatando a una figura menor del pante¨®n DC. No es as¨ª: Linterna Verde naci¨® en 1940 como paradigm¨¢tica figura de la ingenua edad de oro del superh¨¦roe, para intoxicarse de las posibilidades conceptuales y est¨¦ticas de la ciencia-ficci¨®n en su renacimiento a finales de los cincuenta (la edad de hierro) y protagonizar algunas de las m¨¢s memorables p¨¢ginas de la DC de la mano de Neal Adams y Dennis O'Neil en la serie Green Lantern / Green Arrow, en la que el personaje descend¨ªa a los terrenos para afrontar temas de coyuntural inter¨¦s pol¨ªtico y social, contrapunteados por la mirada contracultural de su coprotagonista.
El Linterna Verde cinematogr¨¢fico de Martin Campbell se fija en la transformaci¨®n del personaje a finales de los cincuenta y parece cumplir el sue?o de un cine de superh¨¦roes tan polim¨®rfico como Plastic Man: ah¨ª est¨¢n el combate final con la fuerza maligna y la escena en la que el protagonista construye un scalextric provisional de s¨ªntesis. El pr¨®logo es prometedor y estimula el deseo de ver, alg¨²n d¨ªa, un blockbuster 100% extraterrestre, sin apoyo humano. Desgraciadamente, la pel¨ªcula pronto encuentra su estabilidad en el reiterado patr¨®n del relato del origen: da la impresi¨®n de que Campbell no se ha atrevido a tomarse del todo a broma su material y el filme acaba oscilando entre un imaginario extravagante y una rimbombancia que encuentra en los conceptos del miedo y la voluntad su punto de apoyo para engolar la voz.
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