Ese culto moderno
A nietzsche le hubiera ca¨ªdo bien Niko Alm. Hace un par de semanas, este austriaco se hizo famoso porque, tras tres a?os de espera, consigui¨® por fin que se admitiera para su carnet de conducir su foto con un colador de pasta en la cabeza. No era un capricho, su religi¨®n le obliga a llevarlo. Ser pastafari es lo que tiene. Cuando eres un legionario de la Iglesia del Monstruo de Espagueti Volador puedes elegir las normas, y en este caso el Gobierno austriaco tuvo que aceptar que si los jud¨ªos se fotograf¨ªan con su kip¨¢ o los sij llevan su turbante, Alm pod¨ªa hacerlo con un colador.
Se puede ver esta an¨¦cdota como una deconstrucci¨®n de la religi¨®n, un triunfo del absurdo sobre lo institucional. En la misma l¨ªnea estaba Bertrand Russell, el fil¨®sofo estadounidense que en 1952 argument¨® que ¨¦l pod¨ªa decir alegremente que en el espacio hay una tetera que orbita alrededor del Sol, demasiado peque?a para ser captada por los telescopios. Si su existencia se ense?ara cada domingo en un templo, estar¨ªa tan aceptada que quien no creyera en ella parecer¨ªa un exc¨¦ntrico.
Hoy no hace falta ir a un templo los domingos para que una idea descabellada gane adeptos: todas estas boutades est¨¢n online. Y eso ha provocado una proliferaci¨®n de causas imposibles que, como la Iglesia del Monstruo de Espagueti Volador, ignoran su relevancia y ganan adeptos.
Internet ha dado la raz¨®n a Bertrand Russell. A continuaci¨®n mostramos cuatro ejemplos de ello.
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Porno por los bosques
"No hay nada m¨¢s natural que el cuerpo humano. Es l¨®gico que lo usemos para salvar la naturaleza". Quien as¨ª razona es Tommy Ellingsen, el fundador de Fuck for Forests, plataforma que rueda pel¨ªculas porno en bosques, protagonizadas por Ellingsen y su novia, y las vende para financiar proyectos ecologistas. "Sacamos entre 50.000 y 100.000 euros al a?o, y las grandes asociaciones no quieren nuestro dinero. Pues que se jodan: si ellos tienen demasiados prejuicios para querer nuestro dinero, nosotros no les queremos a ellos", remacha. "No son los ¨²nicos en el mundo. Por ejemplo, estamos pagando la protecci¨®n de la jungla brasile?a". La publicidad les sale gratis: van a sitios p¨²blicos y fornican hasta que la polic¨ªa les echa. La ¨²ltima vez, en una catedral de Oslo en junio.
Por la imagen de las serpientes en el cine
El cine de acci¨®n estadounidense ha sido devastador para colectivos como los esp¨ªas alemanes, los rusos nost¨¢lgicos del comunismo o los musulmanes desesperados. Y para las serpientes. Un chaval de Pensilvania llamado Jesse Rothacker, que lleva un Santuario de Reptiles en su barrio, aguant¨® estoicamente que Indiana Jones odiara a sus animales favoritos. Pero el estreno, en 2007, de Serpientes en el avi¨®n le pareci¨® una provocaci¨®n. Desde entonces protesta por la injusta discriminaci¨®n que hacen los guionistas con las gr¨¢ciles sierpes y, cuando puede, se cubre con ellas en p¨²blico para demostrar que, diga lo que diga Hollywood, el ofidio es bello. Los productores de Harry Potter a¨²n no se han pronunciado.
Por el orgullo Asperger
A mediados de la d¨¦cada pasada, los superdotados empezaron a perfilarse como fil¨®n televisivo (House, Bones, Sheldon en Big Bang Theory), y la fascinaci¨®n generalizada por su comportamiento antisocial e hiperracional no solo populariz¨® el s¨ªndrome de Asperger, una forma de autismo, sino que en algunos sitios se puso de moda. Hoy, un par de colectivos luchan por llevar esa tendencia al paroxismo: el Asperger no es algo que se padezca, es algo que eleva al ser humano. O, como dicen webs como Aspergia o AspergianPride, un superpoder, una caracter¨ªstica de seres m¨¢s evolucionados. Quien quiera apoyar la aceptaci¨®n social de un s¨ªndrome que, por definici¨®n, le rechaza, puede comprar una de las camisetas, chapas y pulseras que venden las p¨¢ginas.
La Iglesia del Monstruo de Espagueti Volador
El ¨²nico dogma permitido en la Iglesia del Monstruo de Espagueti Volador es el rechazo al dogma. Es el cimiento de esta fe dada¨ªsta surgida online en 2005, que parodia la religi¨®n en general y el creacionismo en particular. El universo, explica el fundador de esta iglesia, Bobby Henderson, lo cre¨® un ente que parece un plato de espaguetis con alb¨®ndigas y la ciencia que diga lo contrario est¨¢ equivocada. Los pastafaris originales eran piratas (pastafari es todo seguidor de la iglesia) y la gradual desaparici¨®n de los bucaneros de los mares es lo que est¨¢ causando el calentamiento global. A sumar al carnet de conducir con colador, en 2007 consiguieron que un colegio de Florida no explicase la teor¨ªa creacionista junto con la de la evoluci¨®n.
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