"Habr¨¢ sangre, pero El Asad caer¨¢"
Sirin Adlbi Sibai piensa que los que no han vivido en Siria no lo entienden, pero que los que conocen en primera persona el miedo y las amenazas solo pueden sentirse ilusionados y esperanzados al ver a los cientos de miles de sirios que cada viernes se manifiestan sin m¨¢s armas que sus esl¨®ganes para pedir la ca¨ªda del r¨¦gimen. "Va a haber mucha m¨¢s sangre, pero al final, el r¨¦gimen de El Asad caer¨¢", pronostica Adlbi Sibai, una joven que desde hace meses invierte sus esfuerzos en apoyar una revoluci¨®n que, de triunfar, le permita a ella y a su familia volver a Siria.
Hija de exiliados pol¨ªticos sirios afincados en Espa?a, Adlbi Sibai evita como muchos de los sirios de la di¨¢spora cualquier contacto con su familia en el pa¨ªs porque teme las represalias del r¨¦gimen. "Hay gente a la que han torturado solo porque sus familiares se han movilizado en el extranjero en contra del r¨¦gimen". Esta mujer de 28 a?os explica que otros hablan a trav¨¦s de Skype del tiempo y poco m¨¢s. Nada de pol¨ªtica. Nada de derechos humanos. Nada de protestas. "El control de la mujabarat [los servicios secretos] es f¨¦rreo. Controlan las llamadas de tel¨¦fono, las cuentas de correo electr¨®nico, todo", asegura esta investigadora de estudios del Mediterr¨¢neo de la Universidad Aut¨®noma de Madrid.
"La oposici¨®n siria est¨¢ desestructurada. O est¨¢n muertos o en el exilio"
Cuenta Adlbi Sibai que incluso en Espa?a ha resultado dif¨ªcil convencer a muchos sirios para que se movilicen. "Tienen miedo por sus familias, miedo de que no les vuelvan a dejar entrar en el pa¨ªs". Poco a poco, se han ido atreviendo y ahora organizan sentadas frente a la embajada en Madrid para pedir la expulsi¨®n del embajador, y organizan manifestaciones.
Fuera de Siria sorprende la brutalidad de una represi¨®n que se ha cobrado ya miles de muertos y desaparecidos, y que ha forzado a m¨¢s de 100.000 personas a huir del pa¨ªs. Adlbi Sibai dice que a ella no le sorprende; que es "lo mismo que ha sucedido en los ¨²ltimos 50 a?os". "Los asesinatos, las torturas... lo que ha cambiado es la mentalidad de la gente. Los sirios han roto la barrera del miedo", asegura. ?C¨®mo se ha producido esa ruptura? ?Ha sido suficiente el efecto contagio de las revueltas en otros pa¨ªses ¨¢rabes? "Como en otros pa¨ªses de la zona, ha sido precisamente la represi¨®n la que ha hecho que la gente salga en masa a la calle. Al principio, en Siria la gente ped¨ªa reformas pol¨ªticas. Pero cuando detuvieron a un grupo de ni?os en Deraa [al sur del pa¨ªs] y los torturaron, la gente se indign¨® y sali¨® a pedir la ca¨ªda del r¨¦gimen. La estupidez de los reg¨ªmenes ha sido clave en las revoluciones. Cuando matan a tus familiares, a tus vecinos, ya no te puedes quedar en casa. Cada viernes hay m¨¢s gente en las manifestaciones". Las protestas crecen al tiempo que la cifra de muertos a manos de las fuerzas de seguridad no deja de aumentar. Resulta dif¨ªcil pronosticar el fin de la masacre.
A diferencia de lo que sucedi¨® en Egipto, en Siria el ej¨¦rcito, controlado por la minor¨ªa gobernante alau¨ª, no acaba de ponerse del lado de la poblaci¨®n. Lo mismo sucede con la clase media y con los comerciantes, que temen la inestabilidad y la p¨¦rdida de sus privilegios. Tambi¨¦n teme la batalla final la comunidad internacional, que pide la ca¨ªda del r¨¦gimen sirio, pero con la boca m¨¢s bien peque?a. "A¨²n as¨ª, todo el mundo es consciente, incluso el propio r¨¦gimen, de que ya no estamos en 1982 [cuando las fuerzas armadas sirias mataron a entre 10.000 y 20.000 personas en Hama]. Saben que ya no se puede matar a decenas de miles de personas y que no pase nada".
A Adlbi Sibai le preocupa qu¨¦ pasar¨¢ el d¨ªa que el partido Baaz no microgobierne el pa¨ªs. "La oposici¨®n, incluidos los Hermanos musulmanes, est¨¢ totalmente desestructurada. En Siria, los opositores o han muerto o est¨¢n en el exilio". Pero esta joven no quiere desperdiciar demasiada energ¨ªa en pensar en el d¨ªa despu¨¦s. Dice que ahora lo ¨²nico importante es lograr que la revoluci¨®n triunfe.
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