Hurgar en las heridas
El alcalde de Poyales del Hoyo (?vila), Antonio Cerro, del Partido Popular, orden¨® el pasado 30 de julio abrir la tumba donde estaban enterradas 10 v¨ªctimas de la represi¨®n franquista para trasladar a nueve de los cad¨¢veres a la fosa com¨²n. Los restos de Virtudes de la Puente se entregaron, en cambio, a su nieta: seg¨²n la versi¨®n del alcalde, quer¨ªa darles sepultura donde est¨¢ enterrado ahora su padre, y era ella la que hab¨ªa solicitado la exhumaci¨®n.
Virtudes ten¨ªa 53 a?os cuando, durante la noche del 29 de julio de 1936, un grupo de falangistas se la llev¨® junto a otras dos mujeres, Pilar Espinosa y Valeriana Granada, a un paraje apartado de la sierra de Gredos. All¨ª, en la curva del Esparragal, fueron ultrajadas y asesinadas. Su hija Obdulia ten¨ªa 12 a?os entonces, y estuvo all¨ª y fue testigo de la ignominia. Mucho tiempo despu¨¦s fue la que consigui¨® que se rescataran los restos de aquellas tres mujeres y se llevaran al cementerio de Poyales. A principios de este a?o se encontraron en la zona los cuerpos de otras siete v¨ªctimas de los excesos del franquismo, y fueron enterradas en el mismo lugar.
A la nieta de Virtudes no le gust¨® esa iniciativa y por eso pidi¨® recuperar los restos de su abuela. El alcalde cedi¨® y, aprovechando
la situaci¨®n, decidi¨® llevarse los otros nueve cad¨¢veres a la fosa com¨²n. El domingo, unas 70 personas se concentraron en el pueblo para protestar contra la arbitrariedad de la medida. La cosa termin¨® mal: algunos lugare?os, jaleados
por responsables del Consistorio, reventaron el acto con amenazas, agresiones y al grito de "putos rojos". En mayo, el mismo d¨ªa de las elecciones, un monolito que recuerda a las tres mujeres en la curva donde fueron asesinadas fue profanado.
No parece, pues, que algunas v¨ªctimas del franquismo puedan descansar en paz, 75 a?os despu¨¦s de haber sido asesinadas tras el golpe de Estado que condujo a la Guerra Civil. El alcalde se justifica diciendo que
se llev¨® aquellos restos a la fosa com¨²n porque la tumba, situada al lado de la de su madre, estaba llena de agua. No sirven semejantes excusas. Los responsables pol¨ªticos est¨¢n para garantizar que se cumplen las leyes: que sean los que remueven las viejas heridas es una intolerable verg¨¹enza para la democracia.
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