D¨ªa de sangre en Siria
Abandonada por la comunidad internacional, la poblaci¨®n sufre otro cruel ataque del r¨¦gimen
El ¨²ltimo domingo de julio fue un d¨ªa negro para la poblaci¨®n siria que, con un sorprendente arrojo, desaf¨ªa al dictador Bachar el Asad desde mediados de marzo con multitudinarias protestas inspiradas en las revueltas ¨¢rabes. De confirmarse los datos aportados por las organizaciones locales de derechos humanos, la matanza de ayer, con m¨¢s de 120 muertos y decenas de heridos, ser¨ªa una de las peores perpetradas por un r¨¦gimen para el cual la comunidad internacional ha hecho poco m¨¢s que elevar el tono verbal de sus cr¨ªticas. Berl¨ªn, Par¨ªs y Roma reaccionaron contra el nuevo y sangriento ataque y Estados Unidos lo tach¨® de "acto a la desesperada" del r¨¦gimen en la guerra total contra su propia poblaci¨®n.
A estas alturas, las duras palabras de Washington suenan con dosis de aparente ingenuidad. Desde hace cuatro meses, Bachar el Asad ha reprimido a sangre y fuego todas y cada una de las manifestaciones de un pueblo oprimido que reclama democracia. El recuento de la brutal represi¨®n ejercida contra los participantes en las revueltas arroja un escalofriante resultado de centenares de muertos y desaparecidos y de miles de torturados. El r¨¦gimen parece actuar a la desesperada sin que se produzca una adecuada respuesta de la comunidad internacional, que en ning¨²n modo contempla una intervenci¨®n como la acometida en Libia. El temor a desestabilizar a¨²n m¨¢s Oriente Pr¨®ximo -regi¨®n en la que Damasco tiene una influencia crucial- y el bloqueo de China y Rusia a cualquier iniciativa de mayor envergadura contra el r¨¦gimen deja a este las manos libres para seguir actuando contra su propio pueblo. El ¨²nico motivo de desesperaci¨®n para un tirano que hasta ahora cuenta con el respaldo del Ej¨¦rcito y la Polic¨ªa es la valent¨ªa de esos miles de ciudadanos que ahora en Hama y antes en Damasco, en Deraa o en Banias desaf¨ªan, desarmados, a las denominadas fuerzas del orden.
Por el contrario, cada d¨ªa que pasa se pone m¨¢s de manifiesto la debilidad de la presi¨®n internacional, incapaz de desalojar del poder a Gadafi tras casi tres meses de bombardeos de la OTAN y paralizada ante la represi¨®n que est¨¢n sufriendo los ciudadanos de otros pa¨ªses ¨¢rabes como Yemen y Bahr¨¦in. Aislados, sin libertad de informaci¨®n y bajo el yugo de un tirano implacable y una oposici¨®n todav¨ªa por organizarse, los sirios se enfrentan solos a su destino.
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