Hambre de baloncesto
Mira! Es el Sergi!", grita una decena de ni?os y ni?as que corretean la ma?ana del 1 de julio por las entra?as del Pavell¨® Ol¨ªmpic de Badalona, el estadio de baloncesto del Joventut. Su entrenadora les llama al orden: "Voleu callar si us plau?". Pero los peque?os, no controlan su emoci¨®n: "?Seeergi!". Entonces ¨¦l, Serge Ibaka, una estrella ascendente de la NBA, de 21 a?os, 2,08 metros de altura y 106 kilos de peso, saluda y sonr¨ªe.
A medida que el griter¨ªo infantil se aleja hasta otra pista, el jadeo del ala-p¨ªvot de los Oklahoma City Thunder vuelve a rebotar contra las paredes del pabell¨®n. Ibaka salta, corre, trota sobre s¨ª mismo, tira a canasta, rebotea, pasa. Suda y trabaja en sus vacaciones en un parquet cedido por la Penya. Para no perder la forma. Gracias a su f¨ªsico -tocar su cuerpo es tocar una pared- y a su astucia en la defensa, Ibaka lider¨® la temporada pasada la tabla de taponadores en la NBA estadounidense.
El tr¨ªo que va a formar con los hermanos Gasol es dif¨ªcilmente superable en la escena del baloncesto mundial
"Una cancha de la NBA es otro mundo.Ya me he acostumbrado, pero al principio era incre¨ªble: mucha gente y una pista preciosa"
Con el esfuerzo como base para el ¨¦xito, se va marcando objetivos. Ahora tiene dos. En lo personal, convertirse en el mejor reboteador de la liga estadounidense el a?o que viene. Y en lo colectivo, aportar su trabajo para mejorar a¨²n m¨¢s el rendimiento general de los Thunder, un equipo joven y con mucho talento que el a?o pasado termin¨® entre los cuatro mejores de la NBA. Pero adem¨¢s, otra idea ha rondado la cabeza de Ibaka desde hace meses, jugar con la selecci¨®n espa?ola de baloncesto junto a Pau y Marc Gasol, Juan Carlos Navarro o Rudy Fern¨¢ndez, que disputar¨¢ del 31 de agosto al 18 de septiembre el Eurobasket en Lituania (donde Espa?a defiende el oro conseguido hace dos a?os): "Me har¨ªa mucha ilusi¨®n ser espa?ol. Si sale, perfecto. Si no, no pasar¨¢ nada. Hay cosas que se pueden controlar en la vida y otras no", reflexionaba justo dos semanas antes de que el Consejo de Ministros aprobara su nacionalizaci¨®n.
La actitud de Ibaka ante el baloncesto la resume el seleccionador de Espa?a, Sergio Scariolo: "Es una persona que tiene mucha hambre. En una reuni¨®n hace un tiempo me sorprendi¨® cuando me dijo que estaba muy interesado en lo que pod¨ªamos hacer nosotros por mejorarle", explica el t¨¦cnico. Pero aunque Ibaka tenga la humildad de reconocer que es todav¨ªa joven y en proceso de formaci¨®n, la realidad es que el tr¨ªo que va a formar con los hermanos Gasol es dif¨ªcilmente superable en la escena del baloncesto. Sin embargo, Scariolo apela a la prudencia: "Los tres tienen un potencial f¨ªsico y t¨¦cnico importante. Pero la cuesti¨®n es combinarlos porque juegan bastante cerca uno del otro. Habr¨¢ que trabajar en la cancha para abrir buenos espacios".
Si Ibaka, nacido en 1989 en Brazzaville (Rep¨²blica del Congo), finalmente debuta con Espa?a -Scariolo ya lo preseleccion¨® en junio, antes de que fuera oficial su nacionalizaci¨®n-, engrosar¨¢ una lista de extranjeros ilustres que han jugado con la roja. Nombres como los de Wayne Brabender, Clifford Luyk, Chicho Sibilio, Jos¨¦ Biriukov o Juan de la Cruz, por mencionar solo algunos. En otros deportes hay muchos tambi¨¦n: Alfredo Di Stefano, Kubala, Donato Gama da Silva o Marcos Senna en f¨²tbol; Niurka Montalvo en atletismo; Theresa Zabell en vela; Nina Zhivanevskaia en nataci¨®n o He Zhiwen, Juanito, en tenis de mesa...
