Popularizar lo cl¨¢sico

Los ni?os miraban hipnotizados a los grupos de bailarines que ayer se sucedieron en un escenario improvisado en el foyer del Kursaal. Algunos, incluso, intentaron tras la representaci¨®n imitar en una suerte de giros y piruetas lo que acababan de ver. La Quincena Musical arranc¨® ayer motores y llen¨® San Sebasti¨¢n de actos gratuitos y callejeros para acercar al p¨²blico la esencia de una de las citas claves del verano cultural en toda Espa?a.

Marionetas, conciertos, actuaciones infantiles... as¨ª hasta 13 eventos para inaugurar un mes en que la m¨²sica cl¨¢sica llenar¨¢ toda la ciudad, as¨ª como otros municipios con m¨¢s de 70 actos programados.

"Siempre me ha parecido sano que la m¨²sica salga de los auditorios y de las iglesias", explica Patrick Alfaya, director de la Quincena. En esta ocasi¨®n, el festival ha decidido apostar de forma significativa por la calle. Si hasta la fecha hab¨ªa realizado en la calle una o dos actuaciones, este a?o han decidido que sean ocho, aclara Alfaya. "No podemos olvidar que en esta ciudad llueve y no siempre puedes sacar muchas actividades a la calle", recuerda.

"La m¨²sica debe salir de los auditorios", indica el director, Patrick Alfaya

El festival obtiene el 40% de su financiaci¨®n a trav¨¦s de la taquilla

Consciente de que la oferta que propone no es, ni mucho menos, de masas, insiste en la necesidad de brindar a todos los donostiarras una oportunidad para conocer el festival. Luego, qui¨¦n sabe, tal vez se enganchen. "La Quincena es un festival de todos los ciudadanos y queremos que todos tengan su d¨ªa y puedan disfrutarlo. Habr¨¢ mucha gente que igual no ha escuchado m¨²sica en un auditorio y descubra que es algo que le interesa", a?ade.

Por lo visto en el Kursaal, parece que Alfaya consigui¨® ayer uno de sus objetivos: inculcar, aunque fuese por unos minutos, el gusanillo de los g¨¦neros cl¨¢sicos en ni?os que ni respiraron mientras observaban las breves actuaciones, en adolescentes que sonre¨ªan con los espect¨¢culos y en beb¨¦s a los que no se oy¨® ni un llanto.

Aunque la Quincena no se cierre a nuevos p¨²blicos, su director aclara que la esencia resulta intocable y que la especializaci¨®n supone el ADN de los festivales musicales. "Una vez, alguien me propuso incluir otros estilos, y le contest¨¦ que de ninguna manera", puntualiza Alfaya.

Y, cifras en mano, recalca que la Quincena es el ¨²nico festival de Espa?a que obtiene el 40% de su financiaci¨®n a trav¨¦s de la taquilla. "Bueno quiz¨¢s alguno de pop, como el FIB [el Festival Internacional de Benic¨¤ssim]", reconoce, pero "la diferencia es clara. Mientras ellos pueden meter a miles de personas en un ¨²nico recinto, nosotros solo podemos programar en sitios cerrados en funci¨®n del tipo de instrumentos que se toquen, la amplificaci¨®n, etc¨¦tera. De momento ya han conseguido vender el 85% de la taquilla del Kursaal, el escenario principal de los conciertos.