Historias de Filadelfia
Ahora que EE UU es lo bastante obeso, el objetivo de Kraft es hacer engordar al mundo. Al menos, esa es una forma ocurrente de explicar su plan para dividirse en una empresa de alimentaci¨®n estadounidense de escaso crecimiento con unas ventas de 16.000 millones de d¨®lares y una "plataforma de aperitivos mundial" de extra?o nombre que es el doble de grande. Aunque el acuerdo contradice parcialmente el argumento de la escala empleado el a?o pasado para la adquisici¨®n de Cadbury, es una maniobra sensata.
Aun as¨ª, el cambio de opini¨®n de Irene Rosenfeld, la consejera delegada de Kraft, resulta sorprendente tan poco tiempo despu¨¦s de haber pagado 20.000 millones de d¨®lares por
Cadbury haciendo caso omiso de las objeciones de su mayor accionista, Warren Buffett. Esto es especialmente cierto dado que podr¨ªa decirse que la trayectoria de Kraft en el mercado burs¨¢til desde entonces ha justificado ese acuerdo, firmado en enero de 2010. Antes del anuncio de separaci¨®n del jueves, las acciones de Kraft hab¨ªan subido un 15% desde entonces, superando a sus principales rivales Pepsi, General Mills y
ConAgra.
Pero el mercado ofrece otras pistas del motivo por el que tiene sentido que Kraft se escinda. Dos empresas similares cuyas acciones han avanzado m¨¢s son Sara Lee y
Hershey (ambas han subido casi un 60% en los ¨²ltimos 18 meses). Los inversores de Sara Lee han recibido con agrado la divisi¨®n de la empresa, mientras que Hershey est¨¢ muy centrada en la confiter¨ªa. Rosenfeld busca ambas clases de reconocimiento por parte del mercado.
A los inversores de Kraft les gust¨® el plan de ingenier¨ªa financiera lo bastante para sumar 2.000 millones de d¨®lares al valor de la empresa el pasado jueves por la ma?ana. En un a?o tendr¨¢n valores de dos empresas. La m¨¢s peque?a atiborrar¨¢ los gaznates de los estadounidenses con marcas de la vieja escuela como las carnes de Oscar Mayer y la crema de queso Filadelfia. Ese negocio deber¨ªa generar un mont¨®n de efectivo con el que saldar una parte desproporcionada de la deuda de Kraft y pagar dividendos a los accionistas.
La otra, un s¨¢ndwich de dulces de Cadbury y galletas de Nabisco, tendr¨¢ unas ventas de 32.000 millones de d¨®lares, el 75% de ellas fuera de EE UU. Los contornos financieros precisos de ambos grupos no estar¨¢n claros durante alg¨²n tiempo. Pero los resultados de Kraft en el segundo trimestre apuntaban a la l¨®gica de la divisi¨®n. Los mercados en v¨ªas de desarrollo presentaron un crecimiento org¨¢nico de las ventas del 13,5%, impulsado por el aumento de los vol¨²menes. El incremento del 4% de Norteam¨¦rica se debi¨® simplemente a unos precios m¨¢s altos. Por supuesto, Kraft es la misma empresa que era ayer. Pero dividirla en pedacitos para adaptarse a los distintos gustos brinda una buena oportunidad de tentar a los inversores para que paguen m¨¢s por ella.
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