Objeto volador no identificado
Lo bueno de las experiencias primeras es que, como el propio nombre indica, fundan una saga, establecen el ritornello necesario para comprender un acontecimiento. El coraz¨®n repite el bombeo de la sangre, los pulmones repiten su inspiraci¨®n y espiraci¨®n; interpretamos todo acontecimiento a imagen y semejanza de esos dos b¨¢sicos procesos: el consuelo que proporciona un estribillo en una canci¨®n, o la seguridad de que el sol sale cada d¨ªa por el mismo lugar, o la creencia de que cuando ma?ana me mire al espejo, mi rostro va a ser el mismo. El triunfo planetario de la m¨²sica pop tiene su base en ese instintivo mecanismo, pero tambi¨¦n la ciencia: buscar una ley natural no es sino intentar comprender la existencia de una repetici¨®n. Naturalmente, todo esto no es m¨¢s que una mentira consoladora, no hay dos fen¨®menos iguales en el tiempo, pero s¨ª que pueden ser "razonablemente iguales", y eso nos basta. Hace a?os que en la Red abundan los lugares dedicados a los parecidos razonables, presentan una fotograf¨ªa del rostro de alguien famoso y al lado el de otra persona con el que guarda cierta similitud; es ese un caso extremo, par¨®dico, de la b¨²squeda de alguna oculta ley de repetici¨®n.
Lo que no se repite cae dentro del ¨¢mbito del milagro, de la maravilla sin ley ni continuidad, algo imposible de pensar y conceptualizar, y aunque inicialmente los milagros nos causen fascinaci¨®n, terminan por producir una sensaci¨®n de incertidumbre y soledad, por eso, quienes han visto un OVNI entran en el c¨ªrculo vicioso de lo sobrenatural, buscar¨¢n ovnis para siempre; no es que hayan vuelto locos, sino que de pronto se sienten solos en el universo, necesitan comprender, fundar una primera vez. Una vez vi uno de esos objetos voladores, en Galicia: yo deb¨ªa de tener ocho a?os, era de noche, ¨ªbamos mi padre y yo por una carretera sin asfaltar, ¨¦l detuvo el Simca 1200 en la cuneta, se?al¨® con el dedo, y exclam¨®, "mira". Un objeto achatado, de luz blanca, se movi¨® de izquierda a derecha y, en d¨¦cimas de segundo cambi¨® de trayectoria hacia la estricta vertical, para desaparecer en una oscuridad que a m¨ª me pareci¨® remota. Mi padre, sin afectaci¨®n ni sorpresa, dijo, "eso era un OVNI, un objeto volador dotado de un movimiento no bal¨ªstico", definici¨®n que no entend¨ª. Solo al d¨ªa siguiente le ped¨ª explicaci¨®n de tal definici¨®n, "el movimiento bal¨ªstico", dijo, "es el natural de las cosas en el aire, ya sea una piedra, una bala o un avi¨®n, y no se conoce objeto alguno que pueda realizar una maniobra tan compleja, ni en tan pocos segundos, como la que vimos ayer".
Toda experiencia primera funda un conflicto, solo resuelto a trav¨¦s de un mecanismo de repetici¨®n. Desde entonces, he visto muchos m¨¢s ovnis, el mundo est¨¢ lleno de milagros, maravillas, objetos voladores dotados de un movimiento no bal¨ªstico. Sin ir m¨¢s lejos, un libro es un OVNI.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.