En el caso de Ibaka, la historia de amor entre el jugador y Espa?a la prendi¨® un centroafricano con hondas ra¨ªces en Espa?a: Anicet Lavodrama. El que fuera p¨ªvot de Ferrol, F¨®rum Valladolid y Joventut de Badalona durante las d¨¦cadas de los ochenta y noventa, descubri¨® al jugador en 2006 durante un campeonato de selecciones en la ciudad sudafricana de Durban. Lavodrama era ojeador de Cleveland Cavaliers: "Serge ten¨ªa 16 a?os. Solo con ver el calentamiento ya fue evidente que ten¨ªa un potencial tremendo. Fue una demostraci¨®n de plasticidad y f¨ªsico tremendas. Era alto y megaatl¨¦tico". Despu¨¦s, cuando empez¨® el partido de su pa¨ªs contra Kenia, Lavodrama sigui¨® asombr¨¢ndose: "Ten¨ªa actitud: una forma de colocarse, una mec¨¢nica de tiro, un instinto reboteador y una carrera explosivas. Era un diamante a explotar".
En Estados Unidos supieron del jugador, pero siendo tan joven es raro que los equipos NBA apuesten por una promesa, y menos si es extranjera. Es m¨¢s, a la liga llegan pocos jugadores procedentes de institutos norteamericanos, y m¨¢s bien se apuesta por jugadores que ya han demostrado algo en la NCAA (la liga universitaria) o en Europa, un vivero de jugadores internacionales (europeos o no) cada vez m¨¢s consolidado. Para Ibaka, el paso intermedio hacia Estados Unidos fue Espa?a.
Lavodrama confi¨® su informaci¨®n en Pere Gallego, agente de jugadores de la empresa espa?ola de representaci¨®n de deportistas U1st. Y este, solo con la palabra de su amigo Lavodrama, apost¨® por sacar de Congo al jugador: "Inventamos un tipo de contrato muy sencillo para los clubes. No hab¨ªa mucho riesgo. Si sal¨ªa bien, perfecto. Si sal¨ªa mal, el gasto era m¨ªnimo. Hablamos con L'Hospitalet y el Joventut. Nos decantamos por los primeros porque tienen un torneo juvenil muy potente y el equipo necesitaba un p¨ªvot". Adem¨¢s, el director deportivo de L'Hospitalet, Jordi Ard¨¨vol, era otro buen amigo.
"El fichaje de Serge fue muy complicado", recuerda Ard¨¨vol, que hoy es jefe de cantera del Bar?a. Un equipo franc¨¦s, el Priss¨¦-Macon, se interpuso en el camino. Tuvo que intervenir el Gobierno de Congo, a trav¨¦s del coronel Nkabi para hacer respetar el compromiso inicial entre familia, federaci¨®n y U1st para que Ibaka comenzara su aventura europea en Catalu?a. Al poco de llegar a L'Hospitalet, Ard¨¨vol se fue a vivir con el jugador, un detalle que terminar¨ªa siendo clave en la adaptaci¨®n de Ibaka al equipo y a la ciudad, pero tambi¨¦n con vistas a su futuro como profesional. Durante medio a?o, el director deportivo controlaba que el chico, que ten¨ªa 17, aprendiera el idioma y estudiara. Era un padre, pero tambi¨¦n un amigo: "?No dominaba el espa?ol, pero cada d¨ªa que sal¨ªa volv¨ªa con no s¨¦ cu¨¢ntos tel¨¦fonos de chicas! Luego empezaban a llegarle mensajes que no entend¨ªa y me ped¨ªa que se los tradujera. Yo le dec¨ªa '?no me hagas traducir eso que me da verg¨¹enza!", r¨ªe Ard¨¨vol.
