La hora de los mejores

Desde que Margaret Thatcher y Ronald Reagan iniciaron el brutal ataque al Estado de bienestar que caracteriz¨® sus mandatos, no ha hecho m¨¢s que aumentar la precarizaci¨®n del empleo y retroceder, en todos los aspectos, las condiciones laborales de los trabajadores, as¨ª como disminuir las conquistas sociales que costaron (y no es exageraci¨®n) sangre, sudor y l¨¢grimas a las generaciones anteriores. Ahora, con la primavera ¨¢rabe, que por fin se rebela contra reg¨ªmenes criminales que los tienen sojuzgados, y con movimientos como el 15-M, se abre un periodo de esperanza para que los pueblos hagan o¨ªr su voz y muestren que no est¨¢n dispuestos a soportar en silencio los abusos del poder.

Es el momento de que el capitalismo inteligente comprenda que no se puede tirar eternamente de la soga sin que esta se rompa, de que tomen las riendas quienes, sin renunciar a un leg¨ªtimo beneficio, dejen de apretar el dogal hasta l¨ªmites insoportables. Es tiempo de que los gobernantes tomen conciencia de que est¨¢n al servicio de los pueblos y no para servirse de ellos y de que dejen de doblegarse ante las exigencias de los especuladores sin escr¨²pulos, y de que estos respondan por los desmanes cometidos.