Tras dos a?os en L'Hospitalet sucedieron dos situaciones. El enorme talento de Serge le llev¨® a ser seleccionado en el draft de la NBA por los Seattle Supersonics (lo que significa que el equipo estadounidense, que luego pas¨® a llamarse Oklahoma City Thunder, ten¨ªa los derechos para fichar a Ibaka en EE UU); y Ard¨¨vol se convirti¨® en director deportivo del Ricoh Manresa, club de la liga ACB, la m¨¢xima competici¨®n espa?ola. Ibaka, que ten¨ªa 19 a?os, tom¨® una decisi¨®n, renunciar a los d¨®lares de la NBA para seguir a su amigo Ard¨¨vol hasta Manresa. Firm¨® por tres a?os, pero al final solo estuvo uno, antes de comenzar una nueva vida en Estados Unidos. Una temporada en la que demostr¨® sus cualidades atl¨¦ticas, ganando el concurso de mates de la ACB y madurando como deportista, aguantando peque?as lesiones y dolores, aliment¨¢ndose y descansando bien: aprendiendo a ser un jugador las 24 horas.
"Entrar a una cancha de la NBA es otro mundo. Ahora ya me he acostumbrado, pero al principio era incre¨ªble: mucha gente, un pabell¨®n muy grande, una cancha preciosa... Cuando llegu¨¦ a Oklahoma no me pod¨ªa creer que estuviera en la NBA, entrenando junto a Kevin Durant (el m¨¢ximo anotador de la liga estadounidense)", cuenta Ibaka mientras come un filete de tama?o XXL. "Las dos caracter¨ªsticas que har¨¢n crecer a Serge son: una, que acepta su rol. Y dos, que no se conforma. Defensivamente, aunque tiene que seguir mejorando, tiene un alto nivel. Pero si mejora ciertos movimientos de cara a canasta y el tiro, ser¨¢ casi imparable. ?l sabe que en ataque tiene compa?eros en los Thunder, como Durant o [Russell] Westbrook, que tienen el rol de anotar. ?l lo acepta, pero trabaja para que un d¨ªa pueda ser uno de ellos", explica Ard¨¨vol, que viene a coincidir con esa "hambre" de la que hablaba Scariolo. "Hay que pensar que Serge ha conseguido ser titular de un equipo NBA en un solo a?o, algo dificil¨ªsimo, sabiendo que puede ayudar al equipo en otros aspectos que sus compa?eros no dan, como la defensa o el rebote. Su actitud mental es excelente", describe de nuevo Ard¨¨vol.
La carrera de Ibaka es, de momento, la historia de un jugador que ha crecido desde la humildad de los equipos peque?os en los que ha competido: "Siempre he ca¨ªdo en ciudades que est¨¢n bien pero que son peque?as o con poco que hacer, donde todo es familia. Parece que sea mi destino. Primero en L'Hospitalet, con un estilo de equipo peque?o. Luego en Manresa fue parecido. Y ahora en Oklahoma, que es una organizaci¨®n muy unida", relata el propio jugador. Su adaptaci¨®n a la ciudad y a la liga han sido magn¨ªficas. Particip¨® (y casi gana) en el concurso de mates de la NBA; los seguidores de su equipo le aman y le han apodado Iblocka, haciendo un juego de palabras entre su apellido y la palabra block (tap¨®n en ingl¨¦s); sus compa?eros est¨¢n felices con ¨¦l y la madre de la estrella del equipo, Kevin Durant, ha presenciado varios partidos de los Thunder esta temporada vistiendo la camiseta del ahora jugador espa?ol.
Pero aunque la parafernalia de la NBA sea un sue?o para Serge, quiz¨¢ el mejor recuerdo que guarda de su carrera fue aquel campeonato en Durban con la selecci¨®n de Congo, aquel en el que un tal Lavodrama observaba desde la grada sin que ¨¦l lo supiera: "Los compa?eros est¨¢bamos muy felices, muy contentos. Fue una gran experiencia. ?ramos todos amigos y la competici¨®n me sali¨® muy bien. La NBA es un gran mundo, pero cuando pienso atr¨¢s, aquel viaje a Sud¨¢frica fue muy muy grande para m¨ª", recuerda Serge. Quiz¨¢ ahora otro destino, esta vez Lituania; con otros jugadores que llevan a?os a un gran nivel; sea una nueva etapa de ¨¦xito para ¨¦l. El equipo de baloncesto de Espa?a le espera.